capitulo 12 (el rencuentro)

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Mientras Gosen y sus amigos exploraban este mundo fascinante, Fill reflexionó sobre su nueva situación sin un brazo. A pesar de la pérdida, se sentía reconfortado por la compañía de sus amigos y la emoción de la aventura que les esperaba. A medida que se sumergían más en este mundo lleno de maravillas, Fill comenzaba a sentirse más cómodo con su nueva realidad, encontrando fuerza y determinación en la superación de los desafíos que se presentaban en su camino.

En ese momento, Lance se despertó de un sobresalto y rápidamente se percató de la ausencia de Gosen. Preocupado, salió disparado en su búsqueda y, al encontrarlo, lo agarró con fuerza y lo colocó en una de sus cabezas, emitiendo gruñidos celosos hacia Fill y Eminel. Gosen trató de calmar a Lance, acariciando suavemente su hocico y murmurando palabras tranquilizadoras. Una vez que Lance se calmó, el grupo continuó su exploración, encontrando aún más maravillas en su camino.

Descubrieron cuevas misteriosas adornadas con cristales brillantes que emitían destellos de luz, iluminando las profundidades de la tierra con colores deslumbrantes. Encontraron criaturas subterráneas que parecían haber salido de un cuento de hadas, con ojos resplandecientes y pelajes relucientes que reflejaban la luz de los cristales.

Mientras tanto, Lance se mantenía alerta, vigilando cada movimiento y gruñendo ocasionalmente para mantener a raya a cualquier criatura que se acercara demasiado a Gosen. A pesar de su actitud protectora, el grupo se sentía agradecido por tener a Lance como su fiel compañero, guiándolos y protegiéndolos en su aventura.

A medida que avanzaban, también se encontraron con un valle lleno de flores brillantes y exuberantes, cuyos aromas dulces llenaban el aire y alegraban sus corazones. Las flores bailaban con la brisa suave y el grupo se detuvo un momento para disfrutar de la belleza que los rodeaba, sintiéndose más unidos que nunca en su viaje.

Con cada nueva maravilla que descubrían, el vínculo entre Gosen, Lance, Fill y Eminel se fortalecía, formando un equipo valiente y unido que estaba listo para enfrentar cualquier desafío que el mundo les presentara. Juntos, continuaron explorando, ansiosos por descubrir qué otras sorpresas les deparaba su viaje.

Era Lance quien los estaba llevando a un gran reino habitado por elfos, un lugar conocido como Eldoria. Mientras los chicos estaban admirando las impresionantes murallas que rodeaban la ciudad, una mujer elfo se acercó a ellos con elegancia y gracia.

Con un vestido de seda que ondeaba con el viento y una mirada penetrante, la mujer elfo les pidió que revelaran sus nombres y les preguntó por qué habían venido al reino de Eldoria. Su voz era suave pero firme, y sus ojos reflejaban una mezcla de curiosidad y cautela mientras los observaba detenidamente.

Mientras Gosen, Fill y Eminel seguían a Elara hacia el interior de las murallas de Eldoria, Lance se quedó afuera, vigilante y alerta. Aunque no podía ingresar al reino de los elfos, el cerbero permanecía atento, asegurándose de que su protegido estuviera a salvo.

Con sus tres cabezas girando en todas direcciones, Lance vigilaba el área circundante, listo para proteger a Gosen y sus amigos en caso de peligro. Su lealtad hacia Gosen era inquebrantable, y no permitiría que nada los amenazara mientras estuvieran en el reino de Eldoria.

Por supuesto, aquí hay algunas historias y mitos que Elara podría haber compartido con Gosen, Fill y Eminel mientras los guiaba por Eldoria:

El concepto del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora