Empezar de cero era lo que mejor conocía en la vida. El arte venía de familia, la imaginación y la creatividad eran genéticos.
Las casas abandonadas, las casas viejas, las casas olvidadas, las casas tragadas por la naturaleza misma. Esas casas que a nadie les importaban y que al verlas solo eran algo feo a la vista para todos.
Para mis padres era un Lienzo en blanco.
Un esqueleto al que se le debía dar Órganos, músculos, piel. Una alma.
Ellos trabajaban rápido al imaginar la casa perfecta para una linda familia. Solo echaban un vistazo y creaban el hogar de alguien.
Todo a cada momento era extraudinario, mi opinión siempre fue pedida y tomada. No hubo algo que yo quisiera hacer y ellos no me lo permitieran, me permitían ser.
Mi arte aunque en ocasiones era el mismo que ellos, logré expresarlo más allá. Una fotografía, un bailé, una pintura o incluso y solo en ocasiones podía ser en la música.
Solo sabía tocar el piano.
Ese mismo talento fue el que alimento mi pintura. Cada lugar al que llegábamos buscaba algún lugar donde pudiera tocar, normalmente eran restaurantes elegantes.
Cuando no encontraba trabajo en alguno, podía hacerlo en la calle.
Mis lienzos y mis pinturas, mis logros. Se sentía. más míos cuando lo obtenía yo.
El verano que mis padres compraron la última casa, sentenciaron el final, nuestros días de ir y venir habían llegado a su fin.
Mamá había enfermado, ella quería tener un lugar al que llamar suyo. Mucho tiempo lo pensaron, la idea, el plano, todo estaba hecho en papel y en palabras pero nunca en tierra.
“Tocar tierra firme es igual de emocionante que ir en barco”
Rentamos una casa, me inscribieron por primera vez al instituto, me quitaron...
___: ¡La creatividad! ¡Papá! ¡La creatividad! — dije cuando mamá compraba aquel uniforme horrendo — No usaré eso
James: Lo harás y te verás linda
___: ¡No! — me tire al suelo de la tienda — ¡Yo soy Luz! ¡Soy vida! ¡Eso es obscuro y esclavizante!
Jane: No seas dramática
___: ¡Papá! ¡Escúchala, me está limitando¡ — no podían arrancar mis alas cuando ellos me las habían dado — ¡Este es el principio del fin! ¡Seremos sedentarios!
James: Quizás dejes de ser virgen
Jane: ¡James! — Se reía
___: Tu no sabes dónde he estado — lo mire seriamente
James: Un piano en una habitación rodeada de lienzos, Lienzos blancos y Lienzos llenos de color y vida que le habrás dado por los pinceles más hermosos que podamos encontrar aquí — dijo al quitarle el uniforme a mi madre y mostrandomelo — Diseña tu idea y tendrás una habitación independiente para poder ser y hacer luego de un día en prisión
___: ¿Podemos tener un gato? — negocié
Siempre había querido marcotas.
