El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]

Vacía

Se sentía vacía.

Se sentía vacía y no le gustaba para nada ese sentimiento.

Sentir que algo le faltaba a su lado era un sentimiento que deseaba no haber sentido en todo su paso por OT, pero todo se jodió cuando la nominaron junto a su novia. Le habían expulsado, habían expulsado a Chiara, se había ido y Elizabeth se había quedado en la academia. No quería estar ahí, no quería estar allí sin ella, no podía hacerlo.

El viaje de vuelta a la academia fue el peor de todo su paso por OT. No estaba sentada sola, pues Ruslana se había sentado a su lado, pero aún así Elizabeth sentía que le faltaba algo, o mejor dicho, alguien. La soledad que sentía en su interior era algo nuevo, nunca antes se había sentido de esa forma, pues nunca antes había sentido tanto por una persona como lo estaba sintiendo en esos momentos con la británica.

No le gustaba esa sensación, esa sensación de sentirse sola a pesar de estar completamente rodeada de gente, esa sensación de que nadie puede llenar ese vacío que se había creado en tu pecho. ¿Cómo estaría Chiara? Tan solo llevaban una hora como mucho separadas, y la rubia no había podido dejar de pensar en ella ni un segundo. 

Aún así, las lágrimas no salían de sus ojos desde que se despidió de Chiara antes de la posgala. Como si realmente ya no le quedasen lágrimas, como si ya hubiera gastado todas en aquella semana y en aquella última gala. 

Cuando llegó a la academia ni siquiera se molestó por hablar a nadie. Se fue directamente al interior de esta, haciendo que Naiara, Juanjo y Ruslana compartiesen una mirada, preocupados por el estado de la menor. 

Pero ahora mismo a ella no le importaba nadie, solo sabía que estaba empezando a sentir como su respiración fallaba y no quería tener un ataque de ansiedad que veía imposible de reprimir delante de cámaras. 

Se metió en las duchas y con las manos temblando y la respiración entrecortada se quitó el micrófono, apagándolo y yendo hasta el fondo de las duchas, sentándose en el suelo y cerrando sus ojos, mientras trataba de abrir su garganta, hacer que el oxígeno llegase a sus pulmones. 

Llevaba teniendo ansiedad desde que se mudó de América a España. El cambio no fue fácil, tuvo que enfrentarse a sus padres por haber besado a su mejor amiga y además mucha gente se metía con ella por el acento que tenía, ya que era una mezcla entre francés y americano. Estuvo un par de años sola, sin ningún amigo o amiga, tan solo habló con un chico que jugó con ella, y por todas esas cosas fue que sus ataques de ansiedad empezaron, sintiéndose no suficiente, pues, por palabras del propio chico "¿Para qué va a quererte alguien si no es por tu fisíco?"

Nadie conocía sus ataques de ansiedad, nadie sabía de ellos y tenía pensado que siguiese siendo así, incluso antes de entrar había ideado una excusa por si le daba un ataque de ansiedad dentro de la academia. Pero ninguno de ellos había ocurrido, pues cuando se sentía mal o sentía que podía llegar a tener uno Chiara siempre estaba a su lado, ayudándole más de lo que ella jamás pensaría que le ayudó.

Pero ahora... ahora ya no estaba. Ahora ya no estaba y, a pesar de tener a mucha gente a su lado, se sentía sola. Y pensar en eso no ayudaba a calmar el ataque de ansiedad que le estaba dando, ni siquiera a disminuirlo.

Pasó ambas manos temblorosas por su cabello, sintiendo como su corazón palpitaba con velocidad. Abrió sus ojos, gran error, pues empezó a notar como las paredes empezaban a juntarse, como si le estuvieran encerrando, como si quisieran aplastarla. 

Su mirada empezó a volverse borrosa, y no sabía si era por las lágrimas o por la falta de oxígeno que estaba llegando a sus pulmones, o incluso una mezcla de ambas. Tragó en seco, tratando de abrir su garganta, estaba empezando a agobiarse pues cada vez notaba como le faltaba más aire.