15

573 28 1
                                    

Finalmente llegó el primer concierto.

Hasta el momento, las cosas entre Naiara y Lucas habían ido bien.

No tenían una relación todavía pero se trataban como cuando estaban en la academia.

-¡1, 2, 3! ¡JULAIT!

Naiara dio brincos y saltó a los brazos de Lucas que la recibió con ganas.

-¿Cómo estás, boluda?
-Súper, con muchas ganas. ¿Tú?
-Nervioso.
-Te va a ir genial, ya lo verás.

La bajó al suelo.

-Tengo miedo a como reaccionen a corazón hambriento. -Admitió. -Y el hate que te pueda caer a vos.
-Sé que para la gente soy la otra, pero no me importa. En serio.
-A mí sí.

Naiara se encogió de hombros.

-Loki, no podemos controlar lo que otros piensan de nosotros. Nos queremos y es lo único que debe de importar.
-Me gusta que seas tan segura de vos misma porque valés oro.

-No siempre soy así. -Murmuró.

-¿Qué?
-Nada. Dame un abrazo, salimos en seguida.

Lucas la envolvió entre sus brazos.

-Vas a brillar allá arriba, mi wachita. -Dejó un beso en su coronilla. -Porque vos lucís allá donde vas.
-Eso lo dices tú que me ves con buenos ojos.
-Pará, boluda. Todos pensán los mismo.
-Cállate ya, anda.

Le dio un pequeño beso en los labios y se alejó dejando a Lucas con una sonrisa tonta en los labios.

***

-¿Y Nai?

Salma señaló su camerino del cual acababa de salir.

-Se ha venido un rato conmigo, está terminando de retocarse el maquillaje.
-¿Puedo?
-Sisi, pasa. La alegrará verte.

-¿Nai? -Llamó.
-Pasa.

Abrió la puerta y entró.

-¿Cómo vas, loqui?
-Bieeeen.

Cerró la puerta y se acercó a ella para rodearla por detrás y dejar un beso en su cabeza.

-Ha sido una experiencia increíble.

Naiara asintió pero no dijo nada más, cosa que extrañó a Lucas.

-¿Estás bien?
-Sí, es que sigo en shock por todo lo que ha ocurrido esta noche.
-¿Seguro?
-Sí, no te preocupes.
-Vale.

Dejó otro beso en su cabeza y se sentó junto a ella.

-¿Por qué te retocás? Vamos al hotel, ¿no?
-Han dicho de salir de fiesta.
-Ah. Yo es que estoy molido, no sé si iré.
-A mí me gustaría que vinieras.

-¿Y no es mejor ir al hotel y ver una peli?
-Van a estar todos, últimamente estoy muy despegada y me gustaría unirme.
-Eso nunca te había importado.
-No quiero ser la marginada del grupo.

Lucas frunció el ceño.

-No te entiendo, boluda. No sé a qué viene eso.
-Es igual. -Se levantó. -¿Qué tal?
-Preciosa como siempre. -La miró a los ojos. -¿Has estado llorando?

Naiara se apartó incómoda.

-No, es el maquillaje. Me entró un poco en el ojo.
-Nai...
-Es el maquillaje, de verdad. Vámonos.

Recogió sus cosas y salió antes de que Lucas pudiera decir nada más.

-Salma, ¿nos vamos?
-Tía, que ahora dicen de ir a una habitación y pedir comida. Jugar a algo y demás.
-Con las ganas que yo tenía de perrear hasta el suelo.
-Ya, tata y yo. Pero esta panda de abuelos dicen que están cansados.
-Pues na, ¿qué se le va a hacer? Vamos.

Salma miró a Lucas.

-¿Por qué no vas adelantándote tú? En seguida vamos.

Naiara les dedicó una mirada confundida pero aún así, se alejó hacia sus otros compañeros y se unió a una conversación que estaban manteniendo Chiara y Denna.

-¿Qué pasa?
-¿Eh?
-He visto como has salido del camerino. ¿Es algo de Naiara?

-Ha llorado.
-Lo sé, vino conmigo por eso.

-En mi no confía, boluda. Nunca me cuenta nada.
-A mí tampoco me ha dicho nada. Solo vino llorando y me abrazó.

Lucas suspiró.

-Tendré que hablar con ella. Veo que está mal y me duele que no se apoye en mí.
-Sí, deberías. Nai es una persona que va de fuerte pero luego es muy sensible, más de lo que uno se puede esperar.

Naiara se acercó.

-Chicos, vamos. Que se hace tarde.

Salma entrelazó sus brazos.

-Oye, tata. Sabes qué me tienes para lo qué necesites, ¿no?
-Sí, claro que lo sé.

-Y a mí, mi amor. También me tenés.

Naiara lo sonrió.

-Gracias.

Se acercó y dejó un beso en la comisura de sus labios.
Todavía les daba vergüenza besarse frente a sus compañeros.

***

‐Vamos a jugar a confesiones. Venga, sentaros.
-Rus, siempre estás con tus jueguitos. -Se quejó Violeta.
-Veeeeenga.

Obedecieron sentándose haciendo un círculo.

-¿Cómo se juega?
-Cada uno le pregunta al de al lado algo y si esa persona no quiere contestar, bebe.
-Más de uno aquí va a acabar pedo. -Se rio Salma.

-Intentad contestar, hombre. No seais aburridos. Dale, Salmona.

Salma rodó los ojos.

-¿Por qué yo?
-Por hablar.

Soltó un suspiro.

-Está bien. Luki, ¿cuándo fue la primera vez que te diste cuenta de que querías a Naiara cómo algo más qué como amiga?

Lucas tragó saliva nervioso y Naiara le dedicó una mirada de reproche a Salma.

-Em... -Bajó la mirada a su regazo. -Me atrajo desde que la conocí pero saber que me gustaba ocurrió en una clase de Abril en la semana de corazón hambriento.

Naiara sintió sus mejillas calientes.
Sabía perfectamente de la clase de la que estaba hablando.

-¡Ole ese Luki valiente! -Lo vitorearon.

-Nai... -Lucas se volvió hacia ella. -Dime, ¿por qué llorabas antes?
-No estaba llorando, te expliqué...

-Aquí no vale mentir, ¿verdad, Rusli?
-En efecto.
-No podés mentir.

Los ojos de Naiara comenzaron a humedecerse.

-¿Me lo tienes que hacer pasar mal delante de todos? -Le reprochó.
-Luego sé que no me vas a responder, aquí por lo menos puedo usar la baza del juego.
-Que te jodan.

Tomo la copa que tenía delante y se la llevó a los labios, se bebió todo el contenido en cuestión de segundo.

-Wow. -Soltó Alex sin poder evitarlo.

-El juego para mí se ha terminado.

Dejó la copa en el suelo y se levantó.

-¡Nai! ¡Nai, espera!

La siguió y cuando Naiara estuvo a punto de cerrarle la puerta en las narices, metió el pie impidiéndoselo.

-¡Déjame cerrar la puta puerta!
-Espera, lo siento. -Empujó la puerta haciendo a Naiara trastabillar. -Tenemos que hablar, estoy muy preocupado por vos.

Y ante sus palabras y sin poder aguantarse más, Naiara se echó a llorar.

-Vení acá, boluda.

Se la acercó y la estrechó contra sí.

¡Hola!
Solo venía a comentaros que a partir de ahora tendré mucho menos tiempo para escribir por lo cual, no podré actualizar tan seguido como lo estaba haciendo hasta ahora.
¡Espero que lo entendáis!
¡Un saludo y feliz fin de semana!

Estrellas en el aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora