Se dice que todos tenemos un destino.
Tarde o temprano las cosas pasan, no siempre con un orden adecuado o como nosotros quisiéramos.
-¿Qué debería hacer contigo? podría usarte para concretar mi venganza hacia el estúpido de tu padre... encerrarte...
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20 semanas de gestación, era más que notable su estado. Según el doctor Jung, estaba excelente de peso, aun le preocupaba que su lobo no hiciera aparición, pero ya podía controlar sus feromonas dentro de la cabaña.
Esa tarde en particular acababan de dejar la bandeja con la merienda.
—No quiero postre, beberé café, come lo que quieras—le indica el alfa.
El omega se acerca y puede observar los mochis de colores en la bandeja, toma uno, al llevarlo a su boca un nuevo recuerdo aparece.
—¡Vamos Jinnie, cómelo rápido!—le susurraba un niño de mejillas redonditas.
—¿P-por qué me traes esto? T-te van a regañar.
—No discutas, cómelo, se llaman mochis, este es de frijol dulce, cómelo rápido antes de que alguien venga.
—Jiminie, alguien te va a ver la próxima vez.
—Soy bueno trayéndote bocadillos, cómelo.
El recuerdo terminó, de los ojos del omega salieron lágrimas, que secó rápido dio otra mordida y otro recuerdo donde ya no era un niño, ahora era un adolescente.
—Tienes que dejar de traerme mochis, te van a regañar.
—No te preocupes por eso, yo me hago cargo. Ahora comete ese, es de helado de vainilla, anda antes de que se derrita.
El alfa tiene un nudo en el estómago, los recuerdos del omega son claros y dolorosos.
Observa como el omega termina ese mochi y cierra los ojos acomodándose en el sillón.
Comprueba que todo esta bien acercándose.
—Omega—llama, nota la respiración acompasada, para luego sentir el aroma de este. Sutil, suave, pero delicioso.
Recuerda la recomendación del doctor y libera un poco de sus feromonas. Intenta llamarlo de nuevo.
—Omega...
Y esta vez, el omega abre los ojos repentinamente, haciéndolo perder el equilibrio un poco, pero admirado por lo que tiene delante.
Los ojos del omega, el derecho color violeta y el izquierdo rosa, claramente el lobo de este ha aparecido.
—Omega—llama de nuevo ahora cambiando sus propios ojos a uno violeta, pero en su caso, el izquierdo y el derecho gris claro casi blanco. Reconociéndose inmediatamente.
Mantienen el contacto visual, el omega mueve levemente la cabeza de un lado a otro, nunca dejando de ver al otro.
Luego de unos instantes, los ojos del omega cambian a su característico café oscuro, se desploma hacia delante siendo recibido por el alfa un poco preocupado, pero decide recostarlo poniendo un almohadón en su cabeza, acaba de ver al lobo del otro, uno muy inusual a decir verdad.
Es consciente de las feromonas que están en el aire, nadie se atrevería a entrar a esa oficina.
Se sintió bien, no incomodo, no impropio, bien, como algo que debe ser.
Lo deja descansar, mientras se sienta a intentar trabajar, pero esa mirada, no la puede olvidar. Nunca ha visto un lobo con heterocromía, no aparte de él mismo, necesita investigar.
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Capítulo cortito, en la noche subo otro 😊
Les dejo una idea de como es la cabañita, no es un lugar feo (hagan de cuenta que es un poquito más ancha y frente a la cama esta el baño 🫢
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Y por fuera, hagan de cuenta que hay más flores 😅
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