¡Brujitos y brujitas! Decidí traerles un nuevo capítulo hoy. Estoy súper emocionada con esta historia así que esperen capítulos más seguidos.
Ustedes díganme que les gusta.
Sin más que decir, ¡comencemos!
— Mael... — dijo Elizabeth aterrada.
— Hola preciosa — le contestó él.
— ¿Quién es él? Elizabeth — preguntó Meliodas tomando el brazo de la chica. Pero Elizabeth estaba tan aterrada que no podía moverse ni hablar.
— Vamos, dile quien soy.
— ¿Elizabeth? — preguntó Meliodas con extrañeza, pero ella sólo bajó la mirada y no se atrevió a ver a Mael a la cara. Él quiso tomarla por el brazo pero Meliodas lo detuvo.
— ¡Déjame!
— Ha dicho que la sueltes, ¿no oíste? — Mael lo miró fijamente.
— ¿Quién eres tú? ¿El rey de España?
— No, soy Meliodas Demon.
— Uy que miedo — dijo bajando el cuerpo para que ambos queden cara a cara — Si quieres tanto a Elizabeth, ¿por qué no te habló sobre mi? ¿Acaso sabes quien es Elizabeth?
— Ya basta, ella es-
— Quédate callado, no es bonita, y lo que no tiene de bonita la tiene de puta.
Meliodas comenzó a apretar sus puños, Elizabeth, al notar eso, agarró su brazo y lo miró a los ojos.
— Vámonos, por favor — suplicó ella y el chico se relajó y se dio la vuelta con la chica ignorando los gritos de Mael.
— ¿Quién era y que quería de ti? — preguntó el rubio con el fruncido. Pero a Elizabeth no le salían las palabras.
— Es una persona de mi pasado que no quiero recordar, mejor me voy a casa — dijo suspirando — Nos vemos otro día, Meliodas.
Y así de rápido como lo dijo, lo hizo. Caminó hacia su casa, más que caminar corrió. Solo quería estar en su casa y asimilar todo lo que había pasado. La calle está solitaria y siente que la están siguiendo, ¿será Mael? Solo quería estar en su casa y llegar. ¿Pero si no llegaba?
— Gracias dios — dijo cuando entró a su casa y le puso seguro. Suspiró y se dejó caer en el suelo. Las lágrimas no paraban de salir de sus ojos, quería paz y cuando creyó que la tenía, todo dio un giro de 360 grados.
Se levantó del suelo y se dirigió a la cocina para comer algo. Se puso su delantal, puso música y trató de olvidar lo que sucedió ese día.
Mientras tarareaba la letra de una canción, terminaba de cortar los vegetales y saltear un poco de pollo con salsa de soya. Todo olía delicioso y lo dejo en una fuente en la heladera para comerlo a la noche. Barrió y trapeó la casa, limpió los muebles y tendió su cama.
Mientras Elizabeth terminaba, llamó a Diane y a Elaine para fueran a su casa a cenar, sería una cena de chicas. Mirarían películas, comerían palomitas y se quedarían despiertas toda la noche hablando y contando chisme.
Cuando llegaron, Elizabeth tuvo que contarles todo lo que le había pasado.
— ¡No! — chilló Elaine — ¿Te encontraste con ese hijo de perra?
— Si, Elaine — dijo suspirando.
— Debería estar en la cárcel, solo porque tiene dinero y porque no supiste localizar el lugar donde te violaron, no lo arrestaron.
— Es muy injusto, encima ahora viene a buscarte — Elaine habló — Diane tiene razón.
— Tuve miedo, jamás había visto a Meliodas tan tenso y enojado, en realidad no lo conozco mucho, pero no parecía un hombre con problemas de ira — Eli contó — tenía miedo de ambos. Más de Mael, pero si doy lucha tal vez me deje en paz, tal vez ya pueda olvidarme de todo.
— Ay Eli — dijo Diane.
Las dos amigas le dieron un abrazo y la albina preguntó.
— ¿Tienen ganas de comer algo rico?
Las dos chillaron de alegría y se dirigieron a la cocina para comer las delicias que la anfitriona hacía. Era muy buena cocinando, su madre le enseñó todas las recetas y los ingredientes secretos que son secretos y no sé los puede decir a nadie, ni siquiera a sus amigas. Bueno, no tan así pero era muy confidencial.
— El pollo tiene salsa de soya ¿no?
— Así es Diane ¿está rico chicas?
— Está delicioso — dijeron Elaine y Diane al unísono.
Elizabeth rio y llevó un trozo de cebolla a su boca. Pasó la cena y el postre y en un abrir y cerrar de ojos, estaban en la sala de estar mirando una película de terror y comiendo palomitas dulces. Estaban tapadas con cobijas y Diane estaba tapándose la cara de vez en cuando. Estaban aterradas pero eso es lo que se busca al ver cómo películas de terror ¿no?
Pasó el tiempo y todas se quedaron dormidas en el sofá, cada una en una postura diferente. Las palomitas por el suelo y Diane roncando. Al día siguiente no tenían que trabajar ya que se pidieron el día.
Cuando el sol entró por las ventanas, la primera en levantarse fue Elizabeth, luego Elaine y por último Diane. Prepararon el desayuno juntas, se sentaron en la mesa y charlaron sobre la película y sobre cómo habían quedado dormidas. Era gracioso, ya que las tres eran mujeres responsables pero lo que hicieron era todo lo contrario.
Cuando ambas jóvenes se fueron a su casa, Elizabeth comenzó a limpiar y ordenar lo que habían desordenado la noche anterior. Al terminar, alguien tocó a su puerta y al abrirla se encontró con Meliodas junto un ramo de rosas.
— Meliodas...
— Quería disculparme por mi actitud de ayer — dijo y extendió el ramo de rosas para que ella lo tomara y así hizo — No quise incomodarte.
— Gracias Meliodas — dijo oliendo las flores, sonrió y lo invitó a pasar.
— Que pequeña es tu casa, me gusta — dijo mirando a su alrededor.
— ¿Pequeña? A mi me parece grande, pero bueno, si estás acostumbrado a vivir en mansiones es obvio que mi casa te parecerá pequeña — habló y lo tomó de la mano — Vamos, te enseñaré los cuartos y el jardín.
Meliodas soltó una risa y siguió a Elizabeth, cada cuarto estaba limpio y ordenado, el jardín con flores bellas y bien cuidadas con unos columpios. Cuando terminó el tour, ambos se sentaron en el sofá, cada uno en el otro extremo, ninguno se atrevía a dar el primer paso, en realidad Meliodas si se atrevía, pero no quería incomodarla, después de todo ella era de él y de nadie más.
_______________________________
¡Brujitas y brujitos!¿Cómo están? Espero que súper bien. Aquí les traigo otro capítulo de esta historia, este capítulo es para Galaxy_Star_24 pues es ella quien me dio ideas.
Espero que les guste. ¿Tienen alguna pregunta o teoría? Los leo
Cariños❤️
Moon_
ESTÁS LEYENDO
Criminal
RomanceElizabeth, una neurocirujana muy prestigiosa y muy buena persona, queda su vida patas arriba al conocer al jefe de la mafia más importante. Él quiere iniciar algo con ella, pero Elizabeth duda al saber quien es él. ¿Podrá ella amarlo a pesar de quie...