— ¡Liz! — exclamó Elizabeth al ver a su cuñada favorita — ¿Cómo has estado? — dijo dándole un beso en la mejilla.
— Muy bien ¿y tu?
— Muy bien — respondió — Gelda, hol-
No pudo terminar la palabra pues la rubia se alejó para no darle un beso en la mejilla de bienvenida.
— Si, lo siento — dijo Elizabeth apartándose.
— Gelda — reprendió Zeldris.
— Te dije que no quería venir — le contestó en voz baja.
Elizabeth sonrió y caminó con Liz mientras Estarossa, Zeldris y Meliodas se juntaban para hablar.
— Ya no veo la hora de presentarte a mi familia — dijo Elizabeth a Liz — Les agradarías mucho. Eres una mujer súper agradable.
— Gracias Eli, tu también eres agradable, y muy hermosa.
Elizabeth sonrió y caminaron mirando tiendas por la calle, no comprarían nada, pero era entretenido mirar. Ambas se sentían seguras con la otra, eran las cuñadas más felices si se puede decir.
— ¿Alguna vez te gustó una chica? — preguntó Liz.
— En preparatoria me gustó una muchacha llamada Nerobasta, una mujer muy bonita de hecho.
— Entonces eres bisexual — Elizabeth asintió — Yo también.
Ambas sonrieron y comenzaron a reír. Pasaron la tarde caminando y tomando algo delicioso en un restaurante que fueron con sus parejas. Realmente Elizabeth no sabía que le sucedía a Gelda, sabía que habían personas tímidas, pero ella era desagradable, no encontraba la palabra pero podía decirle así.
Cuando cada uno se fue a su casa, Meliodas y Elizabeth estaban en la cama y el rubio, extrañado por el escaso deseo sexual de ella, se animó a preguntarle qué le sucedía.
— Elizabeth — dijo Meliodas — Llevo días queriendo tener relaciones contigo y no quieres.
— Yo... — ella apenas podía contestarle.
— ¿Te sientes gorda? ¿Tienes estrías? ¿No te depilaste? No comprendo.
— Es hora de que te diga la verdad.
— ¿Qué verdad? — preguntó él sentándose en la cama al lado de Elizabeth.
Ella inhaló y exhaló y comenzó a quitarse el short y su ropa interior mirando hacia el suelo y con vergüenza, abrió las piernas y al abrir los ojos, se encontró con la mirada de Meliodas, estaba sorprendido y se sintió mal por ella.
— ¿Quién... quien te hizo esto? — preguntó mirando los ojos llorosos de su mujer.
— ¿Recuerdas a Mael?
— ¿Como olvidarlo?
— Bueno... estaba saliendo de mis prácticas y me tomó por la fuerza, me llevó a un callejón sin salida y me violó, cuando le di una patada en la entrepierna, sacó una navaja y comenzó a cortarme. Fue lo más doloroso que sentí en la vida. No quería que vieras mis cicatrices porque me daba vergüenza y sentía que no era digna de ti.
Meliodas no pudo evitar abrazarla y le dio besos en su cabeza.
— Todo estará bien, te lo prometo.
— Meliodas... — dijo en voz baja haciendo que la mirara — Tómame.
— ¿Estás segura? ¿Por qué si no-
Elizabeth lo cayó con un beso que él siguió. Meliodas quedó arriba suyo y comenzó a quitarse la ropa. Cuando ambos estaban desnudos, sus pieles se rozaban, excitándolos aún más.
— Si quieres parar, solo debes de decírmelo ¿si?
— Solo quiero ser tuya.
Meliodas sonrió.
El rubio bajó hacia su intimidad y dio besos en cada cicatriz y de un momento a otro, le dio una lamida haciendo soltar un gemido a la albina. Mientras lamía su perla de placer, metió dos dedos dentro de ella.
— Ay~ Meliodas~ — gimió arqueando su espalda. Sus movimientos iban cada vez más rápido, y en unos pocos minutos, se corrió en la boca de Meliodas. Él le dio una última lamida y fue a besar a Elizabeth.
— ¿Qué quieres preciosa?
— Tómame.
— Si es lo que quieres, eso haré.
Puso su miembro erecto en la entrada de la muchacha y se adentró de una estocada.
— Ahhhh~
Comenzó con movimientos suaves pero la albina pedía más y más, y eso calentaba aún más a Meliodas.
— Ay, si ~ ve más rápido ~
Meliodas y Elizabeth llegaron al orgasmo al mismo tiempo gritando el nombre del otro, terminaron en la cama abrazados y mirándose.
— ¿Fui muy brusco?
— Fue increíble, fuiste tan gentil y también rudo — dijo Elizabeth — Te amo.
Cuando Elizabeth se durmió, Meliodas se levantó de la cama y llamó a un colega que siempre está al tanto de todo y sabe mucho de computación.
— Pon inicio al plan — dijo — Quiero a Mael muerto.
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¡Brujitas y brujitos!¿Cómo están? Espero que súper bien.
¿Les gustó el capítulo? Un poco corto pero con un lemon bien simple.
¿Tienen alguna teoría o pregunta que quieran comentar?
Cariños❤️
Moon_
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Criminal
RomansElizabeth, una neurocirujana muy prestigiosa y muy buena persona, queda su vida patas arriba al conocer al jefe de la mafia más importante. Él quiere iniciar algo con ella, pero Elizabeth duda al saber quien es él. ¿Podrá ella amarlo a pesar de quie...