Jennifer Christine Devine, así era su hombre. Igual yo muchos, Jennifer había tenido una vida anterior, una vida humana. Ella de Nueva York y había vivido en el condado de Brooklyn con su familia, pero ninguna familia era perfecta. ¿Quién dijo que todo era perfecto para todos? Nadie, ni tampoco Jennifer era la excepción de todo, porque sufría de Trastorno Bipolar. Ser una joven muchacha con un trastorno bipolar, no era nada sencilla para ella ni su familia. Y cuando tuve la edad suficiente, se marchó de su casa en Brooklyn con algunas de sus cosas y sus medicamentos. Se dirigió al oeste hacia Connecticut, a Hartford en aquel tiempo. Jennifer continuó su viaje hacia el suroeste al condado de New Haven.
***
—Tal vez fue el destino que me trajo hasta aquí y conocí a Troy —había dicho ella una vez.
Quizás o no el destino u otra cosa para que ella decidiera venir hasta White Rose, aunque Jennifer podía trabajar con algo, lo suficientemente bueno para ayudarla económicamente; ella sabía que necesitaría un milagro para poder seguir adelante y continuar su vida con su enfermedad. Poco tiempo después de haber venido al pueblo, Jennifer se encontraba trabajando en uno de los bares del pueblo como camarera, entre los meses de mayo y junio, para poder mantener el pequeño lugar donde se había establecido aquí, y esforzaba en hacerlo para encontrar las fuerzas suficientes para seguir progresando. Ella jamás pensó que podría hacer un amigo o mucho menos enamorarse y ese tema no estaba en sus planes ahora, pero conocí a Troy Hall. Troy la conoció en uno de las tiendas donde ella trabajaba en este pueblo, quizás algo cliché pero así fue como se conocieron.
—Un día vino a la tienda y me preguntó por un regalo para su sobrina y noté lo guapo que era. Y sus hermosos ojos de color grisáceo —nos había contado Jennifer.
Jennifer y Troy empezaron siendo amigos pero aunque mi hermano era un vampiro, creo que Jennifer no sospecho nada sobre él. Aunque Troy estaba cerca de ella, era extraño de cierta manera. Pero, ¿por qué la insistencia de él hacia ella? Era raro, es más siendo por mi hermano.
—Tomé una decisión con respecto a Jennifer y lo haré, porque sé que ella sufre mucho—nos había dicho Troy.
Él planeaba algo y siendo los amigos que eran, lo creía que haría algo para hacerle daño. Era posible, que Troy se había enamorado de Jennifer y no quería dejarla sola y sufriendo por su estado mental. Mi hermano me dio muchos detalles, pero sabía lo que había hecho cuando una noche trajo a Jennifer inmóvil en sus brazos y ella estaba en proceso de convertirse en un vampiro.
—Tuve que hacerlo. No me dejó otra salida. Iba a morir—nos había explicado Troy
Le preguntamos el motivo y entonces, notamos que Jennifer tenía marcas de cuchillas en las muñecas. Ella se las había hecho, se había intentado suicidar y Troy la había descubierto antes de poder ayudarla y tuve que inyectarle su sangre. Mi hermano cuido de ella pero también se hizo responsable, aunque fuera en sus sentimientos por ella. Jennifer no tuvo problemas con eso y ella...estaba feliz. Con ser un vampiro y con ser amada.
Después de haber recordado y revisado en mi cabeza, la vida y obra de Jennifer; tan poco la vida de Jesse me parecía tan dolorosa ni siquiera fuerte de contar. Jesse no nos había revelado mucho de su pasado solo que él no había sido feliz, nunca. Muchos de la casa sentían intriga sobre eso, pero no se atrevían a entrometerse en la vida de alguien, pero Jesse solo nos contó pequeños detalles de su "anterior" vida. Tenía descendencia australiana por su lado paterno, había vivido bien económicamente, pero aun así, tuvo sus conflictos familiares. Madre, padre y fue el hijo menor con una hermana mayor. Aunque tenía una buena familia, él jamás se había sentido contento con su vida, le parecía aburrida, pero ese cambio cuando conoció a Vanessa y vio el mundo de una forma más clara al ser un Seivia. Aunque, siempre me pareció que Jesse ocultaba más, solo contaba lo que queríamos escuchar.
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Las Dos Caras de la Luna © ✓
VampireSerie Las Dos Caras de la Luna: Libro I La palabra que mejor describe a los residentes de White Rose, es paz. Un lugar sin vida para algunos, pero el escondite ideal de secretos para otros. Perfectamente consciente de esto es Cleo Shepard. Ella es e...