Final no verdadero.

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(Gran Catedral - Catacumbas)

Nos ubicamos ahora en las Catacumbas de la Gran Catedral, en esta, parado, con mucha desesperación, estaba el Morador del Refugio.

Estaba lleno de miedo y tristeza, por lo que él estaba pasando, simplemente, una situación difícil.

Morador: ...

Enfrente de su nariz, estaba la gran columna, aquella que lo envío aquí en primer lugar, a este mundo donde existía una civilización no destruida por la guerra, pero cerca de la destrucción de esta, aquella columna que, si lo pensaba y analizaba con su I de S.P.E.C.I.A.L.

Era más que obvio y claro que eso usaron la Diosas de la Trinidad para transpórtalo aquí.

Pero ¿Por qué? Eso jamás entenderá o tendrá explicación para el Morador, pero igualmente, les agradecía a esas diosas por haberle presentado al hombre que era, lo que sería un mundo si no estuviera destruido.

Las chicas se encontraban igual, muchas poseían en sus corazones emociones como, ansiedad, indignación, sentimentalismo, anticipación, todo eso, por miedo de que el Morador se fuera y nunca regresará jamás en sus vidas.

Morador: (Esto... oh... Dios... Dios mío... Jesucristo... Virgen María de Guadalupe... San José... el espíritu santo... ayúdenme... ¿Qué debo hacer? ¿Me quedo aquí?, es decir... es bueno, pero... soy un héroe... tengo una obligación de salvar a las personas... no me importa si no recibo nada... yo... me siento alagado y feliz de ayudar... me siento ansioso... eso... No sé qué hacer...)

Pensaba con mucha fuerza el Morador, quién tanto pensar le estaba hasta ya doliendo la cabeza.

Por otra parte, con los demás, las chicas se encontraban con diferentes emociones, por un lado, estaba Filia, quién se encontraba agarrando su pecho, podía sentir el miedo enganchar todo su corazón, como también anticipar lo que posiblemente iba pasar.

Samson al ser su parásito podía también sentir esto, solo que con él era diferente, pues realmente le daba igual que decisión tomase el Morador, a él solamente le importaba Filia.

Con las demás chicas, también sentían lo mismo, miedo, miedo a perder el Morador, y anticipaban la decisión que esté tomara.

Todas excepto dos mujeres con más edad que sus familiares, estos eran Black Dahlia y Eliza.

Black Dahlia por su parte, estaba recargando su arma, todo listo para comenzar a dispararle al Morador si tomaba la decisión de irse, haría un mantel de piel con la suya si decidía esa horrible decisión, todo claro, desde la ignorancia para ella.

Por su parte, Eliza estaba preparando una trampa de serpientes de sangre, que rodeaba a todo el Morador donde él estaba.

Morador: ... ... ... (¿Que estoy haciendo? En qué momento...) Je...je... Jeje... (Oh Dios... pero claro... ¿Cómo nunca me di cuenta? Ellas me quieren... puedo yo estar en este mundo sin ningún problema... puedo... ser feliz... formar una familia aquí... je...) Lo tengo decidido... ya sé que voy hacer...

Dijo, volteándose a ver a todas las chicas, quienes estaban esperando ansiosa su decisión.

Una vena palpitante crecía en la cabeza de Dahlia, y estaba ya tomando su arma con la que dispararía si escuchaba que esté se iría.

Umbrella: ¿Que vas hacer Azul?

Lloraba Umbrella, cosa que sorprendió al Morador, quien este solamente sonrió, para luego este tomar un respiro y mirar el techo de las catacumbas.

Morador: ... Je... me voy a quedar... a la mierda mi mundo... aquí estaré en paz...

Dijo el Morador, sonriendo a las chicas, quienes estas mostraron alegría en sus rostros.

El Morador del Refugio en SkullgirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora