Final no verdadero: El ascenso de un mortal - Venus Lovelace.

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Nos situamos ahora en el abismo, el mismo vacío donde no existe nada, y solo había oscuridad, se podría decir que aquí se aplicaba perfectamente el dicho de Nietzsche: Si mirabas un periodo largo al abismo, eventualmente el abismo te devolvería la mirada.

El Morador junto con su parasito Muse se encontraba ahora cayendo a gran velocidad en un lugar donde jamás tendría un final, lo único que veían a su alrededor era maldita oscuridad, oscuridad tan oscura, apenas podían notar que existían, ya que sus colores vivos, se intercambiaban por gris hasta oscuridad literalmente.

En eso, ambos fueron atrapados por leguas que salieron de la nada, siendo que el Morador fue atrapado de sus cuatro extremidades, mientras que Muse solo de su cintura.

Morador: ... ... ... Oh si... ya se quién es el siguiente...

Muse: ¿De quién hablas?

Morador: De la diosa del espacio y vacío, quien puede mal formas el mismo espacio y generar bocas, dientes, lenguas, ojos como si fuera su casa... la diosa que curiosamente comparte el nombre de la diosa romana que Cesar alababa mucho y amaba literalmente... Venus... pero no la que conoces, sino de la Trinidad...

Explico el Morador a su parasito, quien comprendió, en eso la oscuridad comenzó a degenerarse, cuando muchos músculos, muchos dientes, muchas lenguas, muchas bocas, mucho tejido y muchos órganos comenzaron a generarse en el vacío, cosa que no le daba asco al Morador.

Pero si a Muse, quien se horripilaba al mirar todo a su alrededor.

Enfrente del Morador se degenera el espacio donde estaba atrapado, para crearse unos labios, que lentamente se abrió, el Morador miro en el fondo de los labios la figura de una mujer con gafas, quien le sonreía desde el interior de la boca.

Enfrente del Morador se degenera el espacio donde estaba atrapado, para crearse unos labios, que lentamente se abrió, el Morador miro en el fondo de los labios la figura de una mujer con gafas, quien le sonreía desde el interior de la boca

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Venus: ¡Hola Azul! Que placer es verte y conocerte por fin, oh, oh, oh~

Morador: ... El mío es el placer conocerla, hermosa dama.

Venus: Oh, caballeroso como siempre, no es así~

Venus saldría de la boca, estando ella ahora parada, con sus pies dentro de la boca que ella creo, el Morador se quedo mirando a la Diosa traviesa de la Trinidad, un gran parentesco con Mrs. Victoria podía notar en la mujer semi desnuda.

 Victoria podía notar en la mujer semi desnuda

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El Morador del Refugio en SkullgirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora