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Enserio llevamos dos días seguidos en detención, y no es broma, cuando el querido director, que ahora odio, porque cuando lo necesite el primer día para cambiar mi habitación para no tener que estar con Park, no estaba

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Enserio llevamos dos días seguidos en detención, y no es broma, cuando el querido director, que ahora odio, porque cuando lo necesite el primer día para cambiar mi habitación para no tener que estar con Park, no estaba. Pero ayer, que estaba por fin de darle la paliza de su vida a ese bastardo llegó a separarnos y nos castigo dos días en detención.

Cuando les dije que no bromeaba era cierto, apenas llegamos a detención, un profesor nos supervisaba y nos dejaba trabajos de hacer como cuatrocientas hojas con la frase "No debo pelear con mis compañeros".
Sí, cuatrocientas veces, no salimos de el lugar hasta que fue hora de salir de clases, y después de eso nos mandaron a un maestro a revisar que no saliéramos de nuestra habitación.

Hoy en la mañana también nos llamaron, para seguir con aquellos planes que no habíamos terminado el día de ayer, se me hacia algo estúpido esto, pues no creo que era necesario que no nos dejaran ir a clases y preferían que perdiéramos el tempo aquí, y con la mala suerte que tenía sabía que me perdería algo importante que seguro vendra en un exámen.

–Bueno, iré por algo a la dirección, llegó enseguida, no se hablen entre ustedes. –dijo el maestro levantándose de su silla.

–No tiene que preocuparse, quién querría hablarle a ese estúpido. –respondió el idiota de Park a lo cual yo rode los ojos fastidiado y cerraba mis puños, enserio iba a golpearlo.

–Nada de groserías en el salón, no quiero llegar y verlos peleando. –y después de eso salió del salón.

En cuanto salió, el silencio inundó el Salón, él estaba en unos cinco asientos más alejado de mi, pues era obvio que ni siquiera quería sentir mi aroma cerca de el, pero yo menos, no quería ni verlo, anoche ni siquiera cruzamos palabra, hasta escuche como alejaba su cama aún más de donde estaba simplemente porque quería estar lo más lejos posible de mi.

Ni en la mañana hablamos, no hemos ni siquiera topado la mirada, y creo que era lo mejor, estaba demasiado molesto, ayer hizo que mis perfectos labios sangraran y ahora tenía un moretón en la mejilla.

Seguía bastante confundido de el porque se había enojado tanto, aunque si lo pude notar indiferente cuando me dijo que debía olvidar lo que pasó entre nosotros.

Vi como el sostenía su teléfono y veía sus mensajes desinteresado, yo igual hice lo mismo, y al darme cuenta que tenía como tres llamadas pérdidas de Sungchan, aproveché el que no estaba el profesor y decidí marcarle.

–¡Y este milagro que contestas! –intencionalmente puse en alta voz la llamada, solo para ver como reaccionaba nuestro no tan querido Wonbin.

Y lo noté, en cuanto la voz de Sungchan salió, vi como Wonbin se tensó y note que había apagado el celular, sin embargo no dirigió su mirada hacia mi.

–Lo sento Sungchan es que... –pero el me interrumpió.

–Ya taro, tu mamá se lo contó a la mia, la llamaron y le dijeron que te peleaste, ya imagino con quien fue. –mierda, le habían avisado a mi madre, sabía que ella iba a matarme, pues iba a ser la primera vez que llamaban por esto.

 𝓓𝗼 𝘆𝗼𝘂 𝗵𝗮𝘃𝗲 𝗽𝘂𝘀𝘀𝘆?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora