Capítulo 20

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Mucha tragedia gente, mucha tragedia.

Elizabeth llegó a la mansión de Meliodas y comenzó a guardar un poco de ropa para unos días, iría a la casa de sus padres ya que no quería ver a Meliodas ni en pintura.

— Que se vaya al carajo — murmuró y segundos después escuchó cómo se abría bruscamente la puerta de la habitación.

— Elizabeth...

Era Meliodas.

No quería oír su voz.

El rubio tocó el hombro de Elizabeth pero esta lo apartó de un golpe y tomó su mochila. Se miraron a los ojos por unos segundos y las lágrimas de ella se hicieron más frecuentes.

— Por favor, déjame explicártelo.

— ¿Explicar qué, Meliodas? — preguntó con la voz rota — ¿Que me has usado y traicionado mi confianza? Creí que eras el indicado, pero ahora veo que sigues siendo el mismo mafioso que no le importan los demás.

— Pero tú me importas. Déjame explicarte-

Fue interrumpido por Elizabeth.

— ¡Cállate! — gritó — yo te voy a explicar algunas cosas. En primer lugar, nosotros ya no somos nada; y segundo ten por seguro que jamás volveremos a vernos — los ojos de Meliodas se llenaron de lágrimas, la amaba y esto era gracias a los comentarios de Gelda — no me busques más si no quieres problemas.

— Eli...

Ella empujó hacia a un lado a su ex pareja y bajó las escaleras rápidamente y salió de la casa llorando a mares. Lo amaba, pero su dolor fue más fuerte, más fuerte que ni siquiera quiso una explicación por parte de él. Había entregado su corazón al hombre equivocado y fue como caer sin paracaídas, sumergiéndose en un sentimiento de dolor.

La respiración de Meliodas era entrecortada, las lágrimas caían por sus mejillas, y tomaba sus rubios cabellos y los tironeaba, gritando. Cayó de rodillas al suelo y el pecho le apretaba.

— La perdí — dijo en voz baja. Quería asesinar a Gelda, por su puta culpa estaban así. Respiró hondo y tomó sus cosas para ir a donde estaba Liz y Estarossa, seguramente ellos sabrían que hacer en estos momentos y claramente Zeldris y Gelda seguían ahí.

Al conducir el auto, no podía dejar de pensar en lo que había pasado, no podía dejar de llorar; apretaba con fuerza el manubrio del coche y al llegar a la casa de Liz, se encontró con una escena de violencia entre las dos mujeres.

— ¡Ella es nuestra familia payasa de mierda! — gritó Liz tomando a Gelda de los cabellos, trataban de separarlas, pero no podían.

— ¡Jamás será parte de nuestra familia! — dijo dándole un puñetazo a la pelirroja, haciendo que cayera al suelo, con la nariz sangrando.

— Eres una puta violenta — dijo Liz levantándose con ayuda de Estarossa — ¡lárguense de mi casa! — habló dirigiéndose a Gelda y Zeldris — ¡Largo!

— Prometo que hablaré con Gelda, no me gusta verte en este estado hermano.

— Está bien Zeldris.

— Camina mujer — dijo Zeldris a Gelda con enojo.

Meliodas se acercó a Liz y junto a Estarossa comenzaron a curarle las heridas.

— Tienes a una mujer hermosa de pareja, no dejes que esta imbécil lo arruine — habló la pelirroja.

— Ya la perdí... se fue de la casa.

— Tienes una buena mujer como compañera, te ayudaremos a que vuelva y perdone. Va a tardar tiempo, eso es un hecho, pero te prometo que todo estará bien.
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¡Brujitas y brujitos!

¿Cómo están? Espero que súper bien.

¿Les gustó el capítulo? ¿Muy trágico? ¿Preguntas? ¿Teorías? Déjenmelo saber.

Los leo🫶🏼

Cariños ❤️
Moon_

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