Capítulo 24. Vuelta a la realidad... más o menos

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POV Draco

"Te estas volviendo un moñas, Malfoy", pensó. Eran las dos de la mañana, y hacía unos minutos que miraba al techo, con su brazo sepultado bajo la almohada. Gia seguía plácidamente dormida... y a él le parecía la imagen mas perfecta del mundo. Se giró y la miró.

"¿Cómo pude pensar en algún momento que la odiaba? ¿Cómo podría alguien odiarte?".

"Esperaste, pero mereció la pena. Ha sido increíble, espectacular. Con cualquier otra no habría sido ni la mitad de genial"

Gia arrugó la frente en sueños, murmurando.

- Que se abra... que se abra...

- ¿Gia?

De repente, su respiración se aceleró, como si corriera. Parecía emocionada, pero aun así, ponía cara de dolor, y Draco se fijó en su frente: la cicatriz estaba enrojecida.

- ¡Gia! ¡Despierta, Gia!

La muchacha despertó al instante, aturdida y desorientada. Tardó en darse cuenta de dónde estaba y con quién.

- Y-yo... Perdona...

- Estabas en su mente, ¿verdad? - Gia asintió -. Cariño, te dije que la Oclumancia era importante...

- No es eso, amor - atajó -. Perdona, espera, necesito tumbarme... - le pidió, dejándose caer en la almohada y frotándose la frente.

- No es porque pueda verme en tu mente, Gia, es que esa conexión no me da buena espina. No es normal. ¿Practicas? - ella asintió.

- Todas las noches, pero... no sé por qué es, Snape tampoco, nadie lo entiende. Supongo que es porque anoche mi mente se quedó muy relajada. Demasiado - él alzó una ceja.

- ¿Ahora va a ser culpa mía que tengas esos sueños? - preguntó. Gia arrugó la frente, incorporándose.

- ¿Qué? ¡No, no he querido decir... - le dio un empujón al ver que sonría -. Eres idiota.

- Gracias. Mi día no está completo si no me llamas idiota un par de veces, la verdad. Siento como que me falta algo - admitió, tumbándose a su lado -. No me gusta esa conexión - repitió.

- A mi menos. Es curioso, ¿sabes? Pero tiene que ser que ambas mentes están débiles, porque estaba segura de que anoche dejé la mente en blanco.

Draco arrugó la frente, pensando. ¿Sería que solo el Señor Tenebroso podía cerrar esa conexión? ¿O es que acaso había algo mas? Gia se acurrucó en su pecho y la abrazó, buscando relajarse, y vio que sonreía. Se sentía tan cómodo dormir juntos, que no entendió por qué no lo hacían siempre.

"¿Quizá porque no dejamos de tener quince años y estar en un colegio?" - dijo una voz en su cabeza.

"Si, ya, bueno... puestos a matizar, lo de anoche tampoco es muy de personas de quince años. Con Daphne no se sentía así..."

"No llegasteis tan lejos"

"Pero no se sentía igual. Es como si todo encajara, es natural. Lo que esta bien"

"Deberías estar preocupado por sus sueños" - le reprendió otra voz.

"Y lo estoy. Muy preocupado". Miró de nuevo hacia abajo y vio que Gia había vuelto a dormirse en su pecho. Sonrió y los arropó entre las sábanas sin soltarla.


Despertaron igual de enroscados que se habían dormido, mas temprano de lo que les habría gustado, pero era necesario: debían volver a sus salas comunes y hacer como si no acabaran de pasar la mejor noche de su vida. Aun así, no perdió la oportunidad de despertarla con besitos por toda la cara.

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