⪧ ׄ P͜͡equeñ𖹭s ꉹׄㅤׅㅤׄ🪷๊᷐᪶᪸ᩧꢧ
Rodrigo, un niño de solo 6 años, llego corriendo al lado de su madre luego de salir del jardín, estaba saltando de alegría y sonriendo mucho.
-¿Qué pasó, Rodri?- Preguntaba la mamá al ver la emoción de su hijo, mientras reía por los saltitos que daba.
-¡Mami, mami, mami!, encontré al amor de mí vida- Decía Rodrigo, pero su mamá solo lo miraba confundida.
-¿Al amor de tu vida?, ¿Y quién es?- Preguntaba siguiéndole el juego a su pequeño Rodrigo.
-¡Vení, vení ma, está adentro!- Rodrigo agarró la mano de su madre y comenzó a correr adentro del jardín.
-¿Quién es el amor de tu vida, hijo?- Preguntó otra vez la mamá una vez estaban dentro del jardín.
-¡Es él, es él!, se llama Iván- Hablaba emocionado Rodrigo, había encontrado a el "amor de su vida", en su jardíncito.
-¿Iván?- Preguntó la madre, un niño pelinegro con ojos marrones se acercó a ella.
-¿Si?- Le contestó el pequeño niño.
-¿Vos sos el amor de la vida de mí hijo?- Decía, evitando reírse por la tierna situación.
-Ah, yo, es que, lo que paso- Tartamudeaba el pequeño Iván, no sabía que contestar.
-Si mami, te digo que es él, ¿Verdad, Iván?- Hablaba Rodrigo mientras le daba un gran abrazo.
-Si... Es verdad, soy el amor de su vida y él el mío...- Habló sin tartamudear.
-¡Qué hermoso!, me imagino que de grandes se casarían, ¿No?- Reía la mamá de Rodrigo al ver la cara de espanto de los niños.
-Pues... Si Rodrigo quiere, si- Decía tiernamente Iván.
-¡Yo si quiero casarme contigo, Iván!- Rodrigo estaba muy feliz.
-En ese caso, cuando cumplan los 18, se pueden casar, ¿Cierto?- La mamá de Rodrigo sintió como alguien le tocaba el hombro, pero cuando se dio la vuelta, vio a una señora igual a Iván.
-¿Así que nuestros hijos podrán casarse?- Decía feliz y riéndose la otra señora, que al parecer era la madre de Iván.
-Si ellos lo dicen tanto, supongo que si- También reía la mamá de Rodrigo, mientras que sus hijos hablaban sobre como sería su vida juntos de grandes.
-Cuando nos casemos, tú trabajarás y cuando vuelvas a nuestra gran casa, ¡Yo te haré de comer tú plato favorito!- Decía muy emocionado un pequeño Rodrigo.
-Me parece un trato justo, Rodri, y viviremos en un departamento muy lindo, con muchos gatitos - Sonreían mutuamente ambos pequeños, sus planes eran de lo mejor.
¡Fin!
