La voz misteriosa se posó sobre su espalda y, con un tono enigmático, pronunció: "¿En serio eres tú, Gosen? No pareces mi hermanito, eres mucho más débil". Gosen escuchaba atentamente, confundido por las palabras que oía. La voz continuó: "Tu alma está rota, solo tienes un fragmento... eres un impuro La voz misteriosa continuó riéndose de manera descontrolada antes de dirigirse nuevamente a Gosen. , pero sigues siendo más fuerte que un concepto normal".
Gosen permaneció en silencio por un momento, procesando la información. Finalmente, se atrevió a preguntar: "¿Qué sabes de mí?". La misteriosa voz respondió de manera enigmática: "Sin recuerdos... como soy un buen hermano, te voy a dar unos regalitos. Sabes, preocupaste a padre y a nuestros hermanos. Pensamos que moriste".
La voz misteriosa chasqueó los dedos y al instante la realidad se distorsionó, transformando el entorno en un lugar oscuro y desconocido, donde unas sillas se alzaban en el centro. La voz continuó hablando, explicando a Gosen la situación de su alma fragmentada y la existencia de pedazos dispersos en distintos lugares, como otros universos y dimensiones. Sin embargo, le mencionó que, como su alma, debería poder sentirlos.
Luego, de manera enigmática, la voz ofreció a Gosen una solución en forma de un regalo: una puerta gigante se abrió, revelando la presencia de un imponente cerbero. El animal, con sus múltiples cabezas, se acercó a Gosen moviendo la cola y lo lamió con cariño. Sorprendido, Gosen preguntó qué era ese ser, a lo que la voz respondió que se trataba de su guardián, un regalo dado por dios para protegerlo en momentos de peligro.
Confundido por la revelación, Gosen intentó comprender la situación, pero la voz lo interrumpió, dándose cuenta de su error al mencionar a su padre. A continuación, le entregó una botella plateada y le deseó suerte antes de hacer desaparecer las sillas, haciendo que Gosen cayera desde varios metros de altura.
Mientras Gosen se recuperaba del impacto, observó la botella plateada en sus manos, preguntándose qué secretos y desafíos le deparaban ahora. Mirando al cerbero, decidió darle un nombre apropiado a su fiel guardián. Después de reflexionar un momento, decidió llamarlo "Lance", un nombre que reflejaba la fuerza y lealtad del animal.
Decidido a descubrir la verdad sobre su alma fragmentada y el propósito de su guardián, Gosen se levantó del suelo y tomó la botella plateada con determinación. Con un nuevo sentido de propósito, se preparó para enfrentar los desafíos que le esperaban en su búsqueda por la verdad y la redención.
Con Lance a su lado, Gosen decidió que era mejor compartir su situación con sus compañeros. Después de todo, tal vez juntos podrían encontrar respuestas que él solo no podía entender.
Dirigiéndose a su fiel guardián, Gosen preguntó con cierta curiosidad: "¿No puedes volar, verdad?". Antes de que pudiera terminar la pregunta, Lance creció rápidamente hasta alcanzar su tamaño real y lo mordió con suavidad pero firmeza, permitiéndole subir a su lomo.
Con Lance convertido en su medio de transporte, Gosen se aferró mientras el cerbero comenzaba a correr con determinación. Gosen luchaba por limpiar la baba que había quedado en su ropa, mientras intentaba darle las direcciones correctas a Lance para que los llevara hacia donde se encontraban sus compañeros.
Mientras Gosen explicaba la situación, Lance permanecía erguido y majestuoso, con sus tres cabezas altivas y su imponente estatura de 10 metros de largo y 10 de alto. El grupo escuchaba con atención, asimilando la magnitud de lo que estaban a punto de enfrentar.
Fill se rascó la cabeza, tratando de procesar toda la información. "Entonces, ¿debemos buscar todos los fragmentos de tu alma dispersos por diferentes lugares?", preguntó, tratando de entender la tarea que tenían por delante.
Eminel, con una mirada determinada, respondió: "Sí, parece ser la única forma de restaurar completamente tu alma". Miró a Lance con curiosidad. "Y parece que tenemos un compañero muy peculiar para ayudarnos en esta misión".
Asger se puso de pie, listo para la acción. "Entonces, ¿cuál es nuestro primer paso?", preguntó, ansioso por comenzar la búsqueda.
Gosen miró a Lance, quien asintió con una de sus cabezas, mostrando su disposición para guiarlos. "Nuestro primer paso es investigar lo que nos dejó la voz misteriosa", dijo Gosen, determinado. "La botella plateada que nos entregó podría contener pistas sobre los fragmentos de mi alma".
Con un nuevo sentido de propósito, el grupo se puso en marcha, siguiendo a Gosen hacia su próximo destino. Sabían que el camino que tenían por delante sería difícil y peligroso, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos, con valentía y determinación.
Mientras avanzaban hacia lo desconocido, una sensación de camaradería y confianza se apoderaba de ellos. Sabían que, con su unión como equipo, serían capaces de superar cualquier desafío que se les presentara en el camino hacia la recuperación del alma de Gosen.
Mientras el grupo se preparaba para investigar la botella plateada entregada por la misteriosa voz, Eminel intentó acercarse a Gosen para echar un vistazo, pero Lance, celoso de su protectorado, reaccionó rápidamente. Con un rápido movimiento de una de sus patas, la apartó de un manotazo, asegurándose de que no interfiriera. Luego, con otra ágil maniobra, subió a Gosen a una de sus cabezas mientras estaba distraído, preparándose para partir hacia su próximo destino.
Lance, seguido por Fill y Eminel a caballo, corría a toda velocidad hasta llegar a una hermosa cascada junto a un lago. Allí, Lance dio un rugido con sus tres cabezas, y el agua del lago se convirtió en un portal brillante que conducía a otro lugar. Gosen, aún en el lomo de Lance, se preparó para cruzar el portal junto con sus compañeros. Eminel y Fill, montados en sus caballos, se acercaron al borde del lago, observando el portal con una mezcla de emoción y aprehensión.
Gosen, mirando hacia adelante con determinación, dio las gracias a Lance por abrir el portal y se preparó para saltar. Con un último vistazo hacia atrás para asegurarse de que todos estuvieran listos, Gosen instó a Lance a avanzar. El cerbero dio otro rugido, y con un poderoso salto, atravesaron el portal brillante hacia lo desconocido.
Al otro lado del portal, se encontraron en un paisaje completamente diferente. Una vasta llanura se extendía ante ellos, salpicada de colinas y bosques en la distancia. El cielo estaba teñido de tonos violetas y rosados, creando un espectáculo celestial que dejó a todos maravillados.
Fill y Eminel, aún asombrados por el viaje a través del portal, miraron a su alrededor con asombro y expectación. Gosen, con determinación en sus ojos, les indicó que siguieran adelante. Sabían que tenían una misión que cumplir, y nada los detendría en su búsqueda de respuestas y redención. Con Lance a la cabeza, el grupo se adentró en el paisaje desconocido, preparados para enfrentar los desafíos que les esperaban en su camino.