Mila
Juego con el dobladillo de mi vestido, sintiéndome un poco tímida al pensar en todas las cosas que hicimos. Tuve su polla en mi boca. Me toqué hasta que me corrí justo delante de él. Todavía tengo restos de su semen en mis pechos debajo del vestido. Puedo olerlo. Le echo un vistazo. Su rostro es ilegible, pero me rodea con un brazo posesivo.
—Habrá muchas fotos —le digo a Jax, preguntándome cómo va a reaccionar ante eso. He estado haciendo esto por mucho tiempo y todavía no estoy acostumbrada a todas las cámaras a veces. Puede ser mucho para asimilar.
—Donde vayas, voy. —Pasa su pulgar por mi brazo desnudo.
—Bien. —Pongo mi cabeza en su hombro—. No tenemos que quedarnos mucho tiempo. Solo lo suficiente para que puedan tomar algunas fotos. La prensa siempre es buena para cosas como esta.
—Te preocupas mucho por esto.
Asiento y sonrío.
—Siempre me han encantado los perros. Nunca pude tener uno porque viajo mucho, pero esto es algo de lo que puedo ser parte. Me hace sentir que estoy haciendo una pequeña diferencia en el mundo y que no soy solo una cara bonita —admito.
—Eres más que una cara bonita. Lo supe desde el momento en que entraste en ese camerino. Pude sentirlo. Míralo. Está en tus ojos. Otros lo ven también. Flota a tu alrededor. Puedo sentirlo en el aire.
Me giro para mirarlo, con los ojos llenos de lágrimas.
—Esa es la cosa más dulce que alguien me ha dicho en la vida.
Su otra mano se extiende para acariciar mi mejilla.
—¿No quieres seguir haciendo esto? —Sus ojos recorren mi rostro y sé que está tratando de leerme. Es bueno en leer personas, lo he notado. Sus ojos lo asimilan todo. Estoy bastante segura de que está al tanto de cada aliento que tomo.
—Es todo lo que conozco. —Me vuelvo a sentar en mi asiento. ¿Qué más haría? No fui a la universidad. Tengo mi diploma de equivalencia general en línea.
—Eres joven. Puedes hacer cualquier cosa. —Sigue acariciando mi brazo, y me pregunto qué habría hecho si nunca hubiera sido modelo. Cuán diferente hubiera sido mi vida. Dónde podría estar ahora. Cuando vuelvo a echar un vistazo a Jax, sé que estoy feliz que este sea el camino que tomé en la vida. Me trajo a este hombre. Es diferente a cualquiera que haya conocido antes. Pero tiene razón. Ya no tengo que hacer esto. Demonios, podría retirarme si quisiera y hacer otra cosa, aunque mi madre podría perder los estribos con esa idea. Todavía puedo oír sus palabras: "Mila, solo te quedan unos buenos años más antes que ya no seas tan bonita".
—¿Siempre quisiste ser guardaespaldas? —pregunto, dándome cuenta de lo poco que realmente sé de él. Siento como si lo conociera desde hace mucho más tiempo del que realmente lo hago.
—Normalmente no hago esto. Un amigo me pidió un favor.
—¿En serio? —cuestiono. Parece ser uno nato—. ¿Qué haces entonces?
—Solía ser un agente federal —admite, encogiéndose de hombros como si no fuera gran cosa.
—¿Así es como conseguiste esto? —Extiendo la mano y toco la cicatriz en su rostro.
—Sí, me cambié por un rehén. —Toma mi mano y me besa la palma—. Las cosas se complicaron, pero todos sobrevivieron. Bueno, todos los que importaban lo hicieron. —Sus palabras cuelgan en el aire.
—¿Los mataste? ¿A los chicos malos?
Asiente.
—Entonces, ¿eres un héroe de la vida real? —Sonrío. No estoy sorprendida por esto. Es un hombre tan atento. Es fácil de ver con la forma en que me trata, pero también es mortal. Eso es obvio también.
—Solo el tuyo ahora —se burla de mí, haciéndome sonreír.
—¿Qué haces ahora si no eres un agente, además de protegerme? —Todavía asesoro al FBI de vez en cuando. Principalmente trabajo en mi casa. He pasado los últimos años construyéndola. Además, vivo en una gran cantidad de tierra y me gusta cuidarla yo mismo.
—¿Dónde?
—Colorado.
—Dios, siempre he querido ir allí. Se ve tan bonito. —He estado en muchos lugares en mi vida, pero ese no es uno de ellos y siempre quise ir, pero me sentía rara viajando sola a cualquier lugar.
—Lo harás. —Besa mi hombro y debajo de mi oreja—. Pronto.
Me acerco y coloco mi mano sobre su muslo. Lo quiero tanto, ver la casa que construyó con sus propias manos. Este hombre realmente es un guerrero.
—Van a excavar en tu vida —advierto. Me siento protectora con él, aunque sé que puede cuidarse solo. Aun así, no quiero que nadie lo lastime.
—Déjalos excavar. —Me besa de nuevo—. No hay secretos aquí.
—¿Ninguna amante escandalosa del pasado? —Mi estómago se aprieta en el momento en que me doy cuenta de lo que he soltado.
—Ni una —dice fácilmente.
—¿En serio? —Mi corazón palpita.
—Salí cuando era más joven, pero ser agente es un trabajo exigente. Así que renuncié. Muchos podrían llamarme un ermitaño ahora. No dejo mucho mi tierra.
—¿Cara? —susurro y miro hacia el frente del auto donde está sentada. Estamos en la parte trasera de la limusina, con Rye conduciendo, pero la división no funciona. No creo que puedan oírme, pero no estoy segura.
Se ríe.
—Es como una hermana para mí. Es la hermana de Sam, mi mejor amigo. Todos crecimos juntos en Colorado. Él la envió aquí porque sabía que trabajaría bien y confiaría en ella. —El alivio me llena. Nunca coquetean ni nada, pero hablan y susurran y eso me pone celosa. Sé que probablemente estén hablando de las cosas del acosador, pero todavía me hace dudar. Ni siquiera pestañeó a las otras modelos que estaban en el set hoy, y sabía que trataron de llamar su atención, dijeron cosas sobre lo sexy que era, que podrían tratar de contratarlo después. En realidad, parecía molesto con ellas.
—Lo siento, solo... —Me encojo de hombros.
—¿Celosa? Sí, yo también. —Su brazo alrededor de mí se aprieta. No toque lo hace mucho. Creo que lo usa para tranquilizarse. A mí también. Me encanta que no pueda acercarse lo suficiente a mí—. Te prometo que no tienes nada de qué estar celosa. Te pertenezco.
Mi corazón revolotea. Antes que pueda responder, la limusina se detiene y Cara sale y viene a abrir la puerta. Jax comienza a salir, pero tomo su mano y atraigo su atención hacia mí.
—Yo también te pertenezco.
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Niña Bonita - AR
RomanceSinopsis Mila ha modelado durante toda su vida. Descubierta cuando era joven, ha pasado su vida en el punto de mira. La fama trae tanto cosas buenas como malas, pero nunca esperó que le trajera peligro. Cuando se encuentra con su nuevo guardaespalda...