Querido amigo:
Llegué a la conclusión que por mucho que me esfuerzo los sentimientos no pueden ser clasificados con palabras. Los sentimientos llegan como torbellinos y se van de la misma manera. Creo que ahora todo lo veo diferente, de diferentes colores o literalmente con otros ojos. Como si pudiera verme desde otro ángulo. Me veo en la esquina de una sala de cine y la película que proyectan es mi vida. Mis pensamientos con un toque filosófico son una barrera para suavizar los temores que tengo de afrontar lo que sigue. Y al decir lo que sigue me refiero a las inesperadas vueltas y retortijones de la vida. En este momento estoy escribiendo en el cuarto 108 del hospital. Mientras estaba en la escuela una maestra que acaba de entrar algunos meses atrás como la nueva psicóloga de la escuela me mandó a hablar. Tuve que pasar por los peores momentos que yo pueda pasar y es que todos los presentes enfoquen su mirada en mí mientras abro mi camino hacia la puerta de salida, pensando demasiado cada movimiento que hago. Afortunadamente esa clase no la tomaba con nadie que me pusiera más nerviosa de lo que ya estaba. Ya sabes a que personas me refiero. Pero esos pequeños segundos de ansiedad no se comparaban con la tormenta que se avecinaba. Al llegar a lo que era la dirección, la maestra me dijo que habían recibido una llamada del hospital porque mi mamá se había desmayado. Tuve que salir corriendo en la búsqueda de mi mamá. Por eso estoy aquí. Más tarde me informaron que había tenido un derrame cerebral. Es fácil escribirlo de esta manera. Pero creo que nunca me sentí como me siento ahora. Un médico me dijo que ella necesitará pasar unos días en el hospital, que hay que tener mucho cuidado. Debe ser uno de los peores trabajos del mundo, el ser un doctor, pues desafortunadamente su trabajo también consiste en ser los portadores de malas noticias. Esto me entristece y enfurece a la vez. Mi mamá ya está más estable y me dieron permiso para verla por un momento, pero ahora sigue durmiendo y prefiero no despertarla. Su melena de cabello castaña cae despeinadamente en su almohada y sus ojos están perfectamente cerrados. Nunca la había visto en este estado, mi mamá es una de esas mamás que a pesar de hecho de ser madres siempre encuentra los momentos para cuidarse y arreglarse. Puede que me queje mucho de ella o nos peleemos mucho, tal vez no sea una madre perfecta y yo no sea una hija perfecta, pero ella trata de hacer su mayor esfuerzo para criarme. Y no me imaginaria una vida sin sus constantes regaños, sin sus miradas asesinas, sin ver cómo posiciona sus puños en sus caderas mientras sube y baja su pie en un compás de desaprobación, pero también sin sus palabras de sabiduría, sin probar sus guisos, sin sus insistencia de saludar o despedirse con pequeños besos en la mejilla, sin sus inesperados abrazos y sin simplemente su presencia. Horas antes tuve que hablarle a mi papá para avisarle. Le tomó una hora llegar al hospital y unos cuantos minutos para avisarle a mis entrometidas tías. Pueden ser las hermanas de mi mamá pero en verdad su irritante presencia no es necesaria en estos momentos. Cuando era pequeña creo que solo soportaba sus apretones de cachetes y sus insípidas voces que parecían solo escucharse para "informar" a los demás sobre los chismes de la familia o vecinos, porque esperaba ansiosamente que me compraran juguetes. Pero al igual que las mascotas, los nietos o sobrinos se vuelven aburridos cuando crecen, y parece que ya no ocupan que les regalen cosas. Las mascotas son más tiernas mientras son cachorros. Al parecer sus vidas sociales son mucho más grandes e importantes que estar con su hermana agonizante porque después de estar con nosotros menos de una hora se excusaron y se largaron. Mi único consuelo fue ver a mi papá y después de no haberlos visto en la escuela, mis amigos vinieron a visitarnos. Yo estaba en la sala de espera, irónicamente esperando, con mi cara enterrada entre mis manos. Por un pequeño orificio por el cual mis manos no lograban ocultar mis ojos divisé unos vans rosados y con flores que indiscutiblemente le pertenecían a Raven. Alcé mi cabeza y en la puerta principal estaban mis dos mejores amigos, un gran alivio me recorrió todo el cuerpo. Estaban con sus grandes sonrisas de siempre tomándose de las manos y con sus...espera ¿Qué? ¿Tomados de las manos? ¿Por qué se tomaban de las manos? ¿De qué rayos me perdí? ¡Esos dos no podían estar solos sin discutir y ahora se tomaban de las manos! Mis hormonas adolescentes querían gritar un grandísimo ¡¿Qué?! Y estuve a punto de hacerlo pero el olor a hospital me recordó que estaba efectivamente en un hospital. Mis manos iban de un lado a otro, fruncía el ceño mientras abría aún más mis ojos. Necesitaba una explicación y la necesitaba en ese momento. Tal como lo sospechaba, mis dos mejores amigos empezaron a salir juntos, como una verdadera pareja. Después de mi inesperada reacción, me calme y solo podía decirles "Finalmente, solo era cuestión de tiempo." En sí, esto ya lo veía venir desde hace tiempo, siempre me pareció que discutían como toda una pareja de ancianos. Me contaron que Dylan por fin encontró su valor después de tomarse unas cuantos tragos de cerveza (no me preguntes cómo mi cuándo las consiguieron, parece que me han ocultado cosas) y logro expresarle a Raven sus sentimientos. Parece ser como cualquier típica película adolescente en donde la chica (en este caso era Dylan) salía con el chico más apuesto de la escuela sin darse cuenta que la persona que en verdad amaba estaba a su lado, su mejor amigo (en este caso, mejor amiga Raven). O simplemente re actuaron el video You Belong With Me de Taylor Swift. Un pequeño awww escuchaba dentro de mi cabeza mientras me contaban lo sucedido, es verdad que las compañías de Hollywood quieren envenenar nuestras mentes con esas películas. En fin, el chico imperfecto salió con la chica imperfecta para crear la pareja perfecta. Los dos tortolos me acompañaron hasta las ocho de la noche, lo cual agradezco, y me dio un momento para despejarme de todo. Pero bueno aquí viene lo más raro del día, un chico con cabello castaño, ojeras a causa de varios días sin dormir, con una camiseta de The Ramones y un gran ramo con variedad de flores me vino a visitar. "No sabía cuál eran las favoritas de tu mamá, así que traje una de cada una " Dane me dijo regalándome una sonrisa de sus clásicas sonrisas reconfortantes, eso me hizo darme cuenta que las extrañaba. Al principio me asusto, seguía sentada en la silla incomoda de la sala de espera pero creo que me di cuenta que lo que más necesitaba en ese preciso momento era su sonrisa. El ver esos dientes blancos intentando asomarse me hizo sonreír y algo en mi decidió correr hacia él y abrazarlo. Mi intención no era que me cargara y diéramos vuelta como en películas, pero creo que fue mucho mi fuerza y creo que no se esperaba que hiciera eso porque nos balanceamos de un lado a otro perdiendo el equilibrio. Dane tuvo que agarrarse de la puerta y entre el ramo de flores pude observar otra vez sus brillantes ojos azules. Un calor recorrió mi cuerpo haciendo que se me erizaran los vellos, era lo más reconfortante que podía sentir. Me separé de él y me disculpe. "No te preocupes. En este momento lo único que importa es tu mamá ¿Cómo sigue?" Su tono se escuchaba calmado pero a la vez con preocupación, lo normal sería que nos sintiéramos raro entre nosotros por lo que pasó pero la verdad era que no sentía nada fuera de lo ordinario. Como si las últimas semanas se hubieran borrado de nuestras memorias y me alegraba que se viera que también estaba preocupado por mi mamá. Le conté sobre cómo se encontraba mi mamá. Su intención era quedarse conmigo pero yo insistí en que se fuera a su casa a descansar usando de excusa que su mamá iba a estar muy preocupado por él. Dane no me había hecho caso hasta que, parecía que había escuchado mis palabras, su mamá le llamó preguntándole donde diablos se había metido. Tuvo que irse sin antes darme un gran abrazo mientras susurraba en mi oído "Todo va a estar bien, tu mamá es una mujer inteligente y no dejaría a su pequeña hija sola." Así que hoy fue un día inesperado. Fue uno de esos días agridulces. Odio ver a mi mamá tan mal, odio saber que no puedo hacer nada para ayudarla, solo esperar y estar a su lado. Lo bueno de este día fue que muchas personas me demostraron que cuento con su apoyo incondicional. Es muy difícil encontrar personas que estén contigo sin importar la situación. Y no son parientes que solo regresan a casa porque alguien murió y les conviene estar mientras leen el testamento.
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Dear Friend|Dane Dehaan fanfiction
FanfictionEscucha, comprende y aprende. Duerme menos y sueña mas. Frases que van y vienen. Es mas sencillo pensar y no decir. Pero llega un momento en donde vivir puede ser mejor que soñar.