Diego desde que llegó de España, comenzó a ser un chico muy dormilón (ya que su profesión oculta de ser el Zorro no lo dejaba dormir bien), por ende, se levantaba tarde (y tarde es tarde). Inés por su lado, siempre lo regaña por quedarse dormido en días importantes, pero ese día, fue y lo levantó como nunca.
-Diego, es enserio ¡debes levantarte! – Inés no recibía noticias de Diego, solo una leve respuesta- ¡DIEGO! – Inés agarró el florero, sujeto las flores y le tiró el agua para que reaccionara.
- ¡INES ES ENSERIO! – Diego saltó de la cama asustado. – No vuelvas a hacer eso hermanita.
-Entonces levántate, papá quiere hablar contigo, y será necesario que sea rápida tu "rutina matutina".
-Ay vamos Inés, vete de mi cuarto.
Inés bajó corriendo para no recibir una buena regañada de parte de Diego, mientras él se preparaba, don Alejandro estaba haciendo unas cartas en su oficina, mientras Inés elegía algún libro para releer. Diego bajó, Dolores lo saludo y le dio una carta de Carmen, había llegado aquella mañana. Inés escuchó, corrió a la cocina para buscar la carta. Se peleaban para ver quien la leía. Don Alejandro los separó y leyó él.
-Bien se callan o leo yo, "Querida Inés, quiero que sepas que".... Si, está dirigida para Inés -Dijo don Alejandro mirando a Diego.
-JA, te lo dije hermano. – Agarró la carta, Diego la seguía para saber algo de su amiga. – Eh, muchachos, Carmen vendrá con don Luis en 1 semana, se quedarán para siempre. – Don Alejandro miró a Diego, Diego lo miró, no sabían que decir. – Ay vamos, solo vendrán para quedarse de vuelta, por qué las caras...
-Eh, nada hija solo... Creí que el virrey le iba a dejar la estadía permanente.
-Y yo pensé que ella se quería quedar en la ciudad...
- ¡DIEGO! – Inés y su padre lo miraron desconcertados- Hijo no puedes hablar de esa forma, es Carmen, no le gusta la ciudad.
-Lo se papá, pero, apenas me escribe...
-Si no te hubieras ido a España... - Inés entró a la biblioteca, siguió leyendo. Don Alejandro y Diego fueron a la oficina, tenían que hablar.
-Bien hijo, escucha, esta noche habrá un baile en la mansión del gobernador Parasol, tendremos que ir, ha mandado cartas para saber cómo estas.
-Oh, veo padre. Iré con Bernardo – Su padre aprobó la idea.
Luego de almorzar, Diego fue con Bernardo y Inés a ver a su abuela. Todo rondaba muy feliz hasta que cuando estaban volviendo, pasaron por las minas, donde estaba una parte del ejercito con el comandante Monasterio y el sargento García, había muchos hombres de la tribu, no hicieron nada, pero esa noche iban a hablarle al gobernador, para saber si sabía de estos planes del comandante, quien esa noche iba a ser nombrado capitán.
Volvieron a la hacienda, doña María le recordó a Inés que debía terminar su vestido antes de que oscurezca. Hablaron del tema mientras ella terminaba su vestido y Diego le preguntaba cómo se veía con los trajes que se probaba. Pasaron algunas 2 hs y salieron para Monterrey, para asistir a la fiesta. Ya en la fiesta, cada uno se separó para sacar diferentes informaciones.
-Bien, escúchenme, haremos así, yo hablaré con el gobernador, Bernardo hablaras con el sargento García.
-Y yo hablaré con el comandante, veré si me puede decir todo lo que sabe sobre este camino – Diego la miro haciéndole el gesto de que "le gustaba" el comandante- ay Diego, ¿quieres que colabore o no?
-Si hermana, pero, el comandante eh.... – Inés le pegó un codazo, cada uno se separó y siguió con sus órdenes.
-Buenas noches sr. Gobernador – Dijo Diego estrechando la mano del hombre- bonita mansión la que usted tiene.
-Oh, don Diego, su padre me ha hablado de usted, me alegra que esté de vuelta aquí- dijo el gobernador comiendo de lo que le servían.
Mientras Inés, fue a llamarle la atención al comandante, este la miró, no le pudo sacar los ojos de encima, la siguió - oh... pero dulce y bella Inés, no puedo creer que me haya encontrado con tal belleza.
Inés tomándole el pelo, sacó su lado *momento de la seduction time* y comenzó a hablarle – Oh comandante, me halaga con sus palabras.
-Pero señorita, le invito esta pieza si desea.
-Por supuesto, señor- él se le acercó, ella estaba imposibilitada para escapar, comenzaron a bailar. – Y dígame comandante, ¿cómo están las cosas en el cuartel?
-Esta todo bien Inés, pero sabe, hoy que me asumen a capitán, no puedo estar solo, como seré rico con la mina que estoy descubriendo, necesito a alguien que sepa de haciendas.
Inés con su hermosa ironía, le comenzó a seguir el hilo – Oh capitán, pero dígame, ¿qué más? Me interesa su propuesta (ponele)
-No le puedo hablar de la mina, será sorpresa.
-Nono capitán, ¡quiero saber más! – El comandante se sintió atraído por Inés y que lo haya llamado "capitán" de la manera mas sensual posible, lo cual la acerco hacia el, para besarla (sale mal)
-No señorita, pero usted sabrá que puedo hacer con usted – Inés vio que el comandante quería besarla, lo cual ella disimulo que él la piso mientras bailaban, lo cual llamo la atención de todos en la sala.
-AAAAAAAAAA, comandante!? Usted me ha pisado el pie- Inés miró a Bernardo quien estaba escuchando lo que le decía el sargento.
-Eh, señorita – El capitán estaba confundido, no entendía que paso si solo él quería besarla.
-Tranquilo comandante, esto puede arreglarse después, hasta luego – Inés se fue hacia donde estaba su padre para descansar y tomar algo.
Mientras Diego seguía hablando con el gobernador, Bernardo escuchó que el comandante, estaba haciendo esa mina para poder ser rico, así podía tener un buen carácter de Capitán. Cuando bernardo escucho esas palabras del Sargento, llamo a los dos hermanos, se reunieron en el balcón de la mansión, les conto todo y Inés agrego lo del comandante, Diego dijo que el gobernador no tenia ni idea de que el capitán estaba haciendo eso. Comenzó la ceremonia, el gobernador dio unas palabras, asumieron a Monasterio como capitán, terminó la fiesta, se fueron a los Ángeles, y así durmieron hasta el otro día.
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El Zorro no terminó como debía haber terminado
Ficção HistóricaEl jóven Diego de la Vega, recien llegado de España, comienza a vivir junto a su padre luego de estar seis años alejado de su tierra. Su bienvenida lo lleva a enamorarse de su mejor amiga de la infancia, Carmen, quienes comienzan a conocerse aún más...