(12) Teatro. Tragedia. Paciente L.

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Los pasos de Lust eran erráticos. Sentía que había perdido toda su energía. Después de separarse de Cross en la entrada del sótano, él solo... Intentaba seguir adelante.

Cross iba a ayudarlo. Todo no sería tan difícil. De alguna forma detendrían la operación de hoy, eso era seguro.

Miro hacia las ventanas con barrotes y noto el anaranjado atardecer. La operación de Nightmare sería pronto, debía prepararse.

Debía ser fuerte.

Fue hasta el tablón de cirugías programadas que estaba al frente de la habitación de enfermería, una vez allí busco el nombre del doctor Gaster. Solo tenía una operación programada para hoy, dentro de unas horas, en el pabellón B, sala de cirugías N°1.

Enseguida noto que el día de ayer había tenido otra. Esa debió ser la de Killer.

Su cráneo palpito de manera dolorosa de solo recordarlo. Las imágenes se superponían unas con otras. Puso sus falanges alrededor de su cabeza y cerró sus ojos.

Debes ser fuerte, Lust. Solo un poco más. Cross te ayudará. Solo espera un poco más.

Lust respiro profundamente, llenando su magia de oxígeno, lo cual la ayudo a circular mejor por todo su cuerpo y articulaciones.

Lust pensó en Nightmare, en Dust, en Killer, incluso en Geno y Blue.

También pensó en Horror.

Para su sorpresa imágenes de Error aparecieron en su imaginación, pero rápidamente aparto esas ideas. No, Error no.

Error era un monstruo, y no se refería a su fisionomía. Era un ser cruel, asesino de familias, de niños.

Con sus energías renovadas y sus prioridades aclaradas, las cuales estaban muy por encima de él, Lust se recompuso y enderezo su espalda.

Pabellón B, sala de cirugías N°1. Allá voy.

Observo las indicaciones que estaban sobre su cabeza. Letreros enormes colgando del techo, que indicaban con flechas las salas más importantes.

Cuando llegó al pabellón B, la zona se le hizo levemente conocida, pero ignoro esta sensación porque jamás había estado aquí. Geno fue operado en el A. Ambos pabellones solo debían ser demasiado similares.

Aunque en esta el aire se sentía especialmente denso.

—¡Lust!

Escucho el grito de alguien llamándolo. Enseguida notó que era Ink.

—¿No ibas a la lavandería? ¡Mande a alguien a buscarte y no estabas allí! —dijo Ink. —Por un momento pensé que te perderías la cirugía de Nightmare.

—Por supuesto que no —dijo Lust, sintiendo su alma acelerarse ante la sola idea de que eso ocurriera.

—Ya, que bueno que llegaste —Ink llevaba puesto un uniforme diferente al usual en ese momento. —Vamos, tenemos que preparar el quirófano. Eres parte del personal y toda ayuda es bienvenida. Cámbiate y lávate.

—Enseguida.

Todo era más fácil cuando solo tenía que seguir órdenes. Entro a la habitación de descontaminación, escogió uno de los uniformes que estaban en bolsas de plástico y fue a cambiarse. Una vez listo fue hasta el enorme lavado que se encontraba a lo largo de toda la pared izquierda de la sala. Allí uso un jabón especial y una esponja para limpiar cuidadosamente sus falanges y entre cada articulación, hasta sus codos. El agua fría lo hizo despertar más rápido.

Hacía todo esto mecánicamente, como si fuera parte de su día a día. Y lo fue cuando trabajo en la gran ciudad.

Apenas ingreso a la sala de quirófano, agradeció llevar una mascarilla para ocultar su expresión.

Nuestro Extraño DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora