capitulo 9 (amistad verdadera)

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Días antes de la guerra, Gosen se encontraba en lo alto de una majestuosa montaña, contemplando el paisaje que se extendía ante él en toda su grandiosidad. A su lado estaban Fill y Emenil, compañeros de lucha y aventuras, quienes compartían su asombro por la belleza natural que les rodeaba.


El panorama era impresionante: imponentes montañas se alzaban hacia el cielo, cubiertas de densos bosques que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. Los ríos serpenteaban entre los valles, alimentando lagos de aguas cristalinas que reflejaban el resplandor del sol. La flora y fauna de aquel lugar eran igualmente fascinantes: árboles centenarios se erguían majestuosos, mientras que extrañas criaturas, algunas con formas y colores nunca antes vistos, se movían entre la vegetación.


Gosen, a pesar de su vasta experiencia en otros mundos, se encontraba verdaderamente sorprendido por la belleza de aquel lugar. Sus ojos capturaban cada detalle con asombro, como si estuviera viendo la naturaleza por primera vez. La luz del sol acariciaba su rostro, iluminando sus rasgos serenos y reflejando en sus ojos una mezcla de admiración y paz interior.


Emenil, con su característica energía y entusiasmo, interrumpió el momento de contemplación para recordarles la lección de energía del día. Fill, notando la expresión de sorpresa en el rostro de Gosen, no pudo evitar preguntar si era la primera vez que veía algo tan hermoso. La respuesta de Gosen, cargada de nostalgia y misterio, revelaba un vínculo especial con aquel mundo que no podía explicar completamente, pero que lo llenaba de una sensación de asombro y gratitud.



Emelin comenzó su explicación con una paciencia y claridad característica. Señaló que en el universo existían distintas formas de manejar la energía, cada una con sus propias características y aplicaciones. Enumeró las cinco principales categorías de usuarios de energía: los Creadores, los Sanadores, los Convertidores, los Alquimistas y los Elementales.


Los Creadores eran aquellos capaces de materializar sus pensamientos y deseos en la realidad, manipulando la energía para dar forma a objetos, estructuras o incluso seres vivos. Eran artistas en el sentido más puro de la palabra, creando belleza y funcionalidad a partir de la nada.


Los Sanadores se especializaban en canalizar y dirigir la energía para restaurar la salud y el equilibrio en los seres vivos. Podían aliviar dolores, acelerar la curación de heridas y enfermedades, e incluso revitalizar organismos debilitados. Su labor era fundamental para mantener la armonía y el bienestar en la comunidad.


"Los Convertidores, además de tener la capacidad de transformar un tipo de energía en otro, también poseían la habilidad de alterar su forma física para adoptar la apariencia de animales humanoides. Esta transformación les permitía adaptarse a diferentes situaciones y entornos con mayor facilidad, aprovechando las habilidades y características de las criaturas que emulaban. Eran versátiles y ágiles, capaces de cambiar su aspecto según lo requiriera la situación, ya sea para camuflarse, infiltrarse o enfrentarse a desafíos específicos. Su dominio sobre la energía les permitía moldear su cuerpo de manera precisa y fluida, convirtiéndose en maestros de la metamorfosis tanto física como energética.


Los Alquimistas se dedicaban al estudio y manipulación de las propiedades esenciales de la materia y la energía, buscando transmutar elementos y descubrir nuevas formas de composición y estructura. Sus experimentos podían tener resultados tanto prácticos como filosóficos, explorando los límites y posibilidades de la realidad.

El concepto del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora