18. dulce navidad (jpv)

818 32 11
                                    

título: dulce navidad

advertencias: fluff, cliché

resumen: pasas las fiestas con la familia de Villa

word count: 2974

▌│█║▌║▌║ ║▌║▌║█│▌

Eras su amiga, nada más.

¿Por qué te ponía nerviosa la idea de pasar las navidades con su familia?

Estaba claro que no era algo común, pero fue Villa quién te convenció de ir con él al oír que todos los viajes en dirección a tu hogar se habían cancelado por el mal tiempo.

Suponías que la razón por la cuál estabas nerviosa era simplemente Juan Pablo. Su constante y continuo coqueteo te confundía, pues sabías que desde fuera se notaba demasiado que os gustabais. Sólo era cuestión de tiempo que algo ocurriera entre los dos y quizá conocer a su familia tan pronto no sonaba como un buen plan cuando ni siquiera estabais juntos.

Pero Villamil estaba decidido e ilusionado así que no dijiste nada al respecto.
Ni siquiera al entrar por la puerta de su casa y ser recibida por sus padres.

Observaste como sus progenitores le abrazaban con cariño y sonreíste con melancolía. Era imposible no sentirte triste al no poder pasar las navidades con tu propia familia como todos los años.
Su madre te vió parada a unos metros de ellos y sonrió moviendo la mano, indicando que te acercaras. Te moviste algo confusa pero enseguida entendiste cuando tiró de tu brazo y pudiste incorporarte a su abrazo.

Oíste la ligera risa de Villa, quién se aferró a tu cintura y te apretó contra él.

—Por fin conocemos a la chica de la que tanto hablabas, Juan Pablo —exclamó la mujer con gracia, consiguiendo que su hijo se apartase del abrazo algo avergonzado pero con la sonrisa intacta.

Las presentaciones fueron algo largas pero extremadamente agradables. Sus padres parecían interesados en cualquier cosa que saliera de tu boca y Villa tuvo que salvarte de muchas más preguntas, con la excusa de que debías visitar el resto de la casa.

Su mano tomó la tuya, guiándote escaleras arriba, en dirección a su cuarto.

Abrió la puerta y te dejó pasar primero con un divertido ademán.
Su dormitorio era tal y como te lo imaginabas. Su cama era grande, sábanas azules y bien acolchadas. Las paredes estaban llenas de posters de deportistas, películas y algún que otro cantante, además de unas cuantas fotos de su niñez que te resultaron demasiado adorables.

Villa dejó sus maletas en el suelo y se sentó en su cama sin dejar de verte.

—Dos semanas en esta habitación te van a cambiar la vida —comentó como si nada.

Reíste ante su serio rostro que sabías que escondía detrás sus ganas de soltar una gran risa.

—No voy a dormir aquí —negaste.

—¿Por qué no?

Te encogiste de hombros soltando la primera excusa no obvia que te vino a la mente.

—Isaza dice que roncas.

Villa frunció el ceño y se levantó.

—Eso es mentira —se defendió haciéndote sonreír —. Tus amigas dicen que tú ocupas toda la cama y que te mueves demasiado.

Abriste la boca indignada, consiguiendo ampliar su sonrisa burlona.

—Yo no hago eso.

Rió ligeramente y se cruzó de brazos.

one shots! jp's moratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora