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Sonidos húmedos y gemidos era lo único que se escuchaba en la habitación, Wonbin y yo estábamos serios mirando a la gran pantalla el como una chica estaba siendo follada por un hombre con gran polla mientras ella le decía "soy tu conejita"

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Sonidos húmedos y gemidos era lo único que se escuchaba en la habitación, Wonbin y yo estábamos serios mirando a la gran pantalla el como una chica estaba siendo follada por un hombre con gran polla mientras ella le decía "soy tu conejita".

Nadie hablaba, solo se escuchaban nuestra respiraciones, yo sentía que ya no podia aguantar más, me sentia caliente y luchaba contra mi mente para que no se me pare pues yo no quería perder.

En aquella "película" no se podía ver los rostros de los actores, ni siquiera su cuerpo completo, la grabación solo estaba centrada desde sus cinturas para abajo, ella estaba en cuatro mientras el la penetraba duramente, el sonido morboso de sus pieles chocar era muy fuerte incluso más que las gemidos de la chica.

En eso mi bella y estúpida mente comenzó a tratarme mal, pues simplemente mis ojos estar centrados en como aquel pene salia y entraba de un bonito coño, me imaginé que ese pene era el mío que entraba duramente en Wonbin y ese horrible pensamiento hizo que comenzará a sentir una presión en mis pantalones.

No, no, mente no me hagas esto, seguramente Wonbin aún sigue tranquilo mientras yo aquí estoy más duro que una piedra. En eso mi vista se dirigió hacia mi compañero, en toda el tiempo que habiamos visto eso, jamás nos dignamos a voltear para confirmar que no estábamos excitados.

Pero cuando lo hice me llevé una linda sorpresa. Sus mejillas acaloradas, sus grandes ojos enfocados en la pantalla dándole toda la atención del mundo, se mordía sus abultados labios.

Al traer una camisa blanca algo holgada y transparente podia ver perfectamente su pecho, y como sus rusados pezones estaban bastante durus, el estaba sentado apoyado con sus manos a cada lado de sus caderas, estas formaban unos puños parecía que estaba aguantando las ganas de tocarse.

Y esos malditos shorts, estos desde ahora serian mi prenda favorita del mundo. Como le había ordenado, el tenía sus piernas abiertas, dejándome ver como sus gorditos labios vaginales se marcaban en esos pegados shorts, y como había una pequeña mancha en medio de estos, seguramente estaba comenzando a mojarse de la excitación.

No podía aguantar. A la mierda todo.

Un chillido salió de sus labios. –¿Shotaro? ¿Q-Qué haces... ah. –preguntó en cuanto me acerque a el y con mi mano comencé a tocar su húmeda vagina sobre su prenda.

–Shh... Sigue viendo la película y disfruta. –le dije y comencé a acariciarlo de arriba a abajo lentamente, podía sentir como esa ligera tela comenzaba a humedecerse aún más.

–S-Shotaro esto no... Mhg. –comencé a frotar sobre su palpitante clitoris rudamente para después escuchar como comenzaba a jadear y gemir hermosamente.

 𝓓𝗼 𝘆𝗼𝘂 𝗵𝗮𝘃𝗲 𝗽𝘂𝘀𝘀𝘆?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora