Lo que tu sabes

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Reigen no se sentía bien, era poco evidente, pero lo era. Todos lo estaban mirando como si no fuera él... y es que si, claro, en ese momento era ella...

Mientras comía en silencio se sentía vigilado... No era para tanto... ¿verdad? No es cómo si se fuera quedar así para siempre... ¿o sí? -¿Qué pasa con ese pesimismo, Arataka?- dijo a sus adentros -Siempre logras encontrar una solución... Mob siempre te ayudará a buscar una solución-

Su mirada se fijo en Mob... ¿lo ayudaría?... Pero... hace unas horas lo había rechazado... y no porque en realidad quisiera, se sentía muy feliz y eso no era mentira... hacia rato que los sentimientos que guardaba hacia el chico le hacían mella en el corazón... sabía que no era posible... que darle una "oportunidad" o mejor pensando, que Shigeo le diera una oportunidad a él... era una posibilidad para el desastre... su alumno era una persona sumamente especial... todo lo bueno y lo malo del mundo podía caber en su corazón, porque era enorme. Por eso debía conocer a alguien cuya edad fuera más cercana a la suya, para que nadie se aprovechara de el inmenso amor que el chico podía dar... él no se sentía merecedor de ese amor...

Aparte... después de eso no hablaron, y no quería que pareciera que dejo el tema de soslayo... pero no sabía que decir. Tuvo miedo... miedo de que Mob destruyera algo... miedo de que no se pudiera contener... miedo de que se alejará para siempre de él...

-Reigen-san... ¿se siente bien?- Tome le acerco una servilleta porque las lagrimas comenzaban a salir de sus ojos.

- ¡Claro!... no es nada es que la hamburguesa esta muy picante - Se limpió las lagrimas y se dio cuenta como todos le veían con preocupación... era obvio que mentía - Debo parecer tonto, no sé porque no me puedo calmar, necesito aire... disculpen... ahora regreso - salió del restaurante.

Mob no lo dudo ni un segundo y lo siguió.

- Esperen... - dijo Serisawa, pero no alcanzó a avanzar porque Kurata lo había tomado del brazo.

-Creo que necesitan hablar- Le dijo con una sonrisa paciente a su compañero de trabajo. Y con un gesto ligero le indico que volviera a sentarse.

El joven mayor no supo como rebatir eso, porque muy a su pesar... sabía que la chica tenía razón.

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-¡Maestro!- le dijo Mob justo tomando su brazo para detenerlo.

Arataka tenía las mejillas rojas de tanto limpiarse las lagrimas y sus ojos se veían más grandes de lo normal. Por más que había intentado actuar tranquilo, su impetú se había roto... no sabía si era por el hecho de ser una chica o porque no podía ver a Mob después de darse cuenta de lo que estaba a punto de perder... todo era más fácil cuándo se limitaba a disfrutar y sufrir esos sentimientos que creía eran unilaterales.

-Lo siento, estoy bien, solo necesito respirar. En un momento vuelvo con ustedes. - Sonrió mientras lloraba.

Shigeo se apretó los puños.

-Esto es mi culpa, maestro... Si yo no hubiera dudado, si no le hubiera dicho nada acerca de cómo me sentía, ese espectro no se habría aprovechado para distraerme - El chico estaba realmente enfadado consigo mismo.

-¿De que hablas Mob?- Reigen dejó de llorar pero miraba con incredulidad al chico pelinegro.

-Ese... fantasma, era... se... sentía como yo. Uso las mismas palabras que usted me dijo cuando me rechazó para hacerme enfadar... Si yo hubiera sido más inteligente... usted... usted estaría bien - Los ojos de Shigeo se llenaban de lagrimas de impotencia.

16 otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora