Los dos sonrieron animados y Elizabeth acomodó su melena de rizos negros largos y mi hermano se acercó a ella y le dio un suave beso en la mejilla. Ella se rió y él hizo una sonrisa tímida. Los dos eran muy dulces. Después de un rato aparecieron Carter y Jesse con una bandeja de costillas de cerdo, pedazos de pollo, salchichas y hamburguesas
— ¡Oigan, chicos la carne ya está lista! — exclamó Carter entusiasmado y con una improvisada reverencia
— ¡Esperamos que les gusten, a todos! ¡Gracias y a comer!— gritó Jesse complacido
Todos festejamos, unos silbaron y se alegraron por ello, Jesse colocó la bandeja en el principio de la mesa donde estaban Jack y Michael, ellos tomaron sus porciones. La pasaron a los siguientes que eran Sofí y Will, siguieron pasándolo a los demás, hasta que llegó a nosotros; Rick agarró un solo pedazo de carne, un montón de ensalada y salchichas, Elizabeth algunas hamburguesas, pero en cambio yo cogí varios pedazos y poca ensalada. Fruncí los labios, me parecía mucho.
Joel silbó
— ¡Dios, Cleo! ¡Tienes hambre!— comentó Joel sorprendido, ante la porción de me había servido en mi plato
—Hermanita, ¿eso...no es mucho? — preguntó Rick, intrigado
— Uhm, es que tengo... hambre. —balbuceé insegura
En eso apareció, Zane con una jarra de limonada y una gran sonrisa, la colocó en el medio de la mesa, sonrió y fue a traer la otra, mientras se iba; detalle a todo el mundo a Michael con su camisa gris y pantalones de mezclilla. Su piel oscura como el chocolate, sus orejas con sus ojos marrones y su rostro fuerte; sus rangos de padre y hombre acompañada de su muy distinto mostacho, pero también con su calva cabeza oscura, y en fin ese era el Michael, el que yo conocía. Seguí comiendo y con la pregunta en mi boca: ¿Dónde estaba Lucas? Tragué con la carne y la lechuga ya masticadas en mi boca, me serví un vaso grande de limonada de la jarra que pasaron para nosotros, agarré un gran sorbo, estaba fría, la tragué despacio y acomode mi garganta para entonar palabra.
Lucas no estaba y eso me dio curiosidad. Así que le pregunté a Joel por él. Joel me miró y me explicó que Lucas no está de ánimos para las reuniones. Apreté los labios. Hasta Ethan añadió, que lo habían visto transformarse e irse hacía el bosque. Sin nada que decir, no pregunté nada más. Suspiré, me mordí los labios y continué como si nada. Mi esposo, apareció con la otra jarra faltante, la puso para los demás y luego se sentó cerca de Desirée acompañada de Alex. Luego me observó con una más de esas sonrisas pequeñas pero cautivadoras y se puso a comer. En cambio yo con solo esa porción me sentí satisfecha, inhalé profundamente, apreté las manos hasta hacerlos puños, me levanté y agarré mi vaso de limonada
— ¿No vas a comer más, hermanita? — me preguntó mi hermano
—No, uhm, ya es suficiente—repuse levemente. Suspiré. — Estoy bien, Rick. Estoy bien así, estaba delicioso. Gracias— le mentí
— ¿No vas a esperar el postre, Cleo? —me dirigió Ethan mientras comía un poco con la boca llena
Su pregunta me extrañó. Y arqueando una ceja le contesté:
—No tenemos postre, no compramos o preparamos uno.
—Claro que sí, Troy y mi hermano fueron a comprarlo en el pueblo, Cleo— me aseguro Elizabeth
—Bueno...si es hacia, de acuerdo. ¿Esa era la razón por la que no los ve por aquí hace unas horas? — pregunté
—Si ellos se ofrecieron en ir por él, además creo...era...
Elizabeth se quedó un segundo pensando en el nombre del postre que esos dos nos traerán, y pero entonces, me percaté de que no había visto a Vanessa y ahora me preguntaba dónde estaba ella. ¿Dónde que se habría metido esa atolondrada, ah?
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Las Dos Caras de la Luna © ✓
VampireSerie Las Dos Caras de la Luna: Libro I La palabra que mejor describe a los residentes de White Rose, es paz. Un lugar sin vida para algunos, pero el escondite ideal de secretos para otros. Perfectamente consciente de esto es Cleo Shepard. Ella es e...