22. rey³ (jpv)

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título: la bella y la bestia

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título: la bella y la bestia

advertencias: heridas, pequeña crisis existencial de Villa, angst, fluff

parte: 3/?

resumen: tú y Villa disfrutáis de la calma después de la tormenta

word count: 3054

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El rey no podía dormir. A pesar de que te tenía entre sus brazos, a salvo, y a pesar de estar exhausto tanto física como mentalmente. No podía dormir.

Sus verdes ojos te observaban descansar, pues sentía que era lo único que podría calmar su alterada mente. Mirarte le generaba un cálido sentimiento de paz que no quería dejar de sentir nunca.
La luz de la chimenea y de la luna alumbraban ligeramente la habitación, mientras la nieve seguía cayendo incesantemente afuera.

Tus manos agarraban su torso mientras dormías, haciéndole pensar que de verdad nunca escaparías de él.

¿Por qué le costaba tanto creerte? ¿Por qué se detestaba a sí mismo de la misma forma en la que reinos ajenos le detestaban?

Era notorio que su odio había disminuido considerablemente al tenerte a su lado. Porque al parecer tú no le odiabas. Ni siquiera un poco. Es más, podría decir que.. ¿le apreciabas? ¿Acaso le querías?

No estaba seguro pero suponía que algo debías sentir hacia él si era cierto que no te interesaba la idea de abandonarle. Por alguna razón querías mantenerte a su lado.

Villa sí que te quería, mucho. Lo tenía claro desde vuestra boda, cuando te vió tan nerviosa en el altar que pensó en no seguir con aquello y dejarte ir a donde quisieras. Libre, sin tus estrictos padres y sin un marido al que estar atada.
Porque era injusto que él supiera tanto sobre tí y tú nada sobre él. Porque era injusto que él sí quisiera casarse contigo y tú no.

Y es que hacía ya tiempo que había encontrado maneras sutiles de saber de tí sin que nadie a tu alrededor se diera cuenta de que el temido rey estaba interesado en tu persona. Mucho antes de vuestro compromiso acudía a eventos con esperanzas de verte, y cuando no podía enviaba a alguien para recopilar información banal.

¿De qué color era tu vestido? ¿Parecías estar cómoda llevándolo? ¿Ibas acompañada por tu madre, o por tu padre? ¿Disfrutaste de la música? ¿Y de la comida? ¿Hablaste como tantas otras veces de tus especies de flores favoritas? ¿Sonreías maravillosamente al hacerlo? ¿Saludaste como solías a aquel viejo general al cuál todo el mundo parecía ignorar por sus extrañas desvariaciones? ¿Comentaste tu viaje anual en primavera hacia tierras de tus primos? ¿Reíste los horribles chistes del estúpido príncipe del reino del Sur? ¿Bailaste con tus amigas? ¿Te fuiste pronto?

Eran meras tonterías pero él necesitaba conocerte de forma en la que su imponente presencia no te impidiera ser como eras.
Agradecía tu existencia diariamente porque le distraía de todo lo demás. De la miseria. Había vuelto a encontrar una razón por la cual animarse a vivir de la forma en la que sus padres desearon para él.

one shots! jp's moratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora