Lizzie reía y Winter también, las tres estábamos llenas de harina y la cocina era un desastre.
Las galletas estaban listas.
Lizzie: Lindas — estaba orgullosa
Las dejamos en un recipiente de cristal y caminamos a la sala.
Winnie había vuelto a poner su árbol junto con nosotras, le encantaba ponerlo, era momento de que abriera sus regalos.
Ella era despiadada con las envolturas.
Peluches de pingüinos, pijama de pingüino, un collar con una figura de pingüino. Un diario con dibujos de pingüinos.
Ella era la más feliz.
Y cuando saco lo que sería una casa armable en forma de iglú. Ella lloro pidiendo que se armara ahora mismo.
Tenía la idea que esa era una casa de pingüinos.
Enserio los amaba.
Ella quedado dormida entre sus peluches nuevos al esperar su casita, habíamos terminado luego de dos horas.
Fue divertido.
Lizzie: Enserio que luego de ella, estoy lista para una hija
___: Es un buen entrenamiento — reí
Lizzie: Fue lindo hoy — me miró sonriente
___: Lo fue — tome su mano — Te extraño mucho
Lizzie: También yo — susurro
___: Tienes que mirar arriba — me acerque a ella
Lizzie: Eres tramposa — rio al ver el muérdago
___: Hay tradiciones — me encogí de hombros
Lizzie: Yo respeto eso — ella junto nuestros labios
Se sentí como pretendía solo ser un piquito, Pero ninguna pudo quedarse solo con eso, la sujetende la cintura y ella me sujeto por el cuello.
El calor subió y no teníamos intenciones de separarnos, ella dió un brinco y yo la sostuve.
Enserio se podía sentir ese calor, no solo era deseó,
Me aleje de sala con ella.
Lizzie: Mi habitación está arriba — besaba mi cuello
___: ¿Estás segura?
Lizzie: Por mucho si
Subimos a su habitación, nos besamos un buen rato.
Ella había usado para esta noche un vestido rojo, le quedaba perfectamente y por mucho que se le viera bien.
Tuvo que irse.
Ella dijo que me veía muy bien en traje, había imaginado muchas cosas desde que me vio.
Me encantaba que fuera atrevida y que no le dirá pena decir las cosas que pensaba.
Sus pechos eran un vicio, me encantaban, los amaba. Tocarlos y besarlos, era algo que disfrutaba aún más cuando gemía bajo mi boca o manos.
Me gustaba tenerla sobre mi, ella podía ser lo único en que pensará al tenerla moviendo sus caderas sobre mi al buscar su placer.
Su lengua pasando por mis labios y pudiendo permiso para entrar, no solía ser admiradora de esos besos con lengua, sin embargo ahora que ella había pasado tiempo besándome de esa manera.
Lo entendía.
Se habían vuelto de mis favoritos, no cualquiera sabía besar de esta manera y ella sabía cómo hacerlo, enserio sabía.