Algo esta cambiando

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El golpe en su cabeza le había cambiado de lugar dos o tres neuronas. Reigen no atinó a protegerse del sorpresivo ataque y termino cubierto de libreros destruidos y otros escombros.

-¡Maestro!- Fue lo último que alcanzo a escuchar antes de perder el conocimiento.

Un estruendo, así podría describirlo, sólo escucho un ruido fuerte seguido de un pitido y no vio nada más.

Unos minutos después, abrió los ojos, pero no reconoció el lugar dónde estaba, ni al joven chico de mirada preocupada que le sostenía en brazos, o a la chica y al hombre que le veían anonadados.

Sintió una punzada en la nuca, cómo si le hubiesen golpeado con un bate de béisbol. Sabía cómo se sentía porque ya le había pasado... Hace no mucho, podría jurar que ese recuerdo era reciente, pero eso era imposible, eso pasó cuando tenía 16 años...

¡¿Por qué no podía recordar nada?!

Se comenzó a desesperar y a entrar en pánico.

No recordaba lo que desayuno, no recordaba lo que había cenado anoche, no recordaba nada maldita sea, nada.

Se incorporó, sentía su cuerpo diferente.

¿Qué le habían hecho?

-¡Suéltame!- empujó a Shigeo con desesperación, empezaba a hiperventilarse, se sentía con energía suficiente para escapar del lugar, pero sus recuerdos estaban revueltos. Cuando se levantó se sintió mal, con ganas de vomitar.

-¿Está bien... ma... ma... maestro?- Le preguntó su alumno con el alma al filo, no sabía qué carajo estaba pasando,

Arataka se incorporó, y comenzó a calmarse.

-Respira... respira... respira... debe haber una razón lógica para todo esto- Ya había caído en cuenta de que su cuerpo era completamente diferente. Su traje le quedaba enorme, sus zapatos no le calzaban y además, estaba completamente cubierto de polvo. Y una extraña sensación de que hacían falta tres cosas de su cintura para abajo y sobraban dos de su cintura para arriba le aturdía.

-¡Tú!- grito enfadado hacia el esper- ¡¿Qué me pasó y por qué me dices maestro?!- Amenazante en todo momento, como si lo pudiera quemar con la mirada.

Shigeo estaba en shock, no sabía nada, sólo que "él" era ahora "ella" y que era inevitable notar los radicales cambios físicos, aún cuando el traje le quedaba enorme, su maestro tenía atributos propios de la envidia de algunas cuantas personas.

-¡¿Qué estás pensando Mob?!- Le gritó Reigen ofendida y enfadada, dándose cuenta hacia donde iba esa mirada

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-¡¿Qué estás pensando Mob?!- Le gritó Reigen ofendida y enfadada, dándose cuenta hacia donde iba esa mirada... para después de un flashback masivo, desmayarse de nuevo.

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Después de esconder la evidente metamorfosis de la joven rubia, Katsuya le tomó en brazos por orden de Mob y ambos la llevaron rápidamente a la oficina, mientras Tome se quedaba a dar excusas al cliente y dar el exorcismo por resuelto, justificando los inconvenientes y claro, cobrando porque así es el negocio.

16 otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora