Fill: "- ¿Y qué con los demás animales? ¿Con cuáles lo probaste?"
Eminel: "- Mejor no hablemos de eso. Concentrémonos en las nutrias. Y chico, ¿cómo te llamas? Por cierto, bienvenido a la rebelión."
?: "- ..."
Asger: "- Creemos que tiene amnesia. ¿De casualidad tienes algo para curarlo?"
El silencio inundó la sala y, al instante, sonó una gran explosión proveniente de la habitación de Eminel. En ese momento, una gran cantidad de animales salió destruyendo la sala y golpeando a miembros de la rebelión. Entonces, Eminel comenzó a perseguirlos mientras gritaba que se detuvieran, mientras que el chico soltaba una gran carcajada.
?: "- ¡JAJJAJJAJAJAAJA! ¿Esto en serio? ¿Ustedes son la rebelión? Debo suponer que ustedes no son los únicos, ¿verdad?"
Eminel: "- ¿Y cómo se supone que te llamas tú? O tienes amnesia o algo por el estilo. Vamos, chico, es tu momento, preséntate."
Asger: "- No, aproximadamente somos unos quinientos rebeldes, pero concuerdo con Eminel. Deberías presentarte."
?: "- Bueno, creo que es justo que me presente. Mi nombre es Gosen Desnar."
Eminel: "- Bueno, 'Gosen', ¿entonces por qué te uniste a la rebelión?"
Gosen: "- Eeee, no soy miembro de la rebelión. Solo estoy aquí porque tus amigos me arrastraron a este lugar."
Fill: "- Idiota, te salvamos. Si no te hubiéramos traído, los hombres del duque te hubieran matado."
Nigsen: "- Tranquilo, Fill, es solo un joven. Deberías relajarte."
Gosen soltó una risa burlona ante las palabras de Fill, como si la amenaza de muerte no le afectara en lo más mínimo. Eso desconcertó a los rebeldes, que miraron entre ellos con expresiones de confusión.
Eminel, molesto por la interrupción de su experimento y la destrucción de su sala, se acercó a Gosen con mirada desafiante. Eminel: ¿Y qué se supone que haremos contigo, Gosen? No pareces ser de confianza.
Gosen, sin inmutarse, respondió con una sonrisa cínica.
Gosen: Relájate, alquimista. No tengo intenciones de traicionarlos ni nada por el estilo. Además, ¿por qué iba a unirme a su rebelión? La verdad es que me importa un comino lo que hagan.
Asger, tratando de mantener la calma, intervino para entender mejor la situación.
Asger: Entonces, ¿por qué estabas en ese bosque? ¿Cómo llegaste a caer del cielo?
Gosen, con expresión indiferente, se encogió de hombros.
Gosen: Bueno, eso es algo que no recuerdo. Mi mente está en blanco, como si alguien hubiera borrado todo.
Nigsen, intrigado, preguntó:
Nigsen: ¿Qué hacías antes de caer del cielo?
Gosen pareció reflexionar por un momento antes de responder con ironía
Gosen: Seguro que no estaba haciendo turismo por este encantador lugar. Pero, honestamente, no tengo idea.
Fill, aún desconfiado, señaló con su espada a Gosen.
Fill: Deberíamos mantenerlo vigilado. No sabemos qué intenciones pueda tener.
Antes de que la discusión continuara, un estruendo resonó nuevamente desde la habitación de Eminel. Los rebeldes se apresuraron a ver qué ocurría y encontraron al alquimista enfrentándose a los animales que se habían vuelto incontrolables.
Gosen, divertido, comentó con sarcasmo:
Gosen: Parece que tu amigo alquimista tiene problemas con sus "experimentos".
Asger suspiró y se volvió hacia Gosen.
Asger: Aunque no confiemos del todo en ti, por ahora quédate con nosotros. Parece que tu llegada ha traído más caos del que imaginábamos.
Gosen, sin mostrar preocupación, se unió a la lucha contra los animales liberados por Eminel, mientras los rebeldes se preparaban para enfrentar no solo al duque, sino también a las incógnitas que acompañaban a Gosen ,de un momento a otro la energía manifestó alrededor de su cuerpo y diciendo .
Gosen- abajo
Esto provocó que todos los seres vivos alrededor de más de tres kilómetros cayeron al suelo siendo aplastado por una fuerza invisible esto provocó que eminel le aparezcan brillitos en los ojos y sorprendida pregunto
Eminel- que esta cosa quien se supone que eres, eres capaz de manipular la energía sin ningún tipo de conjuro esto amerita unas pruebas científicas
Asger- este no es el momento eminel estamos siendo aplastados, gosen detente por favor .
Dijo gritando lo que provocó que gosen se detuviere y se diera cuenta que los únicos seres que seguían consientes eran asger eminel y el mismo lo que provocó que soltara una risa nerviosa
Gosen se rió nerviosamente ante la mirada de asombro de los presentes. Mientras el caos se desataba alrededor, los rebeldes intentaban entender la magnitud del poder que Gosen poseía.Fill, recuperándose del impacto de la fuerza invisible, miró a Gosen con desconfianza.
Fill: ¿Qué demonios acabas de hacer? ¿Cómo controlas esa energía?
Gosen, encogiéndose de hombros, respondió con indiferencia.
Gosen: Ni yo mismo lo sé. Parece que mi cuerpo simplemente reacciona así. Pero no se preocupen, no creo que pueda controlarlo a voluntad.
Asger, con voz firme, intervino.
Asger: Necesitamos respuestas, Gosen. ¿Quién eres realmente y por qué estás aquí?
Gosen suspiró y se sentó en el suelo, como si el peso de la situación le hubiera afectado de repente.
Gosen: Como les dije antes, mi mente está en blanco. No tengo recuerdos previos a caer del cielo. Pero algo en mí parece reaccionar a la necesidad de protegerme.
Nigsen, observando atentamente, preguntó:
Nigsen: ¿Y por qué estabas en el bosque? ¿Por qué caíste del cielo?
Gosen frunció el ceño, tratando de recordar.
Gosen: No lo sé con certeza. Todo está borroso. Pero siento que hay algo importante que debo descubrir.
Eminel, que había estado recogiendo sus cosas dispersas, se acercó con un brillo en los ojos.
Eminel: "- ¡Increíble! ¡Esa energía! Debo estudiarla más a fondo. ¿Puedo hacer algunas pruebas contigo, Gosen?"
Gosen, con una expresión entre divertida y resignada, asintió.
Gosen: "- Haz lo que quieras, siempre y cuando no me vuelvas a lanzar al suelo."
La situación en la base de la rebelión era una mezcla de confusión, curiosidad y preocupación. Mientras Eminel realizaba sus experimentos, los rebeldes discutían sobre qué hacer con Gosen y cómo integrarlo a sus filas, si es que decidían confiar en él.
De repente, una sombra se proyectó sobre la entrada de la base, interrumpiendo la escena. Todos se volvieron hacia la figura que se materializaba lentamente. Era un mensajero con un pergamino en la mano.
Mensajero: "- ¡Rebeldes! El duque ha descubierto su escondite. Está enviando un ejército para aplastarlos. ¡Prepárense para la batalla!"
El ambiente tenso se cargó aún más, y Gosen, aunque ajeno a los problemas del duque, se levantó con una expresión seria. Las verdaderas pruebas para la rebelión acababan de comenzar.