Capítulo 23

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Meliodas entró al hospital gritando y cuando la familia de Elizabeth lo vio, quisieron agarrarlo a golpes. Diane se levantó rápidamente del asiento mientras Meliodas se acercaba, atrás iban Zeldris y Estarossa.

— ¡Maldito hijo de puta! — gritó Diane dándole un puñetazo en la cara haciéndolo caer.

— ¡Mi hija casi muere por tu culpa! — gritó Caroline acercándose — ¿¡Con que cara vienes aquí!?

— No quise que esto pasara, en serio — dijo Meliodas y Zeldris ayudó a levantarse.

— Lárgate si no quieres que te baje todos los dientes — dijo Ban.

— Ban... por favor.

— Por favor nada Meliodas — le contestó.

— Familiares de la señorita Liones — dijo el médico mirando a los padres de Elizabeth.

— Si, ¿cómo está doctor?

— Está despierta, pudimos estabilizarla, pueden pasar a verla, la transfusión de sangre tuvo éxito — todos soltaron un suspiro de alivio y Meliodas volvió en si — Con permiso — dijo desapareciendo en los pasillos.

Caroline, Bartra, Diane y Elaine entraron a la habitación donde se encontraba Elizabeth, despierta, sin darse cuenta que Meliodas estaba atrás suyo.

(...)

Elizabeth despertó en una habitación blanca como las nubes y una enfermera estaba a su lado.

— Que bueno que despertaste — dijo sonriéndole — Le avisaré al doctor.

Elizabeth estaba aturdida, miró a su alrededor y vio que tenía en la muñeca una venda y una vía donde le introducían suero para que no se deshidratara. Cuando al fin las imágenes borrosas se aclararon, el médico entró a la habitación preguntándole cómo se sentía.

— Bien, solo me duele un poco la herida — dijo.

Mentirosa.

Estaba tan deprimida que a penas podía hablar. Se preguntaba si Meliodas se había enterado de lo que había hecho, y si se preocupó; o solo le dio igual. En el fondo de su corazón, aún estaba él, con sus ojos verdes, tez morena y cabello rubio.

Suspiró y miró el techo con ganas de largarse a llorar. De pronto una voz familiar entró en la habitación, eran sus padres y sus dos mejores amigas.

— ¡Mi niña! — gritó su madre abrazándola — Tenía tanto miedo de perderte — se le llenaron los ojos de lágrimas y fue abrazada por su padre y sus amigas. Fue un abrazo cálido y amoroso, algo que Elizabeth extrañaba tanto.

— ¿Cómo estás? — preguntó Elaine.

— Un poco aturdida, pero mejor — dijo con una leve sonrisa. Sus padres y sus amigas se hicieron a un lado dejando ver a Meliodas. En la sala de espera él les explicó todo y dejaron que la vea.

— Los dejamos solos — dijo Bartra mirando a su hija, guiñándole el ojo.

— Eli...

Elizabeth dio vuelta la cabeza en dirección a la ventana ignorando a Meliodas. El rubio suspiró y tomó su mano, haciendo que ella lo mirara a los ojos. Se quedaron unos minutos sin hablar, pero al minuto, la albina decidió hablar.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó frunciendo levemente el ceño.

— Cuando me enteré lo que te pasó, tuve miedo de perderte — dijo mientras comenzaba a llorar.

— Deja de fingir, Meliodas — le dijo ella apartando su mano de la de él.

— Al principio sólo quería cogerte y luego botarte — dijo tomando el rostro de su pareja, haciendo que lo mire y ambos soltaron una lágrima — Pero me enamoré, me enamoré de ti, de tu físico y lo más importante, de tus sentimientos. Eres tierna, dulce y con sentimientos buenos...

Elizabeth lo interrumpió.

— ¿Y por qué Gelda tuvo que decírmelo? ¿Acaso planeabas ocultarlo?

— No mierda, te lo iba a decir pero no encontraba el momento — ella se sorprendió — Ella esta celosa, antes éramos mejores amigos, pero al llegar Liz y al llegar tu, cambió, siempre quiso apartar a mis parejas, por eso te lo dijo de esa manera — siguió explicando — cuando me enteré que quisiste matarte por mi culpa, mi mundo se derrumbó y tenía miedo de perderte — hizo una pausa y tomó ambas manos de Elizabeth — Se que no tengo rostro para pedírtelo pero... ¿puedes perdonarme?

Hubo un silencio de unos segundos y ella sonrió dejando un beso en su mejilla.

— Por supuesto.

Ambos se miraron y sus labios se unieron en un tierno y cálido beso. Que Elizabeth esté bien, era la prioridad de Meliodas, y ahora no dejaría que nunca más le pasar algo malo, la protegería de cualquier cosa, y si tenía que matar a alguien incluso a sí mismo, lo haría, todo por el amor de ella.
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¡Brujitas y brujitos!

¿Cómo están? Espero que muy bien, aquí les traigo este capítulo donde ambos protagonistas vuelven a encontrarse y a perdonarse.

¿Les gustó? ¿Tienen preguntas? ¿Teorías?

Los leo🫶🏼

Cariños❤️
Moon_

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