Min-seok salió de compras.
Normalmente odiaba esto con toda su alma. Odia tener que probarse ropa y que no sea de su talla, o no le quede como le gusta a pesar de verse perfecta en el maniquí.
Aparte de las veces que lo han enviado a la sección de niños por su talla y altura, es vergonzoso.
¡Y buscar zapatos en su talla es incluso peor!
Pero algo le emociona. Algo sobre comprar un par de tacones por primera vez le hace creer que en esta oportunidad no será tan terrible.
— ¿Qué dices, Min-hyeong hyung? — le pregunta al alfa que se encontraba en la tienda junto a él. Min-seok intenta modelar los tacones, este es el tercer par que se prueba, intenta seguir los consejos de su primera clase: hombros relajados, espalda recta, mentón en alto, un pie frente al otro, un, dos, tres, cuatro... — ¿te parecen lindos?
Son todo lo que Jae-lin, su nueva coreógrafa, le había indicado; sujetan su tobillo, aunque puede sentir sus pies tambalear. Le tomará un par de días acostumbrarse a caminar en ellos, no se atreve a imaginar cuánto tiempo le llevará sentirse cómodo bailando sobre lo que siente son un par de zancos.
— Son... le quedan muy bonitos, Min-seok — El omega deja de mirarse a sí mismo en el espejo como había estado practicando en las salas de baile, su mirada ahora en su guardaespaldas. Puede ver su expresión, es extraña, cree poder notar como su alfa se encuentra batallando consigo mismo para no hacer o decir algo que vaya en contra de su imágen profesional.
Huh, se da cuenta que a él le gusta ver a Min-seok así, sus ojos tratando de no devorarlo con la mirada, bien, una pequeña pieza más en el rompecabezas que es Min-hyeong: le gustan los tacones. O al menos, como Min-seok se ve con ellos.
— Bien. Me los llevo — Decide el omega, mientras se quitaba los tacones, la asistente de ventas asiente y lo felicita por su "excelente decisión", una sonrisa en su rostro y la caja de los zapatos en sus manos, lista para ser llevada al mostrador principal.
Min-hyeong lleva la bolsa con sus tacones nuevos, un par de pasos detrás de él mientras caminan al estacionamiento en busca del vehículo de la agencia. La distancia lo mata, lo que daría por poder caminar de su mano.
Pero una chica se le acerca, una fan tímida que solo le pide una selfie con ella; su guardaespaldas vuelve a su lado, listo para sacarlo de ahí de ser necesario, su mirada en ambos mientras posan para la foto, atento. El flash de la cámara lo ciega unos segundos, y Min-seok recuerda exactamente por qué no pueden.
Los fans. Interactuar con ellos, sentir su apoyo, leer sus opiniones sobre sus últimos proyectos, la silla de maquillaje, las luces, el reflejo de la cámara, no sabe cómo sería vivir sin ellos, ha pasado toda su vida bajo las luces del escenario, no se puede imaginar una vida sin esto, y la posibilidad de estar comprometiendo su carrera por un alfa cuando todo podría terminar mañana, no le sienta bien.
Eso no significa que no pueda fantasear con la idea.
— Min-hyeong, tengo hambre — Tal vez no pueda tomar su mano en público, tal vez no puedan besarse mientras salen de compras, y puede que tal vez la gente aún no haya olvidado el incidente de las fotografías de hace algunos meses, pero por una tarde, puede permitirse imaginar lo que sería ir en una cita con el alfa que le quita el aliento — ¿Vamos a comer algo?
Y así es como terminan aquí, la van blanca estacionada cerca de uno de los puentes que unen la ciudad, el río Han iluminado por los últimos rayos del sol, los faroles de la plaza cercana aún apagados, empaques de comida rápida en el suelo de la cabina trasera. El aire fresco de la tarde le enfría la nariz, las hamburguesas que pidieron ya no dejan ir vapor de lo rápido que se enfriaron, y siente que su vaso de refresco le congela la garganta cuando lo bebe. Aun así, con Min-hyeong a su lado, es perfecto.
En este estacionamiento, solo ellos dos, conversaciones poco profundas, el atardecer, y comida barata. Es todo lo que necesita.
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El Guardaespaldas (GuRia, ABO, R18+)
RomanceMin-hyeong es un alfa que trabaja como guardaespaldas para las estrellas y idols, cree tener una idea clara de el arquetipo de sus clientes, hasta que conoce a Ryu Min-seok, mejor conocido como Keria, un ex-actor infantil que debuta como K-pop Idol...