⪧ ׄ " E͜͡𝗅 𝗍𝗂𝖾𝗆𝗉𖹭 " ꉹׄㅤׅㅤׄ🪷๊᷐᪶᪸ᩧꢧ
-
-
____________________
Habían pasado seis años.
Seis años desde que Iván y Rodrigo compartían tardes de mates en el balcón de su primer departamento alquilado. Desde las noches de videojuegos y risas tontas, desde las discusiones por quién lavaba los platos, desde el "te quiero" que nunca fue un "te amo" pero sonaba igual de fuerte.
Ahora Iván vivía en otro barrio, tenía pareja estable y un trabajo que lo absorbía. Rodrigo estaba de vuelta en la ciudad por unos días. Lo había llamado con una excusa vaga: "Quiero verte, aunque sea un rato". Iván dijo que sí, sin dudarlo.
Se encontraron en un café al aire libre, justo en la esquina donde solían esperar el colectivo para ir a la facultad. Juan y Tomás estaban de viaje, como si el universo les hubiese despejado el escenario.
Rodrigo llegó primero, otra vez.
-Seguís llegando tarde -dijo con una sonrisa cuando lo vio acercarse.
Iván se rió.
-Y vos seguís igual. Flaco, con esa cara de que todo te duele pero igual venís.
Rodrigo se encogió de hombros.
-Es que todo duele. Pero algunas cosas valen la pena.
Se sentaron. El mozo los saludó como si fueran clientes habituales. Como si el pasado no se hubiese ido del todo.
Pidieron café, como siempre. Rodrigo miró alrededor, suspirando.
-¿Sabés qué me pasa? -dijo de repente-. Que siento que el tiempo no pasó... hasta que te miro.
Iván lo observó, en silencio.
-¿Por qué?
-Porque creciste. Tenés otra forma de estar, otra forma de callarte. Ya no sos el Iván que me empujaba en el bondi ni el que me mordía el brazo cuando se enojaba.
Iván sonrió, melancólico.
-Y vos... ya no sos el Rodrigo que me miraba como si yo fuera el centro de todo.
Rodrigo agachó la cabeza. Jugó con el sobre de azúcar sin abrir.
-¿Te acordás de aquella noche que te fuiste sin decir nada?
Iván se tensó. El recuerdo volvió rápido. Una noche de invierno, después de una discusión. Rodrigo llorando en la cocina. Iván cerrando la puerta sin mirar atrás.
-Sí -dijo apenas con un hilo de voz.
-Pensé que ibas a volver. Pensé que ibas a tocar la puerta. Pero no volviste nunca.
-Tenía miedo.
-¿Miedo a qué?
Iván dudó.
-A saber que si entraba, me iba a quedar para siempre. Y no sabía si podía con eso.
Rodrigo rió, sin humor.
-¿Y ahora?
Iván lo miró. Y por un instante, sus ojos eran los de antes. Los que Rodrigo había amado hace tiempo.
-Ahora ya es tarde.
El silencio entre los dos se volvió espeso. Los cafés se enfriaban. Las palabras no.
-Me estoy por mudar a otro país -dijo Rodrigo, casi como quien lanza una bomba sin avisar-. Me ofrecieron un trabajo allá. Es por tiempo indefinido.
Iván no reaccionó. Solo lo miró con un nudo en la garganta.
-Y antes de irme... necesitaba verte. Para saber si algo de lo que fui todavía vivía en vos.
Iván bajó la vista.
-Todo vive en mí, Ro. Pero también me duele.
Rodrigo respiró hondo. Sacó algo del bolsillo. Era una foto arrugada, de ellos dos abrazados en el parque, con Tomás y Juan haciendo muecas detrás.
-Me la llevé cuando me fui. Pero es tuya.
Iván la tomó con manos temblorosas. La miró como si pudiera volver atrás con solo desearlo.
-¿Querés que nos abracemos por última vez? -preguntó Rodrigo, de pie.
Iván dudó... pero se levantó.
Se abrazaron en silencio. Largo. Tibio. Lleno de todo lo que no dijeron en seis años. No hubo besos. No hubo lágrimas visibles. Pero sí un temblor compartido. Una despedida que se dio en el cuerpo antes que en las palabras.
Cuando se separaron, Iván ya no pudo hablar. Rodrigo le tocó la mejilla suavemente y sonrió por última vez.
-Gracias por lo que fuiste en mí.
Se dió vuelta y se fue.
Iván se quedó mirando cómo el castaño se alejaba por la calle. Sostuvo la foto contra su pecho.
Y pensó, mientras el café se enfriaba, que hay amores que nunca se terminan.
Solo se van cuando más los necesitás.
---
ando depre. así q los caps van a ser así seguramente ksks
