Pequeño Siervo

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Había una vez un pequeño siervo en el bosque, siempre salía a caminar con su madre pues era la única compañía que tenía, su padre se la pasaba desafiando a otros siervos más viejos que él, para el pequeño siervo eso era absurdo pero no le tomaba mucha importancia pues su vida básicamente giraba en torno a su madre, no tenía amigos, le era difícil congeniar con los demás, mucho más por la presión que le ejercía su padre por ser el más fuerte y así ser cómo él y poder desafiar a los demás siervos.

Un día el pequeño siervo decidió ir muy temprano en la mañana a caminar pero para su mala suerte un lince se encontraba cerca del lugar, el siervo no se había percatado de la presencia de aquel lince así que en su inocencia siguió caminando como si nada hasta que este esperando el momento para atacar finalmente se abalanzó sobre aquel siervo indefenso, el pequeño siervo no sabía qué hacer, para su suerte alguien había empujado al lince con sus cuernos, era su madre, de pronto empezaron a correr, el lince estaba apunto de alcanzarlos hasta que se escuchó el grito de la madre del aquel pequeño siervo, su madre le dijo que se vaya rápido, él no quería pero no tenía opción, su padre tenía razón tenía que volverse más fuerte porque gracias a eso no podía hacer nada para salvar a su madre que estaba siendo atacada por el lince, se sintió bastante inútil, pobre siervo, y en cuanto se dio la vuelta con toda la culpa encima, lo vio, vio como su padre miraba aquella escena a lo lejos, no se movió, ni nada, sólo miraba, un gran resentimiento surgió del pequeño siervo hacia su padre.

Finalmente un siervo de mayor rango ayudó a su madre y esta se recuperó pero la culpa, el sentimiento de inutilidad y el resentimiento nunca se fue, hasta la actualidad sigue afectando aquello en las decisiones y actitudes que toma el siervo ya adulto.

¿Pero qué pasaría si en realidad no estamos hablando de un siervo?

Después de Todo (JakexTom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora