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Naiara se apartó de él.

-Si esto es una broma, que sepas que no tiene gracia.

Lucas sonrió.

-Que va, boluda. ¡Soy soltero por fin!

Le mostró que no llevaba ni la pulsera ni el anillo que Claudia le había regalado y en su momento, no se quitaba ni para ducharse.

-Esto... dios mío, Luki. -Lo abrazó. -Me alegro mucho por tí.
-Y por nosotros también, ¿no?

Naiara se alejó algo incómoda.

-Admito que estoy muy orgullosa de tí y que realmente has sido muy valiente. Pero eso no cambia que siga dolida contigo.
-Nai...

-Estuve sufriendo mucho por tí, me pasé noches enteras llorando y sin pegar ojo.
-Lo siento mucho. Siento todo lo que te hice. -Sollozó.

-¿Tú me habrías perdonado tan fácilmente? Dime la verdad.

Lucas asintió.

-Te lo habría perdonado todo.
-Pues yo no puedo. No todavía al menos.
-Te daré tu espacio entonces.

Caminó hacia la puerta sintiendo una mezcla entre enfado y tristeza.

Quería llegar a su habitación para tirarse sobre la cama y llorar.

-Lucas...
-Me voy.

-Espera. -Caminó hacia él y lo abrazó apoyando la cabeza en su hombro. -No te enfades conmigo, por favor.
-Estoy triste, Nai. No enfadado. -Cerró los ojos y hundió la nariz en su pelo.
-Lo siento, por no poder perdonarte tan fácilmente. Te he perdonado todo durante meses pero ahora yo... simplemente no puedo.

-¿Hay otro?
-¡¿Qué?! ¡Claro qué no! -Se apartó de él dolida. -No entiendo como puedes tener la poca vergüenza de preguntarme eso.
-Ni yo que no quieras estar conmigo después de todo. He dejado a Claudia por vos, por nosotros. Si no querés estar conmigo obvio que es porque hay alguien más y quiero saber quien es.

-¿Ves por lo que no puedo dejar todo atrás como si nada?
-Decime de una vez.

-Vete. -Abrió la puerta. -No quiero hablar contigo ahora.

Lucas sonrió irónico.

-Ni ahora ni nunca. Siempre estás dándome largas para no hablar.
-Vete a la mierda.

Cerró de un portazo.

***

-Déjame estar sola, Paul. Vete con Lucas.
-Lucas está encerrado en el baño, desde que llegó a la habitación no ha querido ver a nadie.

Naiara apartó la mirada incómoda.

-Salma llegará en seguida y quiero estar sola hasta entonces.
-Ya tendrás tiempo de estar sola cuando se acabe la gira. Aprovecha que ahora nos tienes aquí, tonta.

-Hemos acabado discutiendo. -Dijo por fin.

Quizá la vendría bien desahogarse.

-¿Y eso? Creía que lo había dejado con Claudia.
-Y lo hizo pero no puedo estar con él ahora mismo. Estoy tan dolida y me ha roto tantas veces el corazón...

-Lo sé y lo entiendo, Nai. Pero quizá...
-Me ha preguntado si hay otra persona en mi vida. Incluso en esta situación parece ser lo único que le importa. -Bufó. -No puede evitar ser un celoso de mierda y eso no me gusta nada.

-Pues tú no le viste cuando pasó lo de Victor. Tuve que pararle porque pensaba ir a buscarte en mitad de la noche a Zaragoza. -Rio Paul.
-¿Ves? Por cosas así creo que necesitamos estar un tiempo separados.
-Nai, sé que va a sonar tóxico e injusto. -Se mordió el labio inferior. -Pero en vuestro caso, esos celos son normales. Lucas tenía miedo de que mientras encontraba el momento de dejar a Claudia, tú acabaras con otro.

-Lo esperé, tuve mucha paciencia. Y aún así me reclama, Paul.
-Ya. Pero seme sincera, ¿no crees que  esto, vosotros, merece tanto la pena cómo para dejar todo eso atrás? Llevas desde hace meses esperando este momento.
-Sí, Paul. Claro que quiero olvidarme de todo y lanzarme a sus brazos.
-¿Entonces? ¿Por qué no lo haces?

Naiara se sentó sobre la cama y jugó con sus manos en su regazo.

-Todas mis relaciones han sido tóxicas y dolorosas, especialmente la última. -Se secó una lágrima rebelde. -Con Lucas no podría soportar que fuese así. Tenemos algo tan bonito... bueno, teníamos. Ahora lo único que hacemos es discutir y estar distanciados.

Paul se acercó para abrazarla.

-No será una relación tóxica, Nai.
-¿Cómo lo sabes? Ya hemos empezado con mal pie.
-Pues...
-¿Ves? No se te ocurre nada.

-Mira, te voy a ser sincero. No puedo prometerte que todo vaya a ser un camino de rosas. -Tomó su mano. -Pero sí que Lucas te va a cuidar y va a hacer todo lo posible por cuidar la relación también. ¿Por qué no habláis? Veo una conversación pendiente con él.

-¿Y qué le digo?
-Pues lo que a mí. Empieza explicándole por qué has reaccionado como lo has hecho, Lucas te va a entender y darte el tiempo y espacio que necesites.

Naiara asintió levantándose.

-Tienes razón.

Cogió su bolso.

-¿Vas a hablar con él ahora?
-No voy a poder dormir si no lo hago y mañana son los ensayos, quiero que estemos bien para entonces.

Paul sonrió.

-Mucha suerte, todo va a salir bien.
-¿No era que no ibas a mentirme?
-Es que no te estoy mintiendo. Sé que va a ir bien.

***

Llamó a la puerta.

Alex abrió.

-Esto... ¿está Lucas?
-Lleva encerrado en el baño un rato y no hay forma de hacerlo salir.
-¿Puedo?
-Sí, claro. Pasa. -Se apartó a un lado. -Voy a aprovechar para ir a ver a Denna y hacer pis, llevo 20 minutos meandome vivo y el cabrón no me abre.

Naiara soltó una carcajada.

-Ve, anda.

Se acercó a la puerta del baño y en cuanto Alex se fue, llamó.

-Luki, soy yo.
-¿Qué haces aquí? ¿Has venido a decirme algo que se te ha olvidado decirme antes? -Soltó con una mezcla de rabia y dolor. -Creía que habías dejado todo claro.
-Lo cierto es que sí. Ábreme por favor.
-Vete, no quiero escuchar más nada.

Naiara suspiró.

-Por favor, Lucas.
-No es justo que utilices eso contra mí. -Se escuchó el pestillo y abrió la puerta. -¿Qué querés?
-Hablar.
-¿Más?
-Se me ha olvidado decirte lo más importante.

Extendió la mano hacia él.

Lucas se lo pensó un momento pero acabó por tomársela.

Se sentaron en la cama.

-Vos dirás.
-Te quiero.

Lucas enarcó una ceja sorprendido.

-¿A qué viene eso, boluda?
-He hablado con alguien muy especial que me ha abierto los ojos.
-¿Y quién es? -Preguntó sin poder evitar sentirse celoso de quien fuera.

Naiara negó divertida.

-No cambias nunca tú, ¿eh?
-Contestame.
-Paul, ha sido Paul.

Lucas se relajó.

-Entonces... ¿me perdonás?
-Sí. Pero por favor te pido que no corramos. Esto es tremendamente importante para mí.
-Y para mí, wachita.

-Necesito tiempo. Tiempo para... sanar.
-¿Sanar?

Naiara asintió.

-Las heridas del pasado.
-Yo te daré el tiempo que necesites. Solo quiero estar con vos.
Se acercó para abrazarla.

Naiara hundió la cara en su pecho sintiendo las lágrimas rodando por sus mejillas.

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