Jax
Seis meses después...
Me agarro la nuca sintiéndome estresado. No he sentido esta tensión en meses. No pensé que esto sería tan difícil.
—Está bien —me dice Mila, frotando sus manos sobre mi pecho. Es un truco que normalmente funciona para tranquilizarme, pero hoy solo me lleva un poco más allá.
—¿Estás segura de que quieres hacer esto? —pregunto mientras miro a mi alrededor. La gente corre de un lado a otro. El espectáculo ya ha comenzado. Si se le llama así todavía. ¿Cuándo las modelos están en la pasarela? No tengo ni puta idea.
—Es mi última. —Se encoge de hombros—. Es por una buena causa —añade. Sé que lo es, pero, aun así. Su último espectáculo es para la misma organización benéfica que otras veces. La misma a la que está ahora ayudando con el centro de rescate de animales en casa. El granero y todo lo demás todavía está en construcción, pero estará acabándose en pocas semanas. Después estará lleno de animales. Mi niña bonita está más que emocionada por ello. Nunca he estado tan feliz en mi vida como los últimos seis meses.
Fara, la jefa de la organización, le pidió a Mila que hiciera una presentación final. Era algo como una gran cosa o algo, con los diseñadores donando cosas y así. Se intenta que la gente tome conciencia de la causa. Fara también sabía que mi Mila atraería a la prensa con ella. Todo el mundo quería entrar al evento para verla. Ha estado escondida desde que todo se fue a la mierda. Unos paparazzi trataron de colarse en nuestra tierra para fotografiarla, pero aprendieron rápidamente que no iba a suceder jamás.
Me inclino hacia abajo, rozando mi nariz por su cabello y respiro. Dejo caer la otra mano sobre la pequeña protuberancia del bebé bajo la bata de seda. Me dijeron que llevaría algo de un nuevo diseñador de ropa de maternidad y que ha estado más que excitado porque Mila llevara la pieza. Incluso hizo una gran donación porque sí.
—Menos mal que todo lo demás ha terminado. —Apoya su cabeza en mi pecho. No pasó mucho tiempo después que Kale fuera detenido para que la mierda saliera a la superficie. Todo tipo de historias comenzaron a salir sobre él y la gente habló acerca de sus experiencias con él. Ahora está sentado en una celda y nunca verá el exterior de la prisión de nuevo. Si por alguna rara oportunidad saliera, me aseguraría que nunca llegue cerca de lo que es mío. Sacudo los oscuros pensamientos de mi cabeza y me concentro en mi chica.
—Yo también. —Voy por un beso, pero me detiene.
—Pintalabios. —Empuja mi pecho, haciéndome gruñir. Su única respuesta es reírse—. Una salida por la pasarela y habré acabado. Después puedes besarme todo lo que quieras, marido. —Me guiña y se va. Lucho para detenerme y no perseguirla. Miro la pasarela y hago unas pocas matemáticas en mi cabeza. Debería tomarle solo cincuenta segundos caminar por ella. Puedo hacer esto durante cincuenta segundos. Trato de asegurarme.
Me da un pequeño saludo mientras se acerca a donde se supone que debe entrar a la pasarela. Mi cuerpo se pone sólido mientras abre su bata y la deja caer. Es entonces que me doy cuenta de que no es una bata. Era una pieza que cubría un traje de baño, y tiene un pequeño traje de baño rosa bajo ella. Su pequeña protuberancia por el bebé está a la vista. Gruño y marcho hacia ella. Sus ojos se abren, pero sale al escenario luchando contra una sonrisa.
Esa pequeña provocadora sabe que va a conseguirlo. Me dirijo hacia el escenario y acelero a medida que veo su dulce trasero contonearse por la pasarela. Se detiene al final, y escucho silbidos y he terminado.
—Señor, no puede ir por ahí —escucho a alguien gritar por detrás como si me importase una puta mierda.
—Es él. —Oigo que otros dicen. Al parecer, me he vuelto muy conocido también. Nos han llamado la Bella y la Bestia desde esa primera vez que aparecí en público con ella. La historia solo creció a partir de ahí. Luego vinieron las historias diciendo que la tenía encerrada y solo para mí. Eso es parcialmente verdad; es una cautiva dispuesta. De cualquier manera, todavía no me importa lo que digan de mí. Todo lo que importa es ella y mi bebé dentro de ella.
—¿Ves esa pequeña barriga de bebé? —Alguien más murmura. Ésa es mi jodida barriga de bebé. Me paro para no gruñirles a todos. Será muy claro en un momento de todos modos.
Cuando mi niña bonita se gira y me ve tras ella, su boca se abre. La beso. Duro y profundo. Ella envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y la levanto.
—No me niegues lo que es mío —me quejo. Solo sonríe antes de tirar su cabeza hacia atrás y estallar en un ataque de risa.
Todos aplauden mientras la llevo por la pista a la zona tras la pasarela.
—Fara, lo siento —dice Mila.
—Créeme. Eso fue mejor que simplemente tú caminando por la pasarela. Estará en todas las redes sociales en unos minutos. —Se ríe.
Mila niega, haciendo que su cabello rebote. Continúo caminando y no paro hasta que salimos por la puerta trasera y salto en la limusina que nos espera.
Saco el pequeño traje de baño de su cuerpo. Soy cuidadoso para no romperlo, dado que quiero verla en él en una de nuestras aguas termales en casa. No puedo esperar a que estemos en el avión privado y camino a casa de nuevo.
—Te pertenezco —dice. Me aleja del borde donde estaba cabalgando. Miro su rostro sonriente. Alcanzando entre nosotros, deshago mi cinturón y en segundos estoy dentro de su dulzura. Siempre está preparada para mí. Ambos gemimos.
—Siempre me perteneces, esposa —gruño contra su boca. Ella en vuelve sus piernas alrededor de mí.
—Llévame a casa entonces —gime.
Y lo hago.
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Niña Bonita - AR
RomanceSinopsis Mila ha modelado durante toda su vida. Descubierta cuando era joven, ha pasado su vida en el punto de mira. La fama trae tanto cosas buenas como malas, pero nunca esperó que le trajera peligro. Cuando se encuentra con su nuevo guardaespalda...