El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]

Mikel Ochoa

(Aviso: Puede haber temas algo sensibles en este cap, lo narro desde el respeto y no pretendo en ningún momento hacer burlas de temas como esos, mucho ánimo a todos aquellos que estéis/hayáis pasado por algo así)

Estaban ya, de nuevo, en la habitación de Chiara. Elizabeth estaba en la cama tumbada mientras miraba su móvil y Chiara terminaba de hacer su maleta, mientras que algunas veces miraba hacia la rubia. 

Llevaba rara desde que volvieron de estar con sus amigos, y la pelinegra podía adivinar el por qué. Seguía con ganas de golpear a Josué por haber sido tan bocazas, y supuso que entre eso y lo de los juicios de sus padres era lo que tenían a la rubia tan rara desde que se habían despedido de los amigos de la inglesa. 

Chiara tenía claro que su pasado no era, ni de lejos, algo por lo que sentirse orgullosa. Tuvo una mala racha después de una mala experiencia y liarse y acostarse con lo primero que pillaba en las discotecas parecía que era lo único que la mantenían del todo serena, aunque en realidad solo se servían para un rato, ya que al día siguiente volvía al mismo mal sentimiento que todos los días. 

Debía hablar con Elizabeth, sin ni siquiera mirarla podía adivinar que la cabeza de la rubia estaba trabajando durante todo ese tiempo en hacerle llegar malos pensamientos, conocía lo suficiente a Elizabeth para saber que eso así estaba siendo. 

Cuando cerró por fin la maleta que llevaría al día siguiente a Madrid, se tumbó al lado de la rubia, de lado, para mirarle a la cara. Elizabeth ni siquiera se dio cuenta de ello, estaba mirando una cosa en su móvil pero, en realidad, solo se estaba centrando en sus pensamientos, disociando completamente de todo. 

— ¿Estás bien? 

Elizabeth dejó salir un pequeño suspiro al escuchar aquellas palabras provenientes de Chiara, la cual habló en un susurro, en un hilo de voz, temiendo que si hablaba demasiado alto Elizabeth se asustaría y volvería a cerrarse completamente con ella. 

— Es... no es nada, es una tontería. — Susurró la rubia, sintiéndose patética porque las palabras de Josué hubiesen tenido tanto impacto en ella. 

¿Por qué le afectaba tanto? Era el pasado de Chiara, no su presente, ahora estaban ambas bien y no era momento para sus inseguridades. Se sentía como una tonta por preocuparse por algo así, por sentirse tan extraña después de esas palabras del amigo de su novia. 

Desde que Josué soltó aquellas palabras y descubrió todo lo que estas le estaban afectando, las palabras que sus padres y sus antiguos intentos de relación le repitieron una y otra vez resonaban en su mente, haciéndole sentir aún peor por como se estaba sintiendo, haciéndole sentir como una patética y una tonta por sentirse así por una tontería como esa.  

"Mírate, llorando como una niña pequeña, eres patética." La voz de su padre resonaba en su mente, resaltándose entre tantas otras voces.

"Si sigues con tus malditas inseguridades nadie nunca te va a querer, eres patética." Esta vez fue la voz de Mikel la que resaltó entre las otras.

"Debes dejar de llorar por tonterías y empezar a comportarte como una adulta." La voz de su madre fue la que esta vez se hizo presente.

Más mensajes de ese estilo iban turnándose en la mente de la rubia, estaba a punto de estallarle la cabeza, no sabía como acallar las voces que oía en su interior. Incluso llegó a ponerse ambas manos en las orejas, pero nada parecía funcionar. 

"Hablar las cosas está bien, que te preocupen ciertas cosas está bien, siempre y cuando no te lo guardes para ti, todo estará bien." Una cuarta voz se hizo presente en su cabeza, haciéndola tragar en seco.