El Guardaespaldas (GuRia, ABO, R18+)

12. El beso

Sus manos tiemblan.

Apenas logra sostener la copa de agua entre sus dedos. No comprende por qué, pero siente que está de vuelta a sus dieciséis años; cuando llevaba una carta en la mochila para entregársela a la omega que le gustaba de la clase C, pensando que todos lo estaban mirando, que todos sabían. Desde entonces, no experimentaba estas sensaciones: la ansiedad, el palpitar de su corazón, mariposas en el estómago, manos temblorosas y la pierna temblando de ansiedad.

No entiende por qué se siente así; después de todo, solo son él y el omega. Pero este no es un omega cualquiera, ¿o sí? Es Choi Woo-je. Su Woo-je. Antes de esta noche, hace solo unas horas, nunca se atrevió a pensar en él de otra manera que no fuera como un buen amigo, un hermano menor, su protegido. No, jamás. No, ¿cierto? No... ¿verdad?

Ahora, al verlo frente a él en algún restaurante popular de Itaewon, revisando el menú, se cuestiona si Woo-je tiene razón. Quizá no lo hubiera expresado con las mismas palabras, pero todo lo que dijo era cierto.

"Por favor, Hyeon-jun, prácticamente vivo contigo, duermo en tu misma cama, has conocido a mis padres y yo a los tuyos, y claramente la idea de que salga con otro alfa te revuelve el estómago."

Es verdad. Woo-je duerme entre sus brazos la mayoría de las noches que no está en turno, su cepillo de dientes junto al suyo, sus zapatos en la puerta de entrada, su marca de cereales favorita sobre el refrigerador, compra té por él, aunque Hyeon-jun solo beba café. Hace meses, cuando vivía solo, bastaba con un par de platos y cubiertos en el departamento, pero desde entonces tiene una colección de tazas y vasos que lo hacen pensar en él, y que no pudo evitar comprar. Incluso comenzó a hacer la lista de compras pensando en ambos, su despensa llena de snacks y bebidas que le gustan para pasar su celo.

Hace meses llevó a Woo-je a conocer a su familia; fue para una cena de año nuevo, su familia lo adoró inmediatamente, igual que él. Su madre siempre pregunta cómo está el omega, si ha comido, si lo está cuidando; está seguro de que su hermana no pregunta solo porque habla directamente con él. A veces es ella quien se entera primero y lo llama para hacerle saber que Woo-je se encuentra en camino. En camino a pasar sus celos en su departamento, en su casa, su hogar, rodeado por la esencia del alfa, y ahora que lo piensa, quizá esa debió ser su primera señal. Tal vez realmente era un idiota, uno ciego y con buenas intenciones, pero un idiota al final del día.

Los padres de Woo-je fueron otra historia; realmente se sintió como conocer a un par de suegros. Su padre no confiaba en él, por más que le asegurara que estaba ahí solo para cuidar al omega, que no buscaba salir con él, que lo veía solo como un hermano. Ugh, esa será una conversación incómoda en el futuro. Ojalá jamás tenga que volver a verlo en su vida; está seguro de que lo matará si sabe que siquiera respira cerca de Woo-je, menos si sabe que duerme con él y que ahora lo ha sacado a una cita. ¡No llevan ni una cita completa y ya está pensando en cómo enfrentar a sus suegros! Por Dios, Woo-je tiene razón, ya estaban saliendo incluso antes de esto.

— Puedo escuchar desde aquí esa mente tuya sobrepensando — La voz del omega detiene su tren de pensamiento, su mirada se eleva del menú — ¿Qué pasa?

Pero cuando lo mira se da cuenta de que es verdad, que si hubiera alguien frente a Woo-je que no fuera él, algún otro alfa, algún idiota que seguramente ni se lo merece... de solo pensarlo, se le revuelve el estómago.

— Nada — No, nada realmente pasa por su mente, nada salvo esos ojitos pequeños que lo miran y le hacen preguntarse cómo no lo vio antes, ¿cómo no se dio cuenta? — ¿Ya sabes qué vas a pedir?

— Hmm — Su ceja se levanta, escéptico, pero aun así, no dice más, cree saber exactamente lo que está pasando en su mente, siempre lo sabe, a veces hasta le asusta que Woo-je sepa exactamente qué pasa en su cabeza con solo mirarlo — Estoy entre estos dos...

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