Veneer y Branch #2

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Espero que les guste~

Nota: Voy a ser sincera y decir que no sé que tan lejos pueda llegar con esta idea, principalmente porque a veces mi animo muere por alguna razón, algo que no tiene que ver con la falta de ideas. Simplemente...sucede. En todo caso, siempre puedo continuarlo más adelante, dependiendo siempre de lo que se me venga a la cabeza ^_^

Nota-2: Eso es en términos generales, me ha pasado con muchas ideas que son las que suelo dejar por la mitad e intento continuar más adelante o algo así

Nota-2: Desahogue un poco mi odio contra Velvet en esto y creo que me quede medio vacía xD   

Los días se convierten en semanas y en algún punto, Branch pierde la cuenta pero cree que ya lleva más de un mes encerrado, quizás a unos días de cumplir dos y ha a prendido mucho en ese tiempo.

Sus primeras suposiciones no son tan equivocadas como había esperado. Veneer es sin duda el menor y el más débil en la relación entre esos dos, fácil de manipular de cierta manera, prefiriendo mantener la boca cerrada y la vista desviada ante las acciones de su hermana con tal de no enfrentarla pero incluso entonces, es difícil no notar las consecuencias que eso trae. La culpa lo ahoga por momentos, afectándolo físicamente en forma de dolor de estomago que lo hace retorcerse y llorar, haciendo que comer fuera una tarea en la que tenía que esforzarse, aunque mucho terminaba como sacrificio para el rey de la porcelana. A pesar de todo eso, se negaba a bajar esa actitud alegre suya. Prefería sonreír, incluso cuando su hermana le gritaba y lo empujaba, incluso cuando su estomago se retorcía y apenas podía come, hasta cuando lucia enfermo, su sonrisa se mantenía y decía algo así como "Mañana será una mejor día".

Branch se sentía mal por él, nadie merecía vivir ese tipo de vida, pero también estaba algo frustrado, porque sin importar cuando le insistiera o intentara, él se negaba a abandonarla.

-Es mi hermana...- sonrío, tembloroso y luciendo casi al borde de las lagrimas, con algo desesperado en su tono de voz. -...no puedo abandonarla-

-Que sea tu hermana no significa que lo que este haciendo este bien y que tu tengas que aceptarlo...- estaba enojado en este punto. Le gustaría poder sacudir al otro, hacerlo reaccionar de alguna manera, pero era complicado y eso solo lo frustraba aun más. -...pero bueno, tu decides- se encogió de hombros y decidió seguir con los suyo.

Para su sorpresa, Veneer tiene algo de talento natural que con su ayuda, algunos consejos y mucha practica a solas, logra mejorar hasta sonar muy bien por cuenta propia. Él siempre parecía brillar luego de cada practica, orgulloso de si mismo. Esos eran los pocos momentos en los que su sonrisa era sincera y Branch se permitía relajarse un poco en su lugar.

Por otro lado, Velvet es una maldita bestia, del tipo que te daba ganas de tirar a un pozo sin fondo y darle la espalda por el resto de su vida. Ella es la líder, la jefa, aquella que manda entre ellos y sin duda la mayor por los comentarios que suele soltar de vez en cuando, creyéndose superior por alguna razón, orgullosa de si misma a pesar de que el talento que esa mostrando a tonos ni siquiera le pertenece. Ostentosa, usando esas ropas horribles que según ella estaban a la moda, y siempre con un peinado nuevo, uno más grande que el anterior. En pocas palabras, es odiosa y molesta, grito y violenta, ha visto sus ataques de rabia y berrinche salido de la nada, usualmente porque recibió un comentario negativo o su fama no esta subiendo tanto como quiere.

Lo usa cual perfume barato, apretando el botón tantas veces que Branch siente que le falta el aliento la mayor parte del día, solo para lanzar el diamante como si fuera una basura y él termina rebotando en su interior, terminando no solo agotado, sino también muy adolorido y últimamente, casi inconsciente.

-Te das cuenta que en cuanto yo me muera, ya no tienes a quien robarle el talento, ¿no?- a pesar de sentirse cansado con cada día que pasa, uno de los momentos favoritos del día para el sobreviviente era molestarla. Era tan fácil hacerla enojar y gritar que era casi divertido, en especial para él, quien soñaba en las noches con arrancarle el cabello con sus propias manos y tirarla a un pozo, quizás dejarla ser devorada, dependiendo de su animo. -Todos se darán cuenta de que tu voz es horrible y toda tu fama caerá en picada- hace un sonido burlón, sonriendo ante el ceño fruncido que logra.

-Eres un maldito...- agarra el diamante y lo agita bruscamente, el troll apretando los dientes con fuerza ante los golpes que recibe, decidiendo no darle el gusto de escucharlo. -...tengo un plan para eso- y lo dejo caer, luciendo triunfante mientras se aleja con paso tranquilo, casi riendo entre dientes.

-Loca de...- sus palabras mueren cuando baja la vista para mirarse a si mismo, notando que sus pies se ven cristalinos, algo que parece estar subiendo por sus piernas, y eso es una mala señal en más de un sentido. Su tiempo se esta acabando, aunque no sabe cuanto exactamente le queda, y por las palabras ajenas, teme lo que pueda estar planeando.

No quiere que nadie más termine como él y espera poder evitarlo.

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