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Llegue a casa de regreso, subí las escaleras hacia mi habitación nuevamente, encontrando a Jisung aún dormido.

Me senté un par de minutos a su lado, acariciando su suave cabello. Sus mejillas estaban abultadas y había unas cuantas lagañas alrededor de sus ojos, las aparte con cuidado, para luego darle un pequeño beso en la frente al castaño.

Me había vuelto muy blando.

Sonreí al pensar en el cambio tan drástico que me había ocasionado Jisung, me sorprendía en lo rápido que mi mentalidad había cambiado.

Jisung tenía un gran control sobre mi, tanto cómo yo lo tenía en el.

Me deshice de mis prendas y tomé una ducha, con agua algo fria y música de fondo, mi más gusto musical, Chase Atlantic.

Oh, flashback de esa tarde...

Sacudí mi cabeza, ignorando esos pensamientos en el momento que sentí cómo mi entrepierna se levantaba.

— Ahora no. —Pensé.

Me dispuse a colocarme el shampoo y lavar mi cuerpo con jabón.

Al finalizar, me envolví en una toalla suave y seque mi cabello con delicadeza, cepille mis dientes y volví a colocarme la ropa más cómoda que pude encontrar.

Salí, y sin ser sorpresa, el castaño seguía profundamente dormido, nada podía interrumpir su sueño.

Aun así, tenía que duchaste y luego llevarlo a casa, por lo que tenía que despertarlo.

Me acerque a la cama y toque el hombro de Jisung, este no se movió por lo que tuve que llamarlo por su nombre.

— Jisung, despierta. —Decía suavemente.

Repetí una, dos, tres y cuatro veces, pero Jisung no reaccionaba.

Decidí no perder más tiempo, regrese al baño y prepare la bañera con agua tibia y prendí una vela aromática qué tenía ahí mismo.

Volví hacia la habitación y repetí lo que anteriormente había hecho. Seguía sin despertar.

Suspire algo cansado, no sabía cómo Jisung le haría para llegar puntual al trabajo, cómo casi siempre lo hacía.

Tome a Jisung entre mis brazos y finalmente este reaccionó, le costó, pero lo hizo. Tallo ambos de sus ojos con sus pequeñas manos en un puño, pero cuando me miro, empezó a llorar.

— ¿Q-qué? ¿Qué pasa, Ji?

El menor no contestaba, simplemente seguía sollozando.

— ¿Soñaste algo? ¿Que pasa, lindo?

Jisung negó con su cabeza, no apartaba su mirada de mi y me iba preocupando aun más.

— D-duele... la cadera. —Intento hablar.

Finalmente reaccione, entendí el porqué de su tristeza y pensé en cómo podría solucionarlo.

— Entiendo, Ji. Buscaré medicamentos para el dolor, pero tienes que tomar un baño.

Lágrimas no tardaron en volver a salir ¿que pasaba ahora?

— No quiero.

Pataleaba sin mucha fuerza entre mis brazos, negándose completamente a hacer algo tan "simple" cómo ducharse.

— Ji... tienes que.

— No quiero!

Suspire pesadamente, ya había tardado en despertarlo, no tenía mucha paciencia pero no quería perderla completamente frente a él.

Sweet Memories.-✩ [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora