Capítulo 8

28 13 0
                                    

♤♤La Verdad más real siempre se encuentra tras la mentira más falsa ♤♤

♢Emma Foster ♢

La pregunta sin filtros lanzada hacia el despreciable asesino frente a mi quedó  suspendida en el aire en tanto todos los que lo rodean incluido él se me quedaron  viendo como si me hubiera salido un cuerno en la frente.

- Te hice una pregunta - exigí  de mala gana y sonrió  mirándome incrédulo.

- Uy, que chica más interesante - canturreo  el chico de cabellos rojos en tono burlón, el cual se encontraba entre los que rodean a el asesino.

- ¿Quién te crees para hablarle así? - refutó  la pelirroja a su lado levantándose y él la tomó de la mano obligándola a sentar nuevamente, cogiendo impulso para levantarse del banquillo en que se encontraba. Al ternerlo a la misma altura me encogí en mi lugar por un breve momento pero me resistí a  dejarlo notarlo, su mirada se mezcló con la mía y entreabrió los labios para articular su respuesta pero una voz tras de mí lo interrumpió  y todos los presentes buscamos de quién provenía.

- Emma - volteé  buscando la persona que me llama y me encontré con   los ojos  café de Ben el chico de la comisaría  y, mí antes compañero de la agencia.

Alterne  la vista entre el demonio que quería  destruirme y el tipo  que tiene como  deber  salvarme y no sabría cual sería la opción más viable, si irme contra el rostro de ese demonio de ojos azules en un puñetazo o irme con Ben y con la mínima esperanza de que me traiga resultados... pero lo primero es algo tonto, ¿verdad?.

- ¿Podemos hablar? - preguntó el único hombre que podría sacarme de este infierno y, no me pude negar a su petición, así que solo asentí  dedicándole una última mirada al causante de mis pesadillas y me dirigí a donde estába Ben, quién me indicó que lo siguiera  a través del pasillo hasta llegar a la sala de visitas.

Tomamos asiento uno frente al otro, sus  orbes cafés  se encontraron con los míos.

Un silencio tenso e incómodo se filtro en el aire  entre nosotros, no sé si por nuestra rivalidad en años pasados o por lo desagradable de la situación.

-¿Estás bien? - preguntó cauteloso,  como si en verdad le importara si lo estoy o no.

- Estoy ...... no puedo decirte que bien pero ... estoy - le dediqué  una sonrisa de boca cerrada.

- Entiendo - dijo -Emma te tengo un motivo para estar bien - me intentó  animar.

- ¿Me traes la carta de liberación ?- le pregunté  sarcástica.

- No, pero te traje la razón y los causantes de tú desgracia - confesó  dejándome en el limbo de un momento a otro y enviando un escalofrío por todo mi cuerpo.

- ¿De qué hablas? - pregunté confundida.

- Encontre estas carpetas en el despacho  de tú padre - dijo mientras sacaba  un bulto de carpetas amarillas y las colocaba  sobre la mesa - Edrik estaba investigando a un peligroso Clan llamado Rote Sekte, si no recuerdo mal una ves hablamos de este en la agencia,  una temida secta de sicarios, crueles y despiadados  -continuó - Según las investigaciones de tu padre Hiltoms es la fachada para ejecutar el sádico juego familiar de este Clan.

Prosiguió explicándome y mi expresión perpleja demuestro  mis emociones ante cada confesión que me hacía.

- Su líder es Bernardo Lombardi - colocó una foto del hombre frente a mí, es un señor bastante conservado de cabello negro y ojos azules además de tener un gran atractivo; continuó  sacando fotos y las dispersó  una por una en la mesa describiendome a cada una de ellas y su papel sin saber que esas carpetas y su contenido estaban impresos en mi mente como tattoo a la piel-este es Edgar Lombardi hijo de Bernardo y el mayor de los Lombardi - me mostró  la foto dejando al descubierto  al enfermero que me dio las pastillas en la mañana - este otro es Allan Lombardi y es el que le sigue a Edgar - señaló  a un chico de cabellos negros y ojos verdes con un atractivo oscuro pero demasiado tentador.

-¿Éste chico también está aquí? - pregunté ya que hasta ahora no lo e visto y me serviría de mucha ayuda si me propinaba esa información.

-Sí, es el Psicólogo de este sitio - me informó - Este es Kyan Lombardi - enseñó  a un chico de cabellos negros y ojos café  -  es uno de los pacientes del lugar junto a Killer y a Iker - mencionó  mostrándome a un chico de cabellos rojos y ojos verdes, el mismo que me habló en el balcón de recreo junto al demonio de ojos azules y mi mirada se centró en este último.

- Y por último está Enzo Lombardi - dijo identificando en la foto a el guardia que resguarda la sección en la que me encuentro, y el mismo chico que me ayudo a despertar de mí pesadilla esta mañana.

- ¿Por qué a mí?, ¿Qué tengo que ver yo en todo esto?- pregunté porque a pesar de saber ya todo lo que el me explicaba con determinación, nunca pude obtener la respuesta a la pregunta del porqué tanto odio hacia mi y mi familia.

- Pues tu único error fue ser la hija de Edrik, puesto que el quiso desmantelar esta organización y e aquí las consecuencias, tú eres el mensaje que la familia Lombardi quiere dar, de que con ellos no se deben de meter, por eso vine hasta aquí, para que me ayudes a acabar con estos asesinos y a vengar la muerte de tu padre y hermana pequeña.

¿Eso es todo?,   ¿En verdad este era el gran misterio que escondía mi padre?,   ¿No había más que esto?.

- ¿Pero y no te da miedo terminar como mi padre? - pregunté al ver su determinación.

- No, por qué te tengo a ti- contestó seguro y solté una risa sarcástica.

- ¿Yo?, ¿En serio crees qué puedo hacer algo? - pregunté  perpleja.

- Emma  tu tienes el poder de destruirlos desde adentro, estás entrenada, no eres una novata, eres una profesional y como tal debes de demostrar que no se equivocaron en decir que serías mejor agente que tu madre - me dijo con un deje de suficiencia  - tú padre te enseño y te preparo para ser una de las mejores agentes del  LKA.

>>Tu puedes con ellos - afirmó  - confío en ti, gana su juego y has que paguen por destruirte la vida de esta manera.

- Y, ¿Qué se supone que tengo que hacer?.

-  Lo que debes hacer es acercarte a cada uno de ellos y usar las tácticas de seducción que aprendiste en la Academia, empatiza con ellos, acercate y vuelvete alguien influyente en sus sentimientos. Busca algún punto de quiebre, alguno de ellos tendrá que caer.

-¿Quieres qué seduzca a los hermanos? - pregunté en un tono burlón tratando de creer que todo lo que me decía era una mala  broma, pero su expresión me decía todo lo contrario.

- ¿Quieres que paguen por lo que te hicieron?- preguntó.

- Sí ,pero... - me interrumpió.

- Bueno esta es la solución más inteligente así que está en tus manos ser la rival que acabe con el siniestro juego de la familia Lombardi o ser una víctima más de estos.

Dicho esto se levantó de la silla en la que se encontraba y se despidió de mí saliendo de la sala y dejándome con la cabeza echa una batalla de ideas, pensamientos y deseos que no sería capaz de explicar.

Caminé  en busca de la sección D  y en el transcurso del camino crucé miradas con cada uno de los asesinos que acabaron con mi vida.

Parecen Angeles Caídos, demonios con aspectos perfectos que podrían hacer pecar hasta el ser más puro de la tierra, ellos no parecen chicos inocentes por el contrario se ven como seres infernales los cuales si te descuidas te harán arder en las llamas de el infierno que ellos mismos crearon.

Y ello me hace preguntarme, ¿Por qué no darles una probadita de mi infierno poniendo a batallar nuestros demonios?, a ver, ¿Cuáles salen ganando?, ya que no tengo nada que perder.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora