Dear Friend|Dane Dehaan fanfiction

Capitulo 3-.

Querido diario (amigo):

Cada vez que escribo el encabezado de ‘‘querido diario’’ me imagino que soy toda una niña fresa. Como las que salen en las películas. ¿Cuándo escriben diario, se refieren o imaginan que diario es una persona a la que le están escribiendo? No quiero hacer lo mismo que los demás. Debería ponerle un nombre así sentiría que le estoy escribiendo a un querido amigo. John. Uno de los nombres más comunes. Por si eres hombre. Amy. Por si eres mujer. La verdad es que ese nombre de mujer no es tan común pero me parece que es hermoso, como de un cuento de hadas. Tal vez solo debería llamarte amigo, porque espero que eso seas. Así podrías ser alguien que conozco o algún tipo de extraño que me escucharas (en forma figurada) y espero entenderás. Bueno como sea, hay algo que me ha estado inquietando y llenando de curiosidad durante toda la semana. ¿Te acuerdas del chico misterioso y verdaderamente extraño que conocí (también en forma figurada) en el baile de Sadie Hawkings? Bueno, hoy lo volví a ver caminando por los pasillos de la escuela. Creo que el no noto mi presencia pues siguió su camino sin voltear a verme. Una o dos horas después, yo estaba sacando cosas de mi casillero. Yo sabía que sentía una mirada directa hacia mí. Siempre dicen que las mujeres poseemos un sexto sentido y creo que esa teoría es totalmente cierta. Intente disimular aunque la ansiedad me recorría por todo el cuerpo. Poco a poco intentaba ver por el rabillo de mi ojo y alcancé a divisar una silueta recargada en los casilleros. Mi curiosidad pudo más conmigo y voltee la cabeza. Efectivamente ese mismo extraño me observaba con una sonrisa que le cubría toda su cara y una mochila colgada a sus hombros. Me imagine que la mochila significa que es un estudiante y eso me intriga cada vez más. No soporte su sonrisa, aunque era tan hermosa…espera. ¿Qué estoy pensando? Bueno el problema fue eso. He sido muy tímida durante la mayor parte de mi vida.  Pero después de severas citas con el psicólogo, creo que ya he superado eso. Creía haberlo superado, porque me sentí muy tímida como para acercarme y preguntarle su nombre o por qué me había estado observando. Decidí sacar rápidamente las cosas necesarias sin siquiera ver que estaba metiendo en mi mochila y a la vez sacando de ella. Cerré mi casillero. Creo que lo azote demasiado fuerte porque algunas personas que estaban alrededor de mí, me voltearon a ver. No quise pararme a observarlo una última vez. Después de salir de ese pasillo me di cuenta que no sabía a donde me dirigía hasta que me acorde que me tocaba química y lo utilice como excusa. Entre al salón y solo había unos cuantos que platicaban en el fondo. Es algo raro entrar a química porque ni a Raven ni a Dylan les toca esa clase conmigo. Me senté en una mesa que se encontraba alejada del escritorio del maestro, pero no hasta atrás, pero tampoco hasta enfrente, exactamente en el medio cerca de la ventana. Me gusta ver por la ventana y admirar un poco el paisaje. Y es mucho mejor cuando los días están nevados y una pequeña brisa entra, haciendo estremecer mi cuerpo. Veía el reloj de pared, el tic tac de este me llegaba a marear. Faltaban diez minutos para que el maestro llegara. Cuando lo menos esperado e inconveniente paso. El chico misterioso entro por la puerta. Tienes que estar bromeando. De seguro se había equivocado de salón. Rogaba porque en verdad se hubiera equivocado de salón. Pero no fue así, le dio un rápido vistazo hasta que sus ojos se enfocaron en los míos. Te juro que intente ignorarlo. Pero el muy idiota atravesó todo el salón y se sentó exactamente en la misma mesa en donde yo estaba sentada. Se acomodó en la silla y recargo su brazo en la mesa se inclinó un poco para poder encararme. La misma sonrisa sínica seguía dibujada en su sonrisa. -¿Por qué estas huyendo de mí?- me quede helada al escuchar su pregunta. -¿Por qué me estas siguiendo? – fue lo que se me ocurrió. Dos pueden jugar el mismo juego. Debo admitirlo que el reflejo de la luz que entraba por la ventana hacia que le brillara más su cabello. Y sus ojos. Por dios sus ojos azules brillaban aún más. Nunca pensé poder ver unos ojos más azules que los de él. Alcanzaba a ver que tenía unas ojeras, que a la mayoría de las chicas les parecería para nada atractivo, pero esas mismas ojeras le daban un toque de misterio.  -¿y porque estabas tan sola en el baile?- me dijo el muy sínico.   –Responde mi pregunta ¿Por qué me estas siguiendo?- enserio quería saber lo que respondía a eso. –Bueno, vengo a esta clase, no te estoy siguiendo. Es una coincidencia que te encontrara aquí. Ahora tú respóndeme. ¿Por qué estabas tan sola en el baile?- por cada palabra que salía de su boca me hacía pensar que era todo un cretino. No sé exactamente por qué. –No es de tu incumbencia,  ¿y para qué quieres saber? -  tonta, tonta, tonta. Podía hacerlo mejor. –Porque creo que alguien tan hermosa como tú no debería de estar sola.- estaba hablando en serio o solo estaba jugando conmigo porque ayer sentí que solo jugaba conmigo. No sabía que hacer así que no sé de donde salió y preferí poner los ojos en blanco.    –Si de verdad crees eso de mi entonces por qué no te acercaste y me invitaste a bailar o mínimo me hubieras hablado. Yo solo alcance a ver que te largaste- intentaba sonar lo más seria  y fría posible, creo que no lo lograba. Comenzó a reírse, sus dientes blancos se asomaban, lo hacía parecer como un niño pequeño. Me daban ganas de reírme pero aguante todo impulso de hacerlo. -¿Cuál es tu nombre?- Me quede helada por unos segundos. Creo que debió empezar con esa pregunta antes de interrogarme. –Jane- sentí que mi voz salió un poco entrecortada. –Jane- él repitió como si estuviera jugando con el sonido que producía su voz al decir mi nombre. –es un nombre muy bonito. Yo me llamo Dane, Dane Dehaan. Jane y Dane. Mira, quien lo hubiera imaginado. Riman.- el escucharlo jugar con nuestros nombres me hizo soltar una pequeña risa. –Vaya, hasta que por fin te ríes. Deberías sonreír todo el tiempo. Hace que te veas aún más hermosa de lo que ya eres.- uno puede pensar que lo dijo de una manera arrogante, pero fue todo lo contrario. Lo dijo con un tono tierno que por un momento pensé que decía la verdad. Creo que por unos segundos nos quedamos observando porque al parecer ninguno de los dos noto la presencia del maestro. Me hizo salir de mi estado de aturdimiento. Lo que restó de su clase yo trataba de alejarme lo más que podía del extraño que ahora tiene nombre, Dane. Podía alcanzar a ver que él se empeñaba a hacer lo contrario. Como era la última hora, al sonar la campana me apure y unos pensarían que salí corriendo de ahí. En el pasillo principal encontré a Dylan y lo agarre del brazo hasta que salimos de la escuela. Después nos juntamos con Raven. No me atreví a contarles nada acerca de Dane. Sigo pensando en esa pequeña conversación que tuvimos. Estoy temiendo algo que estuve evitando por todo el día. Puede que si me guste Dane Dehaan.