Capitulo 14

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♢Emma Foster♢

Todo se encontraba vacío, no había rastro de los guardias, ni de Griselda, incluso los cocineros ya no estaban, todo se mostraba  sospechosamente  desierto.

- ¿Dónde están todos?-  pregunté mientras  Iker   reparaba  cada una de las ezquinas del lugar en busca de algún movimiento humano.

- Tengo la misma información que tú - respondió irónico sin mirarme 

《 capullo 》

- Vamos - me indicó que lo siguiera  hacia la salida, pero la melodía de lo que parecía ser  una cajita de música nos frenó.

Los altavoces comenzaron a reproducir al unísono aquella melodía que en otra situación me parecería hermosa y la que ahora resultaba siniestra.

Quedamos quietos en medio de el comedor y Iker me tomó de la mano mirando hacia todos lados en un gesto protector; su acción por muy tonta  que paresca me  transmitió una  seguridad  reconfortante.

    Una pequeña muñeca apareció  caminando roboticamente hacia nuestra dirección, otra se nos acercó  por otro lado imitandola y para cuando quisimos salir aparecieron  más, todas repitiendo la misma frase grabada.

- Quiero jugar, Quiero jugar, Quiero jugar.

Iker  las pateó cuando estuvieron demasiado cerca  haciendolas volar por los aires, y entonces,  aparecieron cuatro hombres, todos con máscaras y trajes  de payaso ; uno de ellos recogió una de las  muñecas que Iker golpeó y la acarició como si fuera la flor más delicada e importante del mundo.

- Tranquila pequeña - le habló a la muñeca como si esta lo entendiera - Papá ya está aquí - Pegó su oído a la boca del juguete  - ¿Qué?, ¿Quieres que los castigue por hacerte daño? - miró a Iker  - De acuerdo pequeña, papá los castigara - sonrió macabramente para luego entregarsela a uno de los hombres tras de él - Iker Lombardi - se acercó  a paso relajado a nosotros  haciendo que este    se posara firme en su lugar sin mostrar ningún apise de miedo - Tú y tu peculiar familia nos han humillado y destronado de el mandato por años,  llegó  la hora de demostrarte  que con los  Bianchi nadie se debe meter y quitarte esos aires de superioridad que creen los de tu asquerosa familia tener.

- No me digas - hizo  una pausa inclinando su cabeza a un lado -¿Y quién me lo va a demostrar?, ¿Un grupo de payasos, equizofrenicos que hablan con muñecas?- preguntó el chico de ojos azules a mi lado  desafiante y sonriente; cosa que no me resultó para nada prudente -  dejame adivinar - dijo parandose frente a mi cubriendome con su cuerpo - ¿Me invitaras a tomar el té  con tus muñecas?, o, ¿nos haremos las uñas?- El payaso soltó a reír con una sonóra  carcajada que hizo eco por todo el lugar y me puso los pelos de punta.

- Pues sí - respondió divertido - lo que en ves de jugar con mis muñecas, jugaremos con la tuya - dijo descomponiendo el rostro de Iker quién rápido se volteó a verme.

        Brazos fuertes me envolvieron  por detrás y grité forcejeando por ser liberada, mis actos distrayendo a el chico de ojos azules  el cual me miró alarmado y, cuando intentó salvarme ....

- ¡Cuidado ! - le grité pero para cuando se volteó el payaso lo golpeó  haciendo que perdiera el conocimiento - ¡Iker ! - un golpe fuerte en mi nuca me nubló os sentidos y fui perdiendo el foco hasta que todo se volvió oscuro.



                                    ☆☆☆

Me duele la cabeza, las muñecas me arden y los músculos de mis brazos duelen  como si hubiese hecho un gran ezfuerzo con ellos;  trato de abrir los ojos y todo está distorcionado, no veo bien, solo  distingo sombras moverse frente a mi.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora