24. rey⁵ (jpv)

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nota: hola! Lamento un montón la espera. Bueno, quiero decirles que voy a dejar esta serie en pausa para así poder escribir otros one shots de ambos Juan Pablos. Y así espero no volver a tardar tanto en actualizar. Espero os guste <3

 Espero os guste <3

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título: enseñame

advertencias: fluff, angst, mild smut +16,

parte: 5/?

resumen: cenar con tus padres y Villa sale tal y cómo esperabas, mal

word count: 3902

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Emitiste una ligera y dulce risa cuando Villamil dejó apresuradamente a tus padres a disposición de Simón, llevándote con gracia de la mano hasta la tranquilidad de la biblioteca. Los duques serían llevados hasta sus aposentos para así descansar de su largo viaje. Y daros unos instantes de tranquilidad.

El rey cerró cautelosamente las puertas detrás de sí y sonrió con diversión al mirarte. Al menos podría tenerte a solas hasta la cena.

Tiró de tí para poder abrazarte una vez más. Su espalda contra las puertas, brazos alrededor de tu torso y cabeza encima de la tuya. Cerraste los ojos y te agarraste a él cómodamente mientras soltabas un aliviado suspiro.

—Estaba muy preocupada —comentaste en bajo, tu voz amortiguada por su hombro.

—Lo sé, lo siento. Pero estoy bien, tuve cuidado —murmuró cerrando los párpados brevemente mientras sentía como tus manos ascendían para acariciar su cabello.

Te separaste para poder mirarle y asegurarte de que decía la verdad. El profundo verde de sus ojos te devolvió la mirada.

—¿Seguro? ¿No estás herido?

Él negó con una sonrisa.

—No tengo ni un rasguño.

Aunque después de decir eso, y tras pensarlo un instante más, deseó estar por lo menos algo herido. Y eso se debía tan sólo al hecho de que así podrías cuidar de él cómo semanas atrás, podría tener tus delicadas manos en su piel más a menudo y disfrutar de una mayor cantidad de besos reconfortantes.

—Pareces cansado —comentaste notando sus ojos semicerrados y las leves ojeras debajo de ellos. Te permitiste acariciar su rostro con la yema de tus dedos.

—Apenas dormí estos días —admitió en un suspiro —, me cuesta conciliar el sueño sin mi esposa a mi lado.

Sonreíste con ternura ante su honesta declaración, sin diversión de por medio en sus palabras, sólo sinceridad. Dejaste un corto beso en sus labios que le hizo sonreír como niño.

—Siento mucho que mis padres interrumpan tu merecido tiempo de descanso.

Se encogió de hombros y acercó su rostro al tuyo de nuevo.

one shots! jp's moratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora