(Martin)
Después de días sacando ratos libres para ensayar el guión y la intencionalidad del personaje, he ido al casting que me habían invitado. El personaje es actor de reparto, pero tiene importancia en la trama, aparece mucho, y tiene un desarrollo interesante con la protagonista. Me gusta, me siento cómodo.
En la primera prueba, la lectura de guión me sale bien, y después me hacen improvisar ante una serie de situaciones, y también me acoplo a las demandas. Me dicen que publicarán los resultados de aquí unos días, y habrá otras pruebas, y tests de feeling con el resto del elenco. Lo normal. Tengo buenas sensaciones, pero no quiero adelantarme tampoco.
Quiero escribirle a Juanjo para contarle. No hemos hablado desde la semana pasada en el bar. Estoy dejándole espacio, pero me es muy difícil contenerme.
Con quien sí he hablado es con Ruslana. Esta noche cenamos juntos para ponernos al día. Hemos quedado en su casa para poder charlar tranquilos y sin interrupciones. Rus se ha empeñado en cocinar, miedo me da, he chequeado que la pizzería de abajo de su casa esté abierta por las dudas.
Llego pasadas las nueve. Rus está sola en casa, es una de esas temporadas en las que Omar no está viviendo con ella. Ellos son así, además de que son pareja abierta, van y vienen con naturalidad.
—Amor, ¡qué guapo vienes! Te has arreglado para mí.
—Sí, vamos, arregladísimo. Sólo me afeité y retoqué el bigote, pero por el casting, que sino...
—Tú sí que sabes hacer sentir especial a una chica, eh. ¿Entonces el casting bien?
—Sí, yo creo que sí. De aquí un par de días me tendrían que estar diciendo algo.Nos sentamos a la mesa, con la decente cena que ha preparado Ruslana, y la botella de vino tinto que traje. No quiero andarme con demasiados rodeos, así que la pongo al día del encuentro imprevisto que tuve con Juanjo en los Goya, también de la quedada de la semana pasada en el bar de mi barrio. Ruslana flipa de mi desfachatez para invitarlo a tomar algo de buenas a primeras, pero reconoce que ella hubiera hecho lo mismo.
—Es que me quedé prendado, Rusli. Fue verlo y dejar de conectar las neuronas. Estaba tan sumamente guapo en la gala, y había cantado tan increíble antes. Sólo quería alargar el momento con él. Y después en el bar, quería que me entendiese, aunque no sé si lo conseguí, o si lo entendió pero no lo comparte. Le dije que lo necesitaba en mi vida, y me contestó que no estaba preparado. Sé que quizá parezco un niñato caprichoso, pero de verdad lo necesito en mi vida.
—Ay, Martin, ya me preguntaba yo cuándo pasaría esto, y cómo ha tardado tanto.
—¿Tú lo ves mucho a él?
—Bueno, una vez al mes o así, que quedamos con Álex, Denna y Omar, y la persona invitada de turno. Lo tenemos como una rutina casi.
—Ah, no sabía que os veíais tanto, también con el resto del grupo.
—La cosa no estaba tampoco como para invitarte, Martin. Y sabes que Juanjo y Denna son inseparables, como Álex y Omar, el resto ya son matemáticas básicas.
—Lo sé, es normal, me he alejado mucho yo también de todas formas—ella asiente, porque es algo que me viene diciendo desde hace tiempo, que ya no nos vemos, que no compartimos, que no sabe nada de mí—¿Cómo está Juanjo, Rus?
—¡Vaya cabrón estás hecho, me has traído aquí para sacarme información!
—¡Eso es sólo parcialmente mentira! Quería verte y charlar, pero también necesito tu ayuda. No quiero que sea demasiado tarde.
—Cómo me lías, tío. No te sé decir cómo está. Lo peta con su música, y está feliz en ese sentido, tiene previstas colaboraciones tochas, lo de los Goya fue increíble, le va muy bien, y sólo está empezando. No tiene mucho tiempo para ir a ver a la familia, pero sé que cada tanto su madre y su tía bajan, y sus primas y el hermano también han estado por aquí. Con nosotros queda eso, una o dos veces al mes, pero está muy presente. Me echó un cable bueno con la promoción de mi último tema. Últimamente queda bastante con Paul, con eso de que comparten discográfica. Y tiene amigos de otros lados, que también salen, por eventos, de fiesta, ya sabes. No sé, ¿qué más?
—No me hagas decirlo, Rus...¿está viendo a alguien?—se me sonrojan las mejillas, vaya caradura. Ella sólo me mira con una sonrisilla de medio lado.
—Ay, Martin, el lío que tienes en esa cabeza despeinada. Me da palo contar mucho, es como que estoy faltando a su confianza, pero a grandes rasgos, ha tenido algunos líos aquí y allá, con chicos y con chicas, normalmente nada más allá de una noche. Hubo una cierta cantante con la que quedó unas cuantas veces, pero que finalmente se acabó, y también un bailarín, que también venían viéndose con frecuencia, pero que creo que finiquitó. Siempre muy discreto, no le han pillado ni una al tío. Omar o yo respiramos fuera de la pareja y ya tenemos trending topic en Twitter.
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La cuadratura del círculo
General FictionTodo iba bien, hasta que dejó de irlo. Las necesidades de descubrimiento ponen distancia entre Juanjo y Martin, ¿podrán volver a encontrarse?