23. rey⁴ (jpv)

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título: el preso

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título: el preso

advertencias: fluff, angst

parte: 4/?

resumen: tú y Villa tenéis vuestra primera pelea oficial de pareja y recibís una visita inesperada

word count: 3753

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—¿Me besas para hacerme cambiar de opinión? —musitó el rey con una sonrisa de lado.

Reíste ligeramente sintiendo su aliento chocar con el tuyo. Observaste sus cautivadores labios nuevamente, ahora mucho más rosados por tu culpa. A continuación posaste la mirada en sus curiosos ojos que estaban atentos a tu respuesta.

—Depende —murmuraste, notando la forma en la que una de sus manos se enredaba delicadamente en tu pelo desde la parte de atrás de tu cabeza, mientras la otra sujetaba tu costado —. ¿Está funcionando?

Curvó su boca, sus dedos agarraron tu torso e inclinó su cabeza hasta rozar tu oreja.

—No estoy seguro todavía, cariño —susurró con voz ronca dándote escalofríos —, pero puedes volver a intentarlo.

Sonreíste y volviste a sujetarte a su cuello para alzar la cabeza y besarle. Su boca aceptó el gesto desesperadamente, cómo si los besos de minutos atrás no hubieran ocurrido y cómo si no le diera vergüenza que alguien os descubriera en aquellas circunstancias.

Os encontrabais en mitad de uno de los pasillos del palacio, donde habíais empezado a discutir sobre la celebración de tu coronación. Querías invitar a gente de fuera del reino pero sabías que Villa no estaría demasiado dispuesto a algo así. Prefería bailar contigo a solas que tener que soportar las miradas y cuchicheos de gente ajena. No le apetecía que aquella celebración diera paso a más rumores y anécdotas sobre él, o peor, sobre tí. ¿Podría su reputación arruinar la tuya? No podía estar seguro pero estaba dispuesto a dar su brazo a torcer por tí.

Tampoco fue tan difícil hacerle cambiar de parecer cuando se lo pedías de aquella manera; tirando de su chaqueta para chocar inesperadamente tus labios con los suyos.

—¿Siempre consigues lo que quieres? —retó con diversión tras separar con lentitud su boca de la tuya.

Sonreíste inocentemente y te encogiste de hombros mientras sus manos se movían hasta tu espalda baja. Su mirada resplandecía.

—Sólo si lo pido de la forma adecuada.

—Entonces puedes pedirme lo que sea cuando quieras y de la forma que tú prefieras, linda —murmuró apoyando su frente en la tuya.

Respiraste hondo sin borrar tu sonrisa, sintiéndote afortunada de poder tenerle tan cerca. Esperaste unos agradables y tranquilos segundos para volver a formular la pregunta anterior.

one shots! jp's moratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora