La decisión de partir hacia el antiguo templo pesaba en los hombros de Gosen y Fill, quienes fuero enviados por eminel para buscar un objeto necesario para crea un artefacto inmenso poder . Con determinación en sus corazones, se adentraron en la jungla densa, donde los rayos del sol apenas se filtraban entre las hojas.
A medida que avanzaban, la vegetación se volvía más densa, y los sonidos de la naturaleza se transformaban en susurros misteriosos que parecían guiarlos hacia su destino. Sin embargo, también enfrentaron peligros: criaturas salvajes y trampas ocultas dejadas por antiguos guardianes del templo.
Fill estaba nervioso, recordando la traición pasada y la sombra de la culpabilidad que aún lo perseguía. Cada crujido de las ramas y cada sombra moviéndose entre los árboles lo llenaba de ansiedad, pero la determinación de Gosen lo mantenía en movimiento.
Gosen irradiaba una confianza inquebrantable, con su espada del orden lista para defenderlos de cualquier amenaza. Cada obstáculo que encontraban lo enfrentaban con valentía
El sol se hundía lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados mientras Gosen y Fill avanzaban por la jungla. Con la noche acechando entre los árboles, decidieron establecer un campamento temporal para descansar antes de continuar su viaje hacia el templo sagrado.
Mientras encendían el fuego y preparaban la cena, Fill parecía inquieto, como si una carga pesada pesara sobre sus hombros. Gosen lo notó y, con la calidez de un amigo, le ofreció un oído dispuesto para escuchar.
Fill vaciló al principio, pero finalmente decidió abrirse, compartiendo los secretos y las penas que había guardado en lo más profundo de su corazón. Habló de los días de su infancia, de los momentos de risas y travesuras compartidas con su hermano Trebol, la persona más importante en su vida. Luego, con voz temblorosa, narró el fatídico día en que Trebol sacrificó su vida para proteger la base de la rebelión, un acto de valentía que lo dejó marcado para siempre.
Fill también compartió las razones que lo llevaron a unirse a la rebelión, la injusticia que había presenciado bajo el gobierno del duque, la opresión sufrida por su pueblo y la sed de justicia que ardía en su corazón desde entonces.
Gosen escuchó en silencio, sintiendo el peso de las palabras de su amigo. Con paciencia y comprensión, le ofreció consuelo y apoyo, prometiéndole estar a su lado en cada paso del camino.
Así, con el fuego crepitando a su alrededor y las estrellas brillando en lo alto, Gosen y Fill compartieron historias y risas, fortaleciendo su vínculo de amistad en medio de la oscuridad de la jungla. Y mientras la noche avanzaba, ambos sabían que estaban un paso más cerca de su destino, listos para enfrentar lo que el mañana les deparaba en el camino hacia el templo sagrado.
Fill notó la presencia de la espada del orden, colgando del lado derecho de Gosen, y no pudo contener su curiosidad.
"¿Qué es esa espada que llevas contigo?" preguntó Fill, señalando hacia el arma con intriga.
Gosen sonrió ligeramente ante la pregunta de Fill. "Esta es la espada del orden", respondió, mientras acariciaba la empuñadura con reverencia. "Es una herramienta poderosa, una aliada en nuestra lucha contra la oscuridad."