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Extra.
¡Tw!
Iván y Rodrigo tienen 18 años, están en el último año de secundaria.
Este capítulo es +18, leer bajo consciencia.
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PoV: Iván.
No sabía si estaba soñando, pero ahora mismo tenía a mí mejor amigo, en mí regazo, besándome con tanta desesperación que me impresionaba.
- Rodri... - Intente hablar entremedio de los besos, pero Rodrigo parecía no escucharme o ignorarme. - Rodri.- Le dije una vez que lo separé y puse mis manos en sus hombros.
- ¿Qué pasa? - Me dijo, haciendo un pequeño puchero que lo hacía ver demasiado tierno, mordí mí labio inferior y lo observé.
- ¿Estás seguro de esto? - Le pregunté, mirándolo a los ojos.
- Si, Iván, estoy completamente seguro, ahora, besame otra vez. - Me dijo, suplicante pero al mismo tiempo como una orden.
Y claro que no me negué.
Continuamos besándonos hasta que sentimos como la ropa comenzaba a sobrar, primero quite la remera de Rodri, tirándola a algún lugar de la habitación.
Para poco tiempo después, hacer lo mismo con mí remera.
La verdad no sé en qué momento los pantalones también desaparecieron, pero cuando nos observe, estábamos semidesnudos.
Agarre a Rodri de la cintura y lo recosté en el colchón, me posicione entre sus piernas, poniendo una de cada lado.
Me agache y continúe besándolo, sus labios eran tan adictivos que me encanta besarlo.
Luego, al fin, quite el bóxer de Rodrigo, para rápidamente quitar el mio también.
Nos observamos un momento. - ¿Estás listo, Rodri? - Le pregunté, mientras mí pecho subía y bajaba por la falta de aire a causa de los intensos besos.
- Si, pero porfavor, hacelo con cuidado. - Me pidió, asentí y saque un condón de mí mesita de luz.
- No tengo ninguna crema, ¿Te molesta si lo hago a la natural? - Lo observe con una sonrisa pícara, él simplemente negó con la cabeza y yo metí dos dedos en su boca.
Con la otra mano comencé a acariciar la parte interna de sus muslos.
Luego de un minuto, saque mis dedos de su boca y acerque uno a su entrada, lo mire por última vez a ver si se había arrepentido, pero su cara solo mostraba satisfacción y excitación.
- Porfavor Iván, hacelo ya, no doy más. - Me reí ante su tono suplicante, así que metí un dedo rápidamente.
Comencé a fingir embestidas, y ver cómo Rodrigo gemia con un solo dedo, me hacía imaginarme como estaría cuando se la meta.
Los minutos pasaban y dentro de Rodrigo ya habían 3 dedos, haciendo embestidas no tan fuertes pero a un ritmo constante.
Saque mis dedos sin avisar y me posicione entre sus piernas, acerque mí pene a su entrada y comencé a jugar con él.
- ¿Quieres que la meta ya, Rodri? - Dije fingiendo pena.
- Iván la puta que te parió, dale... - Rodri me insultó mientras me miraba molesto.
Pero antes de que pudiera volver a insultarme, la metí de una estocada.
Vi como la cara de Rodrigo pasaba de sufrimiento a placer muy rápido.
- ¿Estás bien?, ¿Fue muy brusco? - Pregunté preocupado, podía ser un maldito, pero siempre me preocuparía por como este Rodri.
- Estoy... bien, porfavor, volvé a hacerlo. -
Me pidió con pequeñas lágrimas en sus ojos.
Y hice caso omiso.
Continúe embistiendo a Rodrigo, al inicio no era fuerte por miedo a lastimarlo, pero en un momento, cuando Rodri ya estaba acostumbrado a la sensación, comencé a ir más rápido.
Nuestras pieles chocando hacían un ruido exquisitamente placentero, y los gemidos de Rodrigo inundaban la habitación.
Por fin no era un sueño, veía como el pelo de Rodrigo se pegaba en su frente por el sudor, como su pequeño cuerpo iba de arriba a abajo acorde las embestidas, como sus hermosos ojos verdes estaban entrecerrados y con lágrimas en sus hermosas mejillas.
Lo mire un rato más, y fue suficiente para poder acabar.
- Rodri- ngh, ¡Ah! - Fue todo lo que pude decir antes de venirme.
- ¡Iván!, ¡Mhm! - Dijo Rodrigo al poco tiempo, acabando y manchando su abdomen y el mío apenas.
Nos observamos un rato más, salí de dentro suyo y lo lleve cargando hasta la bañera.
Abrí la canilla de agua caliente y luego la del agua fría, poniendo todo a una temperatura buena para Rodrigo.
Una vez que ambos estuvimos bañados, caminamos de vuelta hacia mí habitación.
Rodrigo se sentó en la orilla de mí cama y yo me puse un bóxer y un pantalón, para luego pasarle una remera mía a Rodrigo.
Ambos nos acostamos en mí cama, y dormimos abrazados, juntos y al fin sabiendo que ambos nos amamos.
Y todo gracias a nuestros sueños.
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ACÁ ESTA SU GOGOGO, no me digan nada ok, no sé escribirlo ☹️☹️
pero quería intentarlo x ustedes, mis pervertidos favoritos ❣️
los amooo, kuidense, son lo mejor, coman bien 💕
wi wi
