❄ 015 ❄

4.3K 578 267
                                    

Capítulo 15 // thanks.

No sabían que decir. Louis estaba debatiéndose entre si ayudarlo o no.

Pero ¿de qué se preocupada tanto? ¡Era el bicho! ¡Él patético! Sin embargo, algo dentro de él le decía que lo ayudara. Por primera vez, sintió culpa, y más por la mirada que le dedicaba aquel niño rizado. Sin necesidad de decir nada, esos ojos verdes y penetrantes le suplicaban ayuda. Sí, a él no le importaba los sentimientos de los demás, si quería lo podía dejar ahí.

Pero decidió ayudarlo. Si le pasaba algo, él tendría ese cargo en la conciencia para toda la vida. No quería eso, no sería un asesino indirectamente. Por eso la razón de ayudarlo. Esa era la razón, ¿verdad?

Harry ya estaba desesperanzado. Solo esperaba que Louis volviera a darle una de sus sonrisas burlonas y se fuera, dejándolo. Ya estaba preparándose. Tal como aquel día cuando corrió detrás del autobús.

Sin embargo, su respuesta lo dejó atónito.

— El candado está cerrado. Voy a ver si puedo romperlo, ¿está bien? —lo miró directamente a los ojos. El pequeño no hizo nada más que asentir. Se apretó las manos nerviosamente  y luego se escucharon golpes—. Imposible —suspiró—, el candado es demasiado grande.

Por inercia, el oji-verde le empezó a temblar el labio, y una lágrima volvió a deslizar por su mejilla.

— ¿Por qué no llamas a alguien? ¿Al director? ¿Al conserje? —preguntó llorando—. ¡Alguien debe estar ahí! ¡Deben tener la llave!

— ¡No hay nadie! Fui a recoger mi horario y ya no había nadie. Estaba a punto de irme, pero el conserje ya cerró la puerta principal del instituto. Pensó que no había nadie, y se fue. Estaba buscando la manera de salir, hasta que escuché tus lloriqueos. Los pude escuchar por lo desolado que está el instituto.

— ¿Y-y entonces q-que harás para sacarme de aquí? —preguntó con la voz entre-cortada.

— En realidad, esto no es mi problema. Es el tuyo. En lo que debería estar preocupado es en como debo salir "yo" de acá.

Silencio.

El preocupado Louis no había durado mucho. Harry bajó la cabeza, y el castaño sintió un pinchazo justo en el pecho. Las palabras que dijo después ya no las pudo detener.

— P-pero escucha, aún así te voy a ayudar. Escúchame, Harry —el rizado sintió un cosquilleo en el estómago—. Hay otra salida. Ve hacia la esquina y busca tres escalones que descienden. Bájalos. Luego llegarás a una puerta, la abrirás y entrarás despacio. Es un pasillo muy angosto. Tocas las paredes hasta que encuentres otra escalera de metal y la subes. ¡Listo! ¡Ya estás fuera! —el rizado lo miró perplejo. ¿Cómo es que sabía todo eso? Lo hubiera imaginado de todos, menos de Louis—. Te preguntarás como sé todo eso. Ahora no es momento de explicarlo, sólo hazme caso.

— T-tengo miedo —susurró angustiado—. ¿Y si hay ratas o arañas? ¿Cómo las voy a ver?

— Déjate de mariconadas, ¿sí? —hizo una mueca—. ¿Quieres salir o no? —su voz fue autoritaria—. Vas a morir acá, así que ahora mismo mueves el trasero y haces todo lo que te indiqué.

Por mas tonto que sonara, a Harry le había motivado esas palabras. Claro, sacando las palabras ofensivas. Pero Louis era así, aunque haya sido esa manera en que lo dijo, estaba tratando de ayudarlo y motivarlo a su «manera».

Harry asintió apretando sus dientes, y le dio la espalda para comenzar a caminar. Tocó a su alrededor como un ciego buscando los viejos escalones. Los halló. Comenzó a bajar lentamente, pero esta rechinó y lo asustó involuntariamente. Pensó que caería. Felizmente eso no sucedió. Al tocar el piso volvió a buscar aquella puerta. La encontró. Empujó desde el interior, pero no se movía. Lo intentó con más fuerza y se abrió un poco. El temor lo inmovilizó. No quería entrar a ese pasillo. Estaba demasiado oscuro y angosto. ¿Y si se atoraba? ¿Y si ya no salía de allí?

— M-mejor voy a quedarme aquí, donde estoy —habló temblando—. Alguien quizás me saque mañana y-

— ¡No! —contestó con firmeza—. Debes salir ahora. Como bien dijiste, tal vez haya animales peligrosos allá abajo, muy cerca de ti. ¡Te estoy tratando de ayudar! ¡No te quedes ahí como estúpido y muévete!

Ya estaba diciendo Harry que le faltaba algo a su tan discurso conmovedor.

Volvió a ponerse de pie y empujó un poco más la puerta. Entró con mucho trabajo al pasillo angosto. Olía a humedad. Se escuchaban goteras cayendo como también pisadas de animales. Eran ratas. Palpó las paredes. Estas estaban llenas de hongos y moho. Luego escuchó ruidos como de animales escondiéndose. Luego, un aleteo cerca de su rostro. Se quedó completamente congelado y sus manos y piernas temblaron involuntariamente, para luego gritar angustiado.

— ¡Aquí abajo hay murciélagos!

Sintió el revoloteo de sus alas, pero ninguno chocó con él.  En la total oscuridad, ellos podían moverse a la perfección. Los envidió por un momento.

— Ellos no te harán nada, no te comportes tan marica. Tú solo sigue.

Obedeció y volvió a caminar con grandes zancadas. Por fin halló la escalera de metal. Estaba áspera y floja. Puso un pie sobre ella y está rechinó como la escalera anterior, pero ésta fue mas fuerte. Sintió otro aleteo por su rostro y por el miedo y motivado por el deseo de salir, subió rápidamente. Llegó al techo y comenzó a golpear.

— ¡Bien, bien! ¡Sigue! Empuja desde adentro y yo jalo desde afuera, ¿vale? Está pesada, pero valdrá el intento.

Hizo justamente como dijo y empujó con las pocas energías que le quedaba. Al fin, la escotilla se abrió y el rizado salió a gatas. El oji-azul le tendió la mano y este le correspondió.

Sería mentira decir que ninguno de los dos sintieron un cosquilleo o energía eléctrica pasar por su cuerpo. El castaño asustado, las retiró bruscamente cuando Harry ya estaba de pie.

Involuntariamente, el oji-verde comenzó a reír despacio. Estaba emocionado. Pensó que moriría ahí dentro, pero sin preverlo, Louis lo ayudó.

— G-gracias, Louis —susurró cabiz-bajo, mientras sorbía su nariz por el sollozo de hace unas horas.

— No es nada —contestó nervioso, y se rascó la nuca. Harry se sorprendió por ese acto.

¿Louis, nervioso?

Decidió no darles más vueltas al asunto y trató de limpiar su carpeta, en donde estaba su horario. Louis lo miró mientras lo hacía, pero no dijo nada. Estuvieron en silencio un buen rato, en donde ninguno estuvo dispuesto a hablar.

Harry limpiaba su horario con las mangas de su suéter.

Louis estaba perdido en sus pensamientos con la mirada en un punto fijo.

— Hace frío —el castaño rompió el hielo, mientras se envolvía con sus propios brazos.

— Sí, ¿qué vamos a hacer? —hice un circulo con sus manos y se los llevó a la boca para darles calor.

— ¿Vamos a las oficinas de adentro? Están alfombradas. Quizás puedas llamar a tus padres.





n/a: ¿Maratón? Llega a los 50 votos y 15 comentarios, y subo 3 capítulos seguidos c; Hagan sus apuestas con lo que va a suceder en los próximos capítulos ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°).

¡Oh! ¡Tengo una nueva propuesta! ;D Ayer vi una pelicula que me gustó mucho y quise adaptarla versión larry, jé. Esta en mi perfil c: se llama «Recuérdame» Les dejo la descripción y si les gusta quizás la empiece muy pronto c: Claro, sin abandonar esta, obvio.

« Louis padece de amnesia a corto plazo, lo cual hace que no recuerde absolutamente nada del día anterior. Harry solo trata de reconquistarlo todos los días y hacer hasta lo imposible por ocupar un lugar en su memoria.»

Bueh, gracias por todo. ¡Ya casi llegamos a los 1k votos! LES DEBO TODO ;D

Ciao, x.

p.s: Pidan dedicación si quieren c:


El chico del pupitre ➻ l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora