No te enamores de Eleaonor

15

Capítulo 15

Desperté por el sol brillante que atravesaba mis - ahora - rosadas cortinas. Parpadeo con suma lentitud y me dolía abrir los ojos.

Claro, después de tantas lágrimas llegaron las lagañas a mis extremadamente rojizos ojos.

Debía pensar ya en una historia para contarle a Catherine, no podía ir así a la escuela, digo, no tenía voz por tantos gritos, mí cara estaba hinchada y con tintes rojos en la nariz y en mis pómulos. Mis labios estaban agrietados de tanto haberlos mordido.

No podía ir así a la escuela, obviamente muy pocos me notarían, pero, no quería quedar como la desquiciada y sucia de la clase. Tomé mí teléfono observando la hora 7:30.

Elevé y bajé mis hombros con desinterés y tiré mí teléfono contra mi colchón. Me fui hacia al baño a realizar todas las tareas que debía realizar y salí caminando envuelta en la toalla buscando mi uniforme.

Estaba poniéndome mí falda blanca cuando siento algo vibrar, observo confundida el teléfono, ¿Quién me mandaría un mensaje a éstas horas?

Lo tomé fuertemente y con enfado, solo viendo TikToks que me había mandado Cat acerca del amor y un último mensaje que decía.

"Debo hablar contigo, nos vemos en la fuente a las 17:00"

Con confusión solté la toalla de mí cabello y comencé a checarlo, la tiré al cesto de la ropa sucia y le envié un mensaje.

"¿Cat? ¿Te metiste en algún lío?"
"¿Acaso no puedes decírmelo en clases?"

Ví las dos marcas de que me había clavado el visto, maldita seas Johnson, tú y tus dramas. Ya vendrías corriendo a mí para pedirme mis tareas y trabajos prácticos y no te los compartiré, pensé.

Sin más que hacer até mis cordones, tomé una manzana verde y me dirigí hacia la puerta del departamento, abro la puerta y salgo cerrándola con llave detrás de mí.

(...)

Miré el instituto con cierta tristeza y cierta alegría. Un lado mío se sentía contento de al final terminar con ésta basura de película y que C&C sean felices juntos y coman muchas perdices, pero la otra parte de mí aún piensa en que quizás algo cambiará éste año, que todo será diferente.

¿Cuando podré dejar de estar al lado?

Yo lo único que necesito es sentirme un poco amada ¿Es acaso eso tan malo?

Suspiré, sacando todos los pensamientos de mi cabeza y caminé despacio hacia la entrada, es entonces cuando siento que mi cuerpo comienza a temblar y mi corazón a desestabilizarse. Eran Catherine y Chris caminando uno al lado del otro, mientras ella estaba colgada de su brazo izquierdo, mientras saltaba para susurrarle cosas al oído que le sacaban leves risas.

Sin más me dí media vuelta y caminé hacia afuera, no quería encontrarme con aquella cliché escena en donde los personajes se besan, que es cuando los aplausos explotan y las luces titubean, mientras que de fondo se escucha una música hiper romántica al estilo de Elvis Presley.

Definitivamente no quería ver, ni pertenecer a esa historia. A éste punto deseaba poder crecer como cualquier persona normal y no pensar en que nunca habría un final en mí "historia" ya que en realidad no existe historia para mí.

Una lágrima brota de mí ojo y rodea toda mí mejilla hasta adentrarse en mi ropa. No le doy demasiada importancia y la limpio fingiendo que nunca pasó.

Elevé mi cabeza y observé como una pequeña hoja comenzaba a caer. Hacía una bella danza al volar junto a la suave ventisca de otoño y finalmente cae sobre mi cabeza. Suelto una baja risa y la saco de allí.

Aún había algo que estaba carcomiéndome la cabeza. Tenía una pregunta existencial, gracias a esa hoja recordé el libreto de esta bazofia que me hacía padecer mucho dolor.

¿Dónde lo había metido?

Debía buscarlo y ver cuál era la siguiente movida para no ilusionarme y darme cuenta de que solo soy una más en las vidas de los protagonistas. Que yo no valgo lo que ellos y que nunca brillaré como ellos.

(...)

Llegué a mi hogar arrastrando los pies, mí madre estaría trabajando por lo que no notaría que había faltado a clases.

Subí las escaleras hacia mí habitación y encontré todo desordenado, algo raro en mí, sin embargo lo ignoré. Fui hasta el fondo de mí gran placard y ahí en una pequeña bolsa azul se hallaba todos los guiones en los que había trabajado.

Primero me cubrí los ojos con unos anteojos y coloqué una bandana sobre mí nariz y boca para evitar que el polvo llegara hacia mí.

Saqué uno por uno, revisándolos completos, de punta a punta, intentando encontrar el de Catherine y Christopher, pero no se hallaba por ningún lado.

Comencé a desesperarme y a tomar mi cabeza pensando en donde podría estar, es entonces cuando me apoyó en el vidrio del placard y me lanzo de trasero al suelo. Golpeo unas cuantas veces el vidrio con la cabeza, cuando escucho ruido de algo caer.

Abrí mis ojos y suspiré viendo que varias hojas que estaban en mi mesa de luz  volarse y caer frente a mí.

Es entonces cuando abro grande mis ojos tal y como la luna llena. Mis orbes no podían creer lo que estaban viendo. No parecía ser real. ¡Claro! Debía ser un sueño o alguien que quiere jugarme una patética broma.

Lágrimas, no sé si de tristeza o felicidad pero allí se hallaban. Era imposible, algo increíble, algo shockeante. Bueno, basta Eleaonor, céntrate.

No podía creerlo, me levanté del suelo y comencé a leer, cada vez se volvía más interesante hasta que de repente todas hojas en blanco.

¿Qué estaba pasando? Se preguntarán.

Dichos papeles que cayeron frente a mí se trataban de un guión. ¿Lo raro? Era el nombre y los personajes principales, cómo había sido relatada la historia, me había quedado estática y pensé que viendo los siguientes capítulos sabría que hacer, lastimosamente para mí todas las demás páginas - como conté con anterioridad - estaban en blanco.

Miré hoja por hoja de punta a punta hasta llegar al final en el que había un pequeño apartado.

Las páginas en blanco,
deciden tu destino.

Leía y leía esa frase, mis ojos se tornaron llorosos, no podía creer lo que había pasado.

(...)

El siguiente es el último capítulo jejox

Luv