Country Troll #2

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Espero que les guste~

Nota: Me pidieron un Creek en versión troll country, en caso de que no se entienda. Tiene cuatro patas como todos los demás, para que se resuelva la duda :3

Petición de: SamSansSuny11

Branch comió mayormente frutas y hasta algunas hojas comestibles en su tiempo en solitario,  aunque no va a negar que había aprendido a cazar algunos insectos. Eran un poco viscosos y blandos cuando lograbas traspasar esa coraza que muchos tenían en el exterior, sabían mejor asados sobre el fuego pero bueno, era un sobreviviente, hizo lo necesario para poder seguir vivo. Pero, por alguna razón, en encontró un cierto gusto a esa sensación. Le gusta cazar, incluso si Delta le afirmo que le daría toda la comida que necesitaba, porque se sentía divertido y más como un juego ahora que no tiene que preocuparse mucho por sobrevivir por si mismo.

Esa zona tiene gusanos de tierra, los más grandes prefiriendo la soledad y mantenerse alejado de la multitud a menos que tuvieran demasiada hambre pero los más pequeños, las crías en crecimiento, rondaban de vez en cuando cerca del pueblo y eso es algo que él aprovechaba.

-¡Branch, no!- Delta frunció apenas el ceño, intentando rodear con sus brazos al niño que de repente colocaba sus manos en el suelo y se movía cual animal, los ojos fijos en la lombriz de tierra que luchaba por alejarse de sus intenciones. -¡Deja eso!- bufo, riendo sin poder evitarlo, extrañamente divertida. El troll gris podía ser pequeño y algo lento pero cuando se ponía en cuatro patas, podía ser rápido y ágil, no tanto como ellos, aunque usaban su pequeña figura para ser escurridizo. -¿Alguien me lo puede traer si lo atrapa?- se resigna un poco al verlo alejarse, confiando que su gente no lo dejaría ir más allá del pueblo ni lastimarse.

-¡Si, señora!- los trolls del pueblo ríen sin poder evitarlo, encantados de ver al chico más enérgico después de unas pocas semanas y satisfechos de ver el notable cariño que su alcaldesa le tenía al pequeños. Muchos se habían encariñado, porque Branch siempre se acercaba con intención de ayudar, llegando a dar pequeñas ideas que terminan por funcionar muy bien. Es dulce y lindo, aun no entiende como alguien pudo decidir abandonarlo.

Mientras tanto, Branch estaba teniendo el mejor momento de su vida, corriendo a cuatro patas tras la inocente lombriz que se arrastra velozmente para alejarse, es algo grande para él pero todo se siente como un juego que lo hace sentir activo y enérgico. Además, es un buen ejercicio, para mantener su agilidad y velocidad, sin querer quedarse atrás.

-¡Te tengo!- ríe cuando logra alcalizarlo, manteniéndolo abajo con su peso, luchando un poco porque aquello se retorcía mucho y aun así, sintiéndose victorioso. Branch abre la boca, dispuesto a morderlo por puro instinto pero escucha un quejido medio ahogado acompañado de pasos ligeros, reconociendo el sonido de las pesuñas con herraduras contra el suelo, alzando la vista. Hay alguien más allí, luciendo tan joven como él supone, un troll del country como todos los demás pero al mismo tiempo, es diferente. El tono de piel es de un tono muy particular de violeta, luciendo pecas blanquecinas que apenas se notan manchando sus mejillas y ojos morados. Su cabello es corto como el de todos por allí, con las raíces azuladas que lentamente se vuelven verdes cuando se acerca a las puntas, peinado a pesar del sombrero que tenía puesto, el pelo de su cola siendo igual pero sin llegar a rozar el suelo.

Parece más un troll del pop que uno del country en su opinión, debido a los colores brillantes, sin contar la parte inferior.

-¿Qué crees que haces?- luce escandalizado y horrorizado, algo que al troll gris le resulta muy gracioso por alguna razón. -Espero que no estés planeando comerte esa cosa- frunció el ceño con asco mientras señalaba a la lombriz, las orejas blancas contra su cabeza.

-No...- en realidad, no lo planeaba, solo reacciono por puro instinto y siguió a aquella cosa por pura diversión. -...pero ahora que lo mencionas, quizás lo haga- hay algo divertido en molestar a ese troll, en especial al verlo palidecer notablemente.

-¡No!- esta horrorizado, haciendo grandes gestos con sus manos, dando pequeños y tentativos pasos para acercarse. -Eso va por debajo de la tierra, arrastrándose por la suciedad, esta lleno de bacterias y quien sabe que más- su expresión llena de notable asco es divertida para el menor, quien solo enarca una ceja. -Te vas a enfermar o algo peor- hizo una mueca mientras la lombriz se retorcía un poco más.

-Lo que no me mate, me hará más fuerte- abre la boca, dispuesto a morderlo solo para ver la expresión ajena pero el troll de piel violeta chilla con espanto, algo agudo también, y se abalanza sobre el más pequeño, rodeando el torso del troll gris con sus brazos para alzarlo. -¡Hey!- se retuerce, ofendido de que el otro fuera más alto, intentado que los brazos violeta lo soltaran. -¡No!- hizo un puchero cuando la lombriz se alejo de ellos, enterrándose en la tierra, escapando sin que él pudiera hacer nada. -Hiciste que lo soltara- de alguna manera, hay manos bajo sus brazos y de repente, esta frente al otro, pudiendo fruncirle el ceño con molestia ligera.

-Lo siento, lo siento...- no suena ni parece siquiera arrepentido, solo aliviado. -...pero tenía que detenerte o la alcaldesa me mataría si dejara que hicieras semejante estupidez- suspiro y Branch se permitió relajar un poco su expresión ante la mención de la líder.

-...te ves como un troll del pop- comento cuando el otro lo bajo y sus pies tocaron el suelo una vez más, retrocediendo un par de pasos pero quedándose cerca por el momento.

-¿Eh?- parpadeo, luciendo sorprendido, aunque bajo la vista por un segundo para mirar sus manos y su expresión se relajo en realización. -Es por el color, ¿verdad?- parece resignado y divertido al mismo tiempo.

-Y el cabello- señalo sin poder evitarlo, un poco extrañado. Los colores de los trolls del country eran tonalidades de marrón, naranja, rojo, verde y muchos más pero la mayoría siendo opacos de cierta manera, aunque sin dejar de ser bonitos, solo le faltaba ese tono brillante que tenían los del pop. -Los trolls del pop son...brillantes y muy coloridos- hizo un gesto, sin poder explicarlo bien.

-Si, creo que alguno de mis familiares pasados se junto con un pop o algo así- hizo un gesto de desinterés, sin sabe exactamente bien la historia pero siendo eso lo único que sus padres le dijeron. -Nunca pensé que vería un troll pop por aquí, mucho menos uno gris...- enarco una de sus cejas y Branch se tensó en su lugar. -...aunque es bueno ya no ser el único raro por aquí- bufo con diversión.

-Aquí no te tratan diferente, ¿o si?- pregunto con cierta cautela. Nadie lo había mirado mal ni nada por el estilo desde que llego, no por ser de otra tribu y tampoco por su falta de color, todo eran amables y lo trataban como a uno más.

-Nha, a nadie aquí le importa mucho tu apariencia mientras respetes a los otros y ayudes en los trabajos- se encogió de hombros con una ligera sonrisa en su rostro, mirando a los trolls que continuaban con su trabajo con cierto cariño, y el más pequeño se relajo totalmente en su lugar. -Creek- extendió su mano de repente, su sonrisa aun presente en su rostro.

-Branch- acepto el gesto, colocando su mano sobre la violeta, pudiendo sentir el comienzo de los callos en la mano ajena en señal de que si hacia algo de trabajo por allí. -Creo...que debería volver...- se retorció sus dedos cuando el otro lo soltó, repentinamente ansioso. -...no quiero asustarla o hacer que se preocupe- le gustaba Delta y lo que menos quería era molestarla de alguna manera.

-¿Cuándo la llamaras "mamá"?- Creek tiene una gran sonrisa, entre la burla y la diversión, apenas evitando reírse ante la expresión del más pequeño, cuyas mejillas no tardaron en oscurecerse. -Estoy seguro de que la alcaldesa amara ese momento-

-¡N-No es mi mamá!- bajo las orejas, avergonzado. Nunca tuvo una mamá, solo a su abuela, pero si tuviera una, le gustaría que fuera como Delta, aunque no va a decir eso en voz alta y mucho menos a ese troll en particular. -Solo...me esta cuidando- empieza a avanzar, dispuesto a ir a buscarla y mantenerse a la vista de ella, aun poco acostumbrado a estar alejado por mucho tiempo. Estaba apegado, mucho, y estaba trabajando en ello.

-Oh, si es tu mamá, es bastante obvio para todos- no dudo en seguirlo, pudiendo llegar al lado ajeno rapidamente y mantener el ritmo con facilidad. -Es extraño ver a alguien como la alcaldesa encariñarse tan rápido pero también es genial verla tan feliz- su sonrisa se agranda mientras el troll gris desvía la vista, sin querer mostrar abiertamente su felicidad ante sus palabras y sintiendo su pequeño pecho llenándose de calidez.

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