Silverwind

246 18 11
                                    

(A la mañana siguiente)

El Morador se encontraba despertando después de su éxito en su misión de eliminar los dragones, no fueron tan complicado, ya que no pudieron con sus armas de radiación y energía.

Este se levantaría y se dirigiría hacia el baño, se miró al espejo, observando que tenía su cabello demasiado largo, junto con una barba algo notable.

Morador: (Wow, me veo como mi papá...)

Dijo, tomando de sus cosas, un cuchillo arrojadizo, usándolo como rastrillo de afeitar, sin usar alguna crema de afeitar, este comenzaría a rasurarse, quitándose la barba larga, acto seguido comenzó cortarse su cabello.

Después de unos diez minutos, el Morador lavo su barba y cabello corto, quedando como cuando salió y fue exiliado del Refugio 13.

Morador: (Muy bien, ahora vamos a ver qué tiene preparado este reino mágico...)

Dijo, dejando sus cosas, solo llevándose solo su Pip-Boy 2000, saliendo del alojamiento y caminar por el Reino Chess.

Al salir, pudo mirar una enorme diferencia entre el Reino Chess y el Canopy, la diferencia, es que aquí la población era cien por ciento humano, no veía por ningún lado algún semi-bestia, dagonianos, felinas u otra raza.

Además, que aquí era más parecido a la edad media, por las vestimentas que llevaban puestos las personas.

Morador: (Interesante... Solo espero que aquí no celebren la inquisición...)

Pensaba, mientras notaba como algunos de los ciudadanos se acercaban a una especie de vendedor en apuros.

El Morador por curiosidad se acercó, mirando como algunas personas intentaban alejar a un perro que gruñía con demasiada fiereza.

Vendedor: ¡Ese maldito perro negro!

Morador: ¿Que está sucediendo?

Vendedor: Pues este perro, no ha dejado que entre de vuelta a mi hogar... allí es mi tienda... esto es más jodido...

Morador: ¿Porque no se va? ¿Espera a alguien?

Vendedor: Ahora que lo mencionas... hace poco, unos dos días... su amo lo dejo y no ha vuelto... está más que claro que lo abandono, pero que no sea un cabron, me lo dejo en mi tienda, llevo ya dos días sin volver a mi casa...

Morador: Intentaré hablar con el...

Vendedor: Vale, si puedes ahuyentarlo hazlo.

Sin perder tiempo se acercó al perro, quién al igual que el otro le gruñiría, cosa que no aterro al Morador.

Morador: ¿Que sucede camarada? ¿Te ha abandonado tu dueño socio?

Perro: (Gruñendo)

Morador: Venga, fíate de mí... puedes acompañarme si deseas... seré tu nuevo dueño, ¿Qué te parece?

Perro: (Ladra)

El Perro alemán negro se acercaría al Morador, saltando y lambiendo su cachete.

Morador: Bien muchacho... bien hecho... ¿Cómo te llamare?

Perro: (Ladra)

Morador: Te parece... ¿"Albóndiga"?

Albóndiga: (Ladra)

Morador: Pues venga Albóndiga, vayámonos de aquí.

Dijo el Morador caminando ahora con su nuevo compañero, su querido perro nuevo Albóndiga, que lo seguía fielmente al Morador.

El Morador del Refugio en SkullgirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora